La salud mental en Colombia presenta un panorama alarmante, con un 66,3 por ciento de la población afectada, según la última encuesta del Ministerio de Salud y Protección Social.
Esta crisis no solo impacta el bienestar individual, sino que también se relaciona con el desarrollo de otras enfermedades; de hecho, el 34 por ciento de las enfermedades en América Latina están vinculadas a problemas de salud mental, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En este contexto, adquirir herramientas para el manejo de las emociones se ha vuelto una necesidad urgente.
La creciente prevalencia de trastornos como la ansiedad, el estrés y la depresión, exacerbada por la incertidumbre económica y la presión social, ha convertido a la salud mental en un tema central para millones de personas.
Octubre, mes en el que se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre estos desafíos y buscar soluciones efectivas. Para ello, entrevistamos a Oliver Serrano León, director del Máster Universitario en Psicología General Sanitaria, quien comparte su perspectiva sobre la importancia de abordar la salud mental en profesionales y estudiantes.
¿Por qué es tan importante la salud mental en profesionales y estudiantes?
La salud mental ha cobrado relevancia especialmente entre profesionales y estudiantes, quienes enfrentan grandes presiones y expectativas. En un mundo acelerado y exigente, la carga emocional puede volverse abrumadora si no se aborda adecuadamente. El bienestar mental es clave no solo para sentirnos bien en el día a día, sino también para mantener un rendimiento sostenible en nuestras actividades académicas y laborales.
¿Cuáles son los principales desafíos de salud mental que enfrentan los profesionales y estudiantes?
Los principales desafíos incluyen el estrés crónico. Para los estudiantes, la presión constante de exámenes y proyectos puede ser abrumadora. En el ámbito laboral, las largas jornadas y plazos ajustados generan una carga emocional alta. Además, problemas como la ansiedad y la depresión se ven alimentados por la dificultad para “desconectar”, especialmente con la tecnología que nos mantiene siempre conectados. El síndrome de burnout también es una realidad preocupante, resultante del agotamiento extremo tras lidiar con estas exigencias sin descanso adecuado.
¿Qué factores del entorno laboral y académico contribuyen a estos problemas?
La sobrecarga de trabajo es un factor clave. Los estudiantes deben cumplir con múltiples tareas al mismo tiempo, mientras que muchos profesionales enfrentan cargas laborales inasumibles. La tecnología también juega un papel negativo al dificultar el “desconectar”, lo que incrementa el estrés. Además, el impacto de la pandemia ha añadido nuevas fuentes de ansiedad debido al aislamiento y cambios en las dinámicas laborales y educativas.
¿Qué pueden hacer las empresas e instituciones educativas?
Las empresas e instituciones educativas tienen un rol fundamental. Deben promover una cultura que valore el equilibrio entre vida personal y trabajo o estudio. Esto incluye fomentar tiempos de descanso y ofrecer acceso a servicios de apoyo psicológico. Capacitar a líderes y profesores para identificar señales de problemas de salud mental también es crucial para brindar un apoyo adecuado.
¿Qué medidas prácticas pueden adoptar las personas para mejorar su bienestar mental diario?
Las personas pueden adoptar pequeñas acciones diarias como poner límites y aprender a decir “no” cuando la carga es excesiva. Hacer pausas breves durante el día es esencial para recargar energías. El ejercicio físico también es una herramienta poderosa para reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Mantener una buena red de apoyo emocional es igualmente importante; compartir experiencias con amigos o familiares puede aliviar la carga emocional.
¿Cuál es la relación entre el estrés académico/laboral y el rendimiento?
El estrés tiene una relación directa con el rendimiento. Un nivel moderado puede ser motivador, pero cuando se vuelve crónico o excesivo, afecta negativamente tanto el desempeño académico como laboral. Los estudiantes pueden tener dificultades para concentrarse o memorizar contenidos, mientras que en el ámbito laboral, el estrés prolongado reduce la productividad y aumenta los errores.
¿Qué recursos o programas especializados existen para atender estos problemas?
Afortunadamente, hay muchos recursos disponibles hoy en día. Varias universidades ofrecen centros de atención psicológica con terapias y grupos de apoyo. Algunas empresas han implementado programas de bienestar que incluyen acceso a terapias psicológicas. Además, existen aplicaciones móviles que ofrecen herramientas útiles para manejar el estrés y acceder a terapia online.
Es fundamental reconocer los desafíos que enfrentan estudiantes y profesionales en Colombia y tomar medidas concretas para construir un entorno más saludable y solidario. La colaboración entre instituciones educativas, empresas y los propios individuos es crucial para crear un sistema de apoyo robusto. Al priorizar la salud mental y fomentar una cultura de bienestar.
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