En diálogo con el Colegio Médico Colombiano, el doctor Carlos Eduardo Acosta Lozano, Representante a la Cámara por Bogotá y miembro fundador del partido político Colombia Justa Libres, dice que tiene listo un proyecto de ley para dignificar las profesiones del área de la salud y está impulsando la reforma al régimen especial de los militares y policías.
¿Cuál es su propuesta para reformar el régimen especial de salud de los militares y policías?
La propuesta que hemos presentado en el Congreso de la República tiene como objeto el garantizar a los afiliados y beneficiarios del régimen especial de salud de las fuerzas militares el respeto, el acceso y el disfrute del derecho fundamental a la salud.
Queremos que las personas vuelvan a ser el centro del sector salud, primero la gente que las instituciones. Por tal razón, se debe propender por la efectiva prestación del servicio integral de salud en las áreas de promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y paliación para todos los afiliados y sus beneficiarios; así, como el servicio de salud inherente a la función propia de la actividad militar y de policía.
Por lo anterior, he propuesto una estructura que potencie la naturaleza del servicio de salud enfocado en las necesidades propias de la actividad que realizan nuestros miembros de la fuerza pública, trayendo a su régimen los recursos que no están y se están perdiendo en la actualidad.
¿Cómo surgió la propuesta?
La propuesta de reestructurar el sistema de salud de las fuerzas militares y de policía surge por la necesidad y problemática presentada por los miembros de la fuerza pública y organizaciones, Asociación de Usuarios de la Salud MP, veedurías ciudadanas de la salud y la Red Nacional de Veedurías de la Salud MP, quienes han venido trabajando durante varios años en esta área y además han identificado las deficiencias de la estructura y desarrollo; por tal razón, constituimos una mesa de trabajo que da como resultado el proyecto de ley 245 de 2019.
¿Qué otras reformas se precisan en el sistema de salud?
Tenemos que avanzar hacia un sistema de mantenimiento de la salud, y no solo de atención de la enfermedad. Una de las principales reformas que precisa el sistema de salud en Colombia, es trabajar desde la prevención por medio del sistema de atención primaria en salud para efectivamente tener un plan de cobertura efectivo que permita un acceso oportuno y que promueva la salud, para que en el momento de la enfermedad se propenda por el tratamiento más efectivo e idóneo para cada paciente. El tema no es de cobertura, es de oportunidad y calidad en el servicio, incluyendo el cuidado y bienestar de los profesionales de la salud.
¿De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Colombia tiene uno de los mejores sistemas de salud en el mundo, usted cree que el país debe cambiar el modelo de la salud?
El país requiere mejorar en la atención oportuna para cada ser humano, es decir, ahora que el país ha avanzado en la cobertura y el aseguramiento en salud es óptimo, se requiere mejorar en la calidad de los servicios prestados, en la oportunidad en la atención y en las condiciones laborales de los profesionales de la salud.
La salud en Colombia debe tener una mirada de corresponsabilidad entre y para los seres humanos.
¿Qué ha pasado con la implementación de la Ley Estatutaria de la salud? ¿Por qué se ha quedado en letra muerta?
El trabajo del legislativo fue el de la expedición de la Ley Estatutaria en Salud para garantizar la salud como un derecho. Es decir, lo que permite la Ley es hacer que el sistema de salud gire en torno al ser humano y no a las instituciones. En este orden de ideas, creo que nos hace falta avanzar en la Atención Primaria en Salud en todos los niveles de atención y por supuesto mejorar la calidad de la atención para que los ciudadanos disfruten de la garantía efectiva del derecho.
¿Cómo acabar con la intermediación financiera?
Lo importante, lo que se requiere es que los recursos lleguen a la gente, que el sistema o modelo cualquiera que haya, sea eficiente y funcione. También es necesario que se optimice el proceso de auditoría contable en la vigilancia de la destinación efectiva de los recursos y en el buen uso de manera oportuna. La Superintendencia de Salud y el Gobierno Nacional vienen adelantando medidas en ese sentido.
¿En los últimos meses ha crecido el número de suicidios de médicos y cada día aumentan las denuncias por malas condiciones laborales, como médico, cuál es su propuesta para dignificar el ejercicio de la medicina?
Estamos a portas de presentar el proyecto de ley que versa sobre el talento humano en salud, el cual consideramos pertinente y urgente ya que los profesionales de la salud se constituyen en el soporte para la garantía del estado de la salud de todos los colombianos y como consecuencia en la generación de un perfil epidemiológico adecuado para el país; igualmente, en este proyecto planteamos la necesidad de dignificar las profesiones del área de la salud garantizando un pago oportuno, así como la posibilidad de tener un desarrollo en sus niveles de experticia y conocimiento científico. Por otro lado, el tiempo de descanso se presenta como una necesidad para efectos de garantizar su propia salud y el bienestar de los pacientes.
¿Realmente cree que es posible acabar con el negocio de la salud en Colombia? ¿Cómo, cuándo y por dónde empezar?
La salud en Colombia debe tener una mirada de corresponsabilidad entre y para los seres humanos; con los mayores estándares éticos y científicos que permitan garantizar este derecho desde la mirada de lo que implica en la vida de un ser humano la salud y la prevención de la enfermedad; en la actualidad está en debate el aborto que efectivamente es uno de los negocios más lucrativos en los que se quita la condición de humanidad a un ser humano en su etapa de desarrollo, con un fin económico, así que lo primero es entender que se define por salud. Por otro lado, el personal médico y de salud en todas las áreas debe responder a la integridad y corresponsabilidad de su trabajo y con la sociedad frente a la labor que desempeña la que debe ser de calidad, remunerado justamente y garantizando en su ejercicio la calidad y la ética.
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