El herpes zóster, una enfermedad dolorosa y a menudo mal entendida, ha desencadenado numerosas preguntas.
Para despejar las principales dudas al respecto, el Colegio Médico Colombiano habló con el doctor Iván Arturo Rodríguez, médico internista, especialista en infectología, epidemiólogo clínico, máster en VIH y miembro de la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN), quien explica en detalle las causas, los síntomas, los riesgos y la prevención del herpes zóster.

Aunque se trata del mismo tipo de virus, ¿podría explicar cuál es la principal diferencia entre el herpes zóster y en qué diferencia de la infección inicial de varicela?
Dr. Rodríguez: primero, hay que aclarar la conexión entre el herpes zóster y la varicela. Ambas afecciones son causadas por el virus varicela-zóster. Cuando una persona se infecta por primera vez con este virus, generalmente durante la infancia, se manifiesta como varicela.
Cuando una persona se infecta por primera vez con este virus, generalmente durante la infancia, se manifiesta como varicela. Esta infección inicial se caracteriza por una erupción generalizada, fiebre y malestar general. El virus ingresa al cuerpo por vía aérea a los pulmones, viaja a los ganglios linfáticos y luego se propaga a través del torrente sanguíneo a varias partes del cuerpo, particularmente la piel.
Una vez que el sistema inmunológico contra la infección, los síntomas de la varicela desaparecen. Sin embargo, el virus no se elimina por completo. En cambio, permanece latente en las células nerviosas, esperando una oportunidad para reactivarse. Esta reactivación, que ocurre más tarde en la vida, es lo que llamamos herpes zóster.
A diferencia de la varicela, que afecta a todo el cuerpo, el herpes zóster se localiza en vías nerviosas específicas y las áreas correspondientes de la piel. Este brote localizado es el resultado de la multiplicación del virus en los nervios sensoriales donde se había estado escondiendo.
¿Cuáles son los síntomas comunes del herpes zóster y quién tiene mayor riesgo de desarrollar esta afección?, ¿Cuál es la principal complicación?
Dr. Rodríguez: el herpes zóster generalmente se presenta como una erupción dolorosa con enrojecimiento y ampollas llenas de líquido que siguen el recorrido de uno o más nervios.
Debido a que el virus afecta los nervios sensoriales, los pacientes a menudo experimentan dolor ardiente, entumecimiento, hormigueo o mayor sensibilidad en el área afectada. El dolor puede ser intenso y debilitante, incluso antes de que aparezca la erupción.
En cuanto a quiénes tienen mayor riesgo, sabemos que cualquier persona con un sistema inmunológico debilitado es más susceptible al herpes zóster. Esto incluye a los adultos mayores, ya que el sistema inmunológico se debilita naturalmente con la edad, un fenómeno conocido como inmunosenescencia.
Otros factores de riesgo incluyen el uso de medicamentos inmunosupresores, como corticosteroides o quimioterapia, y afecciones subyacentes como VIH, cáncer o enfermedades autoinmunes.
La complicación más importante del herpes zóster es la neuralgia posherpética (NPH), que consiste en la persistencia del dolor en los nervios afectados mucho tiempo después de que se haya curado la erupción.
Este dolor crónico puede durar meses o incluso años y puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona. En algunos casos, dependiendo de los nervios involucrados, el herpes zóster puede derivar en otras complicaciones, como parálisis facial o problemas de visión si se afecta el nervio oftálmico.
¿Qué tan efectivas son las vacunas disponibles actualmente contra el herpes zóster y a qué grupos de edad se recomienda recibirlas?
Dr. Rodríguez: es importante la vacunación para prevenir el herpes zóster. Actualmente, contamos con una vacuna recombitante altamente efectiva contra el herpes zóster, que ha demostrado tasas de eficacia superiores al 90% en la mayoría de los casos.
Esta vacuna se recomienda para personas de 50 años o más, así como para aquellas personas de entre 18 y 50 años que tienen sistemas inmunológicos comprometidos. La vacuna recombitante es particularmente ventajosa porque no contiene virus vivos, lo que la hace segura para las personas inmunodeprimidas.
Se recomienda principalmente la vacunación de todos los adultos mayores. El riesgo de herpes zóster y sus complicaciones aumenta significativamente con la edad, y la vacunación es la mejor medida preventiva disponible. No solo reduce la probabilidad de desarrollar herpes zóster, sino que también minimiza la gravedad de los síntomas y el riesgo de una neuralgia posherpética si la enfermedad se presenta.
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de la vacuna contra el herpes zóster y cómo se comparan con los riesgos asociados con la enfermedad en sí?
Dr. Rodríguez: en cuanto a la seguridad de la vacuna, hay que precisar que la vacuna recombitante contra el herpes zóster generalmente se tolera bien. Los efectos secundarios más comunes son leves y transitorios, como dolor, enrojecimiento o hinchazón en el lugar de la inyección.
algunas personas pueden experimentar reacciones sistemáticas como escalofríos, fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza o náuseas, pero estas sueles ser de corta duración. En cualquier caso, los beneficios de la vacunación superan con creces los riesgos.
si bien las reacciones alérgicas a la vacuna son posibles, son extremadamente raras y ocurren en aproximadamente raras y ocurren en aproximadamente 1 de mil casos. En comparación con las posibles complicaciones del herpes zóster, como el dolor crónico, la pérdida de la visión o la parálisis facial, los efectos secundarios de la vacuna son menores y manejables.
¿existen avances recientes en la investigación o en las opciones de tratamiento para el herpes zóster que parezcan particularmente prometedores para prevenir el dolor posherpético o las complicaciones que puede tener el herpes zóster?
Dr. Rodríguez: si bien no ha habido avances revolucionarios en los tratamientos antivirales para el herpes zóster, las estrategias de manejo del dolor han mejorado. El tratamiento del herpes zóster se centra en los medicamentos antivirales para controlar el brote y el manejo del dolor para aliviar los síntomas.
Para la neuralgia posherpética, utilizamos una combinación de medicamentos, que incluyen preghabalina, acetaminofeno, opioides y parches de lidocaína. En algunos casos, se pueden emplear bloqueos nerviosos o inyecciones de esteroides para brindar alivio.
Mientras se estudian nuevos tratamientos más efectivos para el manejo del dolor, la vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz que tenemos para reducir la carga de herpes zóster y sus complicaciones.
¿Es común que un brote de herpes zóster vuelva a aparecer?, ¿Con qué frecuencia puede reaparecer la erupción?
Dr. Rodríguez: las tasas de recurrencia varían. Si bien algunas personas experimentan solo un episodio de herpes zóster en su vida, otras pueden tener múltiples recurrencias. La frecuencia de la recurrencia depende de factores como el estado inmunológico del individuo, la edad y la salud general.
Las personas con sistemas inmunológicos debilitados tienen más probabilidades de experimentar brotes repetidos.
¿Qué consejo le daría a las personas que han tenido varicela?, ¿Qué pasa con el riesgo de desarrollar herpes zóster más adelante en la vida?
Dr. Rodríguez: si la persona ha tenido varicela, corre el riesgo de desarrollar herpes zóster más adelante en la vida. El riesgo aumenta significativamente después de los 50 años o antes si tiene un sistema inmunológico debilitado.
Mi recomendación es que se vacune, especialmente si se encuentra en una de estas categorías de alto riesgo. La vacunación es la mejor manera de prevenir el herpes zóster y sus complicaciones, como la neuralgia posherpética.
De igual manera, cuando se sospeche que un brote en la piel puede ser de herpes zóster, hay que buscar atención médica de inmediato. El tratamiento temprano con medicamentos antivirales puede ayudar a reducir la gravedad del brote y disminuir el riesgo de complicaciones.
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