En los últimos años, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) han mostrado un aumento alarmante a nivel mundial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de ansiedad y depresión creció un 25% durante el primer año de la pandemia Covid-19, incrementando también los riesgos de desarrollar enfermedades como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa.
Estas patologías no solo afectan el cuerpo, sino también la mente y requieren un enfoque integral para su tratamiento.
“Todas las personas somos propensas a sufrir un TCA debido a la sobrecarga de información nutricional en redes sociales, incluso de fuentes no confiables que dan información alterada y hacen que una persona elimine ciertos alimentos de su dieta”, afirma Mauricio Mejía, médico deportólogo de Colsanitas, además, destaca que la información nutricional no confiable difundida en redes sociales contribuye significativamente al desarrollo de los TCA.
el tratamiento de los TCA requiere un equipo interdisciplinario que combine psiquiatría, psicología, nutrición y medicina deportiva. El deporte, aunque puede representar un desafío en algunos casos, es un recurso fundamental cuando se utiliza de manera adecuada.
Mejía subraya que el ejercicio bien dirigido ayuda a los pacientes a gestionar sus emociones, reducir la ansiedad y retomar una relación positiva con su cuerpo y la alimentación.
“El ejercicio compulsivo es una conducta común en hasta el 80% de las personas con TCA, por lo que practicar deporte de manera supervisada y adaptada es esencial para evitar recaídas y promover la recuperación. No se trata sólo de actividad física, sino de una herramienta para fortalecer la mente y el cuerpo”, explica Mejía.
Entre los ejercicios más recomendados para pacientes con TCA se encuentran el yoga, los estiramientos, el fortalecimiento muscular y la meditación, actividades que no solo tienen un bajo calórico, sino que también contribuyen a la relajación y el equilibrio emocional.
El doctor Mejía comparte el caso de una joven de 17 años con anorexia severa, quien logró superar una etapa crítica de su enfermedad gracias a un enfoque integral que incluyó el deporte.
“Al principio, la paciente no estaba conforme con las recomendaciones porque sentía que el ejercicio era insuficiente, pero la rehabilitación cardíaca fue clave para estabilizar su salud. Dos años después, aunque sigue enfrentando desafíos, ha logrado mejorar notablemente”.
¿Cómo apoyar a alguien con TCA?
Es fundamental abordar el tema desde la empatía y la comprensión. Hablar abiertamente con la persona afectada, evitar juicios y promover la búsqueda de ayuda profesional son pasos esenciales.
Además, es importante ser críticos con la influencia de las redes sociales y fomentar un entorno de apoyo que valore la salud integral por encima de los ideales irreales de belleza.
“El deporte, cuando se practica con supervisión y empatía, no solo fortalece el cuerpo, sino que también ayuda a sanar la mente”, menciona el doctor Mejía.
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