ENSAYO
Tercera Parte: ¡Señores, nació varón!
La corrupción, tema central de este ensayo, busca correlacionar este complejo comportamiento humano, el marxismo y el capitalismo con la biología de la mente. Se explicará cómo la biología mental, al entrelazarse con la cultura local, puede influir significativamente en la moral y en la conducta política, social y económica del Homo sapiens. Este capítulo, utilizando un ejemplo clínico de la construcción artificial de una identidad de género, intenta relacionar estrechamente la biología de la estructuración funcional innata de la mente con el comportamiento sexual, basándose en la importancia evolutiva del sexo.
Por Stevenson Marulanda Plata, presidente del Colegio Médico Colombiano
El sexo es uno de los inventos más fundamentales y trascendentales de la biología. La aparición de las esencias masculinas y femeninas y su apareamiento fue una necesidad evolutiva que data de hace aproximadamente 1.2 a 2 mil millones de años. Esto no solo garantiza la reproducción, que bien podría realizarse por medios asexuales, sino que, a través de la fecundación de un óvulo por un espermatozoide durante la concepción, permite la recombinación instantánea y matemática de la mitad de los genes más apropiados de cada progenitor. De este modo, el nuevo individuo tiene mayores posibilidades de adaptarse rápidamente al entorno cambiante en el que vive. Así, hablar de sexo es hablar de recombinación genética en busca de individuos cada vez mejor adaptados. (1,2,3,4,5,6,7,8,9).
La identidad de género
Un suicidio y una identidad de género fracasada
David Reimer se mató a los 38 años pegándose un tiro en la cabeza utilizando una escopeta de dos cañones recortados. Este trágico suceso ocurrió el 5 de mayo de 2004 en un parqueadero de un supermercado en Winnipeg, Canadá. Nacido genéticamente varón en 1965 y bautizado Bruce Reimer, fue criado como una niña consentida con el nombre de Brenda.
Esta historia es un ejemplo notable de determinismo social absoluto. El Dr. John Money, de Baltimore, como los defensores de la teoría queer, defendía la idea de que el comportamiento sexual es principalmente el resultado de la interacción con el ambiente y el aprendizaje, ignorando por completo la influencia biológica. Esta perspectiva ha sido objeto de crítica por parte de aquellos que argumentamos que un enfoque exclusivamente sociocultural no puede explicar completamente la complejidad del comportamiento humano. (14,15,16)
Esta trágica historia, un caso clínico de la medicina y la psicología, ilustra la complejidad de la identidad de género, la orientación sexual y la influencia de la biología en el ejercicio de la sexualidad humana. El caso Bruce-Brenda-David es relevante debido a la negación rotunda de algunas corrientes de pensamiento filosófico de que los seres humanos nacen con improntas genéticas que influyen en sus comportamientos. (14,15,16)
Sucedió que el pobre Bruce a los 8 meses de edad perdió totalmente su pene debido a una desgracia iatrogénica. Un dispositivo de cauterización se lo dejó negro como un carbón y totalmente achicharrado. Fue durante una operación de circuncisión.
Esta tragedia llevó a sus padres a buscar ayuda en el Dr. John Money en el Johns Hopkins University de Baltimore quien había dicho: “La naturaleza es una estrategia política de quienes están obligados a mantener el statu quo de las diferencias de sexo”.
El doctor Money, un determinista social absoluto y conductista clínico, creía que todas las conductas humanas, incluyendo las sexuales, son aprendidas, y que la biología en estos asuntos es un cero a la izquierda. Pensaba que sentirse (autopercibirse) hombre o mujer, lo que hoy llamamos identidad de género, se enseñaba y aprendía solamente a través de las experiencias por los difíciles caminos de la vida y la interacción con el entorno y la cultura.
En la década de 1960, el conductismo era la moda terapéutica. Esta teoría sostiene que los humanos nacen con la mente como una “página en blanco” (tabla rasa), sin instintos ni emociones, y que todo comportamiento es culturalmente aprendido. El conductismo se basa en la premisa de que los comportamientos pueden ser enseñados, aprendidos y modificados mediante técnicas de condicionamiento, sin considerar que la biología innata, la naturaleza de la mente, juega un papel crucial. (14,15,16)
La mente humana es una compleja red de circuitos neuronales, una manigua de cables interconectados por una selva de sinapsis, preconfigurados desde antes del nacimiento, a través de los cuales fluirán naturalmente, después del nacimiento, las emociones, los sentimientos, la abstracción y la conciencia, así como la memoria, los recuerdos, y cómo no, la capacidad de aprendizaje cultural. (17,18,19,20)
Kant usaba el término “a priori” para significar que todos nacemos con estructuras cerebrales especiales que contienen la razón de manera congénita. Estas estructuras incluyen el deber de obrar bien y nos diferencian de los animales. El filósofo de Königsberg decía que estas estructuras son las responsables de nuestras capacidades mentales biológicas para conocer y procesar la realidad del mundo, actuar por deber y de manera autónoma, y hacer juicios de valor racionales y moralmente correctos, lo que nos obliga a comportarnos de manera innata (genética) y éticamente correcta en cada situación. (21,22,23,24,25,26,27)
Money, entusiasmado con la oportunidad de volverse famoso mundialmente y probar su teoría de que los bebés nacen neutros y adquieren un género a partir de la educación que se les da, recomendó a los padres de Bruce criarlo y educarlo como una niña. A los 22 meses, Bruce fue sometido a una cirugía de reasignación de sexo —castración y creación de una vagina artificial— y fue renombrado Brenda. (27,28,29,30,31)
A lo largo de su infancia, sin contarle lo que había pasado, Brenda fue sometida a sesiones regulares con el Dr. Money, quien utilizó medios psicológicos, sociales y farmacéuticos (técnicas conductistas y hormonas femeninas) para reforzar su identidad de género femenino. Sin embargo, Brenda “sentía una cosa rara“. Como si algo estuviera traicionando su Umwelt sexual (la manera particular de un individuo de percibir el mundo sensual y erótico que lo rodea). Nunca se sintió cómoda en su rol de género femenino y experimentó numerosos problemas emocionales y psicológicos. Era un niño natural preso en una jaula-trampa de niña artificial. Desde temprana edad, exhibió comportamientos típicamente masculinos y rechazaba agresivamente la feminidad impuesta. “Rasgaba los vestidos con volantes, rechazaba las muñecas y prefería las armas, le gustaba jugar con chicos y hasta insistía en orinar de pie“. (14)
A los 14 años, cuando la disforia de género —esa profunda sensación de incomodidad y aflicción que surge cuando el sexo corporal (la biología) no coincide con el mental (la psicología)— rompía en mil pedazos la estabilidad emocional de Bruce/Brenda, sus padres, al fin, le revelaron la verdad sobre su historia.
Decidió entonces, derrotar la amargura de la disforia y vivir como hombre. Se sometió a cirugías de reconstrucción genital y adoptó el nombre de David. Intentó llevar una vida normal; se casó y adoptó hijos, pero las profundas cicatrices emocionales de su infancia decidieron otra cosa. En 2002, su hermano gemelo, Brian, a quien le cancelaron el procedimiento de circuncisión aquel día letal, murió por una sobredosis de drogas, lo que exacerbó los problemas de salud mental de David. Finalmente, en 2004, sucedió lo que sucedió en el parqueadero de Winnipeg. (14).
Este caso fue ampliamente discutido y criticado, cuestionando las teorías de John Money sobre la construcción social de la identidad de género. Además, subrayó la importancia de considerar tanto los factores biológicos como los psicológicos en la identidad de género, resaltando las consecuencias negativas de imponer identidades de género sin tener en cuenta la naturaleza biológica inmanente de la persona.
Un estudio realizado en 2005 por la Universidad de Columbia recopiló varios casos similares al de Bruce/Brenda/David. En la abrumadora mayoría de estos casos, los individuos presentaron disforia de género de moderada a severa, y muchos de ellos exigieron recuperar su sexo genético masculino. Por otro lado, en este mismo estudio, un grupo de varones genéticos nacidos con genitales ambiguos y criados como niños, no hubo ningún caso de disforia de género (32).
Bibliografía comentada brevemente para mejor la comprensión de los textos
1. Ridley, M. (2003). The Red Queen: Sex and the Evolution of Human Nature. Harper Perennial.
Este libro explica cómo la recombinación genética y la selección sexual influyen en la evolución. Ridley explora la teoría evolutiva del sexo y cómo ha influido en la naturaleza humana.
2. Smith, J. M., & Szathmáry, E. (1997). The Major Transitions in Evolution. Oxford University Press.
Este trabajo cubre importantes transiciones evolutivas, incluyendo la evolución del sexo.
3. Maynard Smith, J. (1978). The Evolution of Sex. Cambridge University Press.
Este libro explora las razones detrás de la evolución del sexo y sus implicaciones biológicas.
4. Barton, N. H., & Charlesworth, B. (1998). “Why sex and recombination?” Science, 281(5385), 1986-1990.
Un artículo que analiza las razones evolutivas detrás del sexo y la recombinación genética.
5. Bell, G. (1982). The Masterpiece of Nature: The Evolution of Genetics and Sexuality. University of California Press.
Un libro detallado sobre la evolución de la genética y la sexualidad. La aparición del sexo en la Tierra se remonta a hace aproximadamente 1.2 a 2 mil millones de años. Este rango de tiempo se basa en el estudio de organismos unicelulares antiguos y el análisis de su reproducción.
6. Bell, G. (1982). The Masterpiece of Nature: The Evolution of Genetics and Sexuality. University of California Press.
Este libro ofrece un análisis exhaustivo de la evolución de la genética y la sexualidad, incluyendo la aparición del sexo.
7. Butterfield, N. J. (2000). “Bangiomorpha pubescens n. gen., n. sp.: implications for the evolution of sex, multicellularity, and the Mesoproterozoic/Neoproterozoic radiation of eukaryotes.” Paleobiology, 26(3), 386-404.
Este artículo describe un fósil que proporciona evidencia de la aparición del sexo hace aproximadamente 1.2 mil millones de años.
8. Kondrashov, A. S. (1997). “Evolutionary genetics of life cycles.” Annual Review of Ecology and Systematics, 28(1), 391-435.
Kondrashov discute la evolución de los ciclos de vida y cómo la reproducción sexual ha jugado un papel crucial en la evolución de los organismos.
9. Schopf, J. W. (2006). “Fossil evidence of Archaean life.” Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 361(1470), 869-885.
Schopf proporciona una revisión de la evidencia fósil de la vida en la Tierra, incluyendo los primeros indicios de reproducción sexual.
10. American Psychological Association. (2015). Guidelines for Psychological Practice with Transgender and Gender Nonconforming People. American Psychologist, 70(9), 832-864.
Este documento proporciona directrices sobre la identidad de género, incluyendo definiciones y conceptos relacionados con la autopercepción de género.
11. World Health Organization. (2021). International Classification of Diseases (11th ed.). WHO.
La OMS proporciona definiciones y clasificaciones actualizadas sobre el género y la identidad de género.
12. Diamond, M. (2002). “Sex and Gender: Same or Different?” Feminism & Psychology, 12(1), 46-54.
Este artículo discute la distinción entre sexo y género, y cómo las personas se perciben a sí mismas en términos de identidad de género.
13. American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). APA.
El DSM-5 incluye información sobre la identidad de género y los trastornos relacionados, proporcionando una base para entender la autopercepción de género.
14. Pinker, S. (2002). The Blank Slate: The Modern Denial of Human Nature. Penguin Books.
Steven Pinker argumenta en contra de la idea de la mente como una “tabla rasa” y destaca la importancia de las estructuras biológicas innatas en el comportamiento humano. Critica la idea proporcionando un contexto moderno que puede complementar la visión kantiana.
15. Skinner, B. F. (1953). Science and Human Behavior. Free Press.
Este libro es una obra fundamental del conductismo, escrito por uno de sus principales exponentes, B. F. Skinner. Proporciona una base para entender cómo los conductistas ven el aprendizaje y el comportamiento.
16. Watson, J. B. (1930). Behaviorism. W. W. Norton & Company.
John B. Watson, uno de los fundadores del conductismo, presenta su visión de cómo los comportamientos se pueden enseñar y aprender, proporcionando una perspectiva histórica sobre esta teoría.
17. Kandel, E. R. (2006). In Search of Memory: The Emergence of a New Science of Mind. W. W. Norton & Company.
Eric Kandel, premio Nobel de Medicina, explora cómo la biología del cerebro y las experiencias configuran la memoria y el aprendizaje, destacando la importancia de las bases neuronales preconfiguradas.
18. Gazzaniga, M. S. (2008). Cognitive Neuroscience: The Biology of the Mind. W. W. Norton & Company.
Este libro proporciona una visión detallada de cómo la estructura y la función del cerebro influyen en el comportamiento y el aprendizaje, enfatizando la complejidad de los circuitos neuronales.
19. Hebb, D. O. (1949). The Organization of Behavior: A Neuropsychological Theory. Wiley.
Donald Hebb es conocido por su teoría de que la experiencia puede reorganizar las conexiones neuronales, destacando la interacción entre la biología innata y el aprendizaje.
20. LeDoux, J. (2002). Synaptic Self: How Our Brains Become Who We Are. Viking.
Joseph LeDoux explora cómo las sinapsis y las redes neuronales configuran la identidad y el comportamiento, proporcionando una comprensión profunda de la base biológica del aprendizaje y la memoria.
21. Kant, I. (1781). Crítica de la razón pura. (A edición de 1781 y B edición de 1787).
Esta obra es fundamental para entender el concepto kantiano de “a priori”. Aquí, Kant discute cómo las estructuras innatas de la mente humana son necesarias para la experiencia y el conocimiento.
22. Kant, I. (1785). Fundamentación de la metafísica de las costumbres.
En esta obra, Kant introduce la idea del imperativo categórico y el deber moral, destacando cómo estas estructuras racionales innatas nos guían en nuestras acciones éticas.
23. Gardner, S. (1999). Routledge Philosophy Guidebook to Kant and the Critique of Pure Reason. Routledge.
Este libro proporciona una interpretación clara y accesible de las ideas de Kant sobre el conocimiento a priori y las estructuras mentales innatas.
24. Allison, H. E. (2004). Kant’s Transcendental Idealism: An Interpretation and Defense. Yale University Press.
Este libro es una interpretación detallada de la filosofía trascendental de Kant, que incluye una discusión sobre las capacidades innatas de la mente.
25. Korsgaard, C. M. (1996). Creating the Kingdom of Ends. Cambridge University Press.
Korsgaard explora la ética kantiana y la noción de autonomía moral, argumentando cómo estas ideas están vinculadas a nuestras capacidades racionales innatas.
26. Chomsky, N. (2006). Language and Mind. Cambridge University Press
Aunque se centra en la lingüística, Chomsky discute cómo ciertas estructuras cognitivas son innatas, lo que puede ser relevante para el argumento sobre las capacidades mentales biológicas.
27. Marulanda, S. (2024). Un ensayo científico para entender a la humanidad. Capitulo XIV. “Kant y el cableado cerebral. Filosofía, Neurociencia, Inmunología y Genética”. https://shorturl.at/hGLR0
Se explica la idea kantiana de la existencia innata y a priori (antes de la experiencia) de estructuras cerebrales mentales donde se procesa la razón.
28. Money, J. (1955). “Hermaphroditism, gender, and precocity in hyperadrenocorticism: Psychologic findings.” Bulletin of the Johns Hopkins Hospital, 96(6), 253-264.
29. Money, J., & Ehrhardt, A. A. (1972). Man and Woman, Boy and Girl: Differentiation and Dimorphism of Gender Identity from Conception to Maturity. Johns Hopkins University Press
30. Money, J. (1994). Sex Errors of the Body and Related Syndromes: A Guide to Counseling Children, Adolescents, and Their Families. P. H. Brookes Publishing Co.
31. Colapinto, J. (2000). As Nature Made Him: The Boy Who Was Raised as a Girl. Harper Perennial.
Este libro trata sobre el caso de David Reimer, uno de los casos más controvertidos relacionados con las teorías de John Money.
32. Heino F.L. Meyer-Bhalburg, Gender identity outcome in female-raised 46, XY PERSONS with penile agenesis, cloacal estrophy of the bladder, or penile ablation, Archives of Sexual Behavior, vol. 34, n. 4 (2005), pp. 423-438.
El estudio concluye que:
a) Identidad de Género en Personas 46, XY Criadas como Mujeres: El estudio evaluó la identidad de género en individuos con cariotipo 46, XY que fueron criados como mujeres debido a condiciones médicas como agenesia peneana, extrofia cloacal de la vejiga o ablación del pene.
b) Variabilidad en los Resultados de Identidad de Género: Se observó una variabilidad considerable en los resultados de identidad de género entre los individuos estudiados. Algunos mantuvieron una identidad de género femenina consistente con su crianza, mientras que otros desarrollaron una identidad de género masculina.
c) Factores Influyentes: Los factores que influyeron en los resultados de identidad de género incluyeron la presencia o ausencia de estructura y función genital masculina, la influencia hormonal, el entorno social y el apoyo familiar.
d) Importancia del Apoyo Psicológico: El estudio subraya la importancia del apoyo psicológico y el seguimiento continuo para los individuos con estas condiciones médicas, dado que la identidad de género puede evolucionar con el tiempo y en respuesta a múltiples factores.
e) Recomendaciones para el Manejo Clínico: Se recomienda un enfoque individualizado en el manejo clínico de personas 46, XY con estas condiciones, considerando tanto las implicaciones médicas como las psicosociales para optimizar el bienestar y la satisfacción a largo plazo con su identidad de género.
Este estudio destaca la complejidad y la variabilidad en el desarrollo de la identidad de género en personas 46, XY criadas como mujeres y la necesidad de un enfoque holístico e individualizado en su cuidado y apoyo.
Bogotá agosto 2 del 2024.
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