Orígenes de la eugenesia
Actualidad, Bioética, Controversia

Orígenes de la eugenesia


Por Stevenson Marulanda Plata – Presidente Colegio Médico Colombiano

Lebensunwertes

“Vida indigna de vivirse”

A. Hitler.


La palabra eugenesia fue acuñada en 1888 por el inglés Francis Galton, nada menos que primo hermano de Charles Darwin, y se utiliza para referirse a la aplicación de las leyes biológicas de la herencia y de la genética al mejoramiento y perfeccionamiento de la raza humana, y viene del griego “eu” que significa bien y “gene” generación. Era la cría selectiva por métodos artificiales de los más fuertes inteligente y aptos, decía el padre de la eugenesia.

La eugenesia nace en Estados Unidos en 1910 con Charles Davenport, un zoólogo de Harvard.

El pragmatismo yanky de esa época los llevó a construir centros de confinamientos “colonias” para practicar operaciones de eliminación de linajes defectuosos a los genéticamente no aptos, los cuales pasaban por “estrictos” comités técnico-científicos para valorar la esterilización de hombres y mujeres sospechosos de déficit eugenésico: epilépticos, delincuentes, sordomudos, débiles mentales, enanos, esquizofrénicos, depresión maníaca, demencia, déficit oculares, deformidades óseas y cualquier clase de chueco o patuleco que encontraran los higienistas raciales por ahí mal parqueados, y si era negro como yo, o criollo latino como usted, peor era la vaina compadre.

“Casi el diez por ciento de la población es de sangre inferior” dijo un día en el Primer Congreso Internacional de Eugenesia en 1912 en el hotel Cecil de Londres, Van Wagenen, el alumno más aventajado de Davenport, y continuó su flamante e “impecable” disertación eugenésica “y son individuos totalmente incapacitados para ser padres de ciudadanos útiles…

“En ocho de los estados de la Unión existen leyes que autorizan o exigen la esterilización…hemos esterilizados un número considerables de individuos… Son muchos miles las operaciones de esterilización realizadas por cirujanos tanto en el ámbito privado como institucional. Por regla general, estas operaciones se han realizado por razones puramente patológicas…

Era el superintendente general del Hospital del Estado de California, ese era su cargo.

Y terminó con una sonrisa casi caníbal, de oreja a oreja, el corregidor racial:

” Nos esforzamos por llevar un registro de los que son dados de alta y recibir informes de vez en cuando, y no hemos encontrado ningún efecto perjudicial” .

Asistentes notables, entre más de ochocientos, al Congreso de Eugenesia aquel 24 de julio de 1912 en el Cecil Hotel de Londres:

Winston Churchill, el alcalde de Londres, el presidente del Tribunal Supremo, el inventor Alexander Graham Bell, el rector de la Universidad de Harvard Charles Elliot, William Osler ¿se acuerda de este personaje? pues ni más ni menos que el célebre profesor de medicina de Oxford, August Weismann embriólogo de Oxford, Leonard Darwin hijo de Charles presidente del Congreso y otras celebridades.

¡La vaina era en serio primo!

Alemanes pre nazis también estuvieron en esa memorable convención de ciencia racial, ahí le sigo contando compa :

Hitler, en los años veinte, preso por una de las tantas huelgas y trapisondas que armaba a cada rato en las calles de Berlín, tuvo tiempo de sobra para estudiar con pasión maquiavélica aquella reciente ciencia racial.

Josef Mengele durante uno de sus experimentos.
Josef Mengele durante uno de sus experimentos.

De este modo, analizó a Davenport y Wagenen, pero especialmente al médico y biólogo alemán Alfred Ploetz, inventor en 1895 de la teoría y del término Rassenhygiene (higiene racial), quien también había sido conferencista vibrante en el Cecil Hotel en 1912, y, en su escalofriante discurso, entre otras cosas, dijo:

–“La higiene racial es la limpieza genética de la raza….”

–“Del mismo modo que la higiene personal se desprende rutinariamente de suciedades y excrementos, la higiene racial elimina detritus genéticos, lo cual permite crear una raza más sana y más pura…”

–“Así como el organismo sacrifica sin compasión sus células degeneradas o el cirujano extirpa sin compasión un órgano enfermo, ambos con la finalidad de salvar el todo, de ese mismo modo las entidades orgánicas superiores, como el grupo familiar o el Estado, no deben sentir demasiados escrúpulos a la hora de intervenir en la libertad personal para impedir que los portadores de características hereditarias mal sanas continúen propagando genes nocivos a lo largo de las generaciones”.

Ploetz se enganchó al nazismo en la década de 1930. Tenía que ser así. Hitler tenía todo el respaldo del Reichstag para promulgar leyes sin aprobación parlamentaria, en 1933 era el canciller, el Führer del Partido Obrero Nacionalsocialista, y se enloqueció con él. Así, creyó ciegamente que los genes defectuosos estaban envenenando lentamente la nación y obstaculizando el resurgimiento de un Estado fuerte y sano, y promulgó “Ley de Prevención de la Descendencia Genéticamente Defectuosa”, copia del programa eugenésico gringo, pero a lo nazi, más conocida como Ley de Esterilización que fue el prólogo del Holocausto.

Dicen, ¡dicen! que en Colombia el principal admirador de la eugenesia y de Hitler era Laureano Gómez.

Se la dejo ahí, como dice Diomedes Díaz, mi paisano, El Cacique de la Junta, la casi tierra de mi madre, ella era de Corral de Piedra, ahí cerquitica !ay hombe!

Bogotá febrero 12 del 2022.

febrero 14, 2022

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