Compartir algunas inquietudes y reflexiones respecto al proyecto de reforma de salud, en relación con la reciente modificación de la Ley 100.
Por Jorge Herrera Chaparro – FACS, LATS, SPT, PBM – Presidente Asociación Colombiana de Cirugía
Aunque estoy de acuerdo con que era necesario revisarla, considero que se han tomado decisiones sin un respaldo económico adecuado y sin un análisis constitucional exhaustivo. A continuación, algunas preocupaciones puntuales:
Manejo de los recursos de la salud
El manejo de los recursos de salud provenientes de empleadores y empleados por parte del gobierno es una preocupación. Si bien la constitución colombiana establece en su artículo 49 que el Estado es responsable de la prestación de los servicios de salud, no se puede ignorar que estos considerables recursos, más de 50 billones de pesos (ocho por ciento del PIB), mal administrados, pueden generar un desastre tanto para la prestación de servicios a los usuarios como para la red prestadora de servicios, incluyendo al Talento Humano en salud.
Ausencia de un régimen de transición
Hasta el momento, no se ha definido un régimen de transición claro que permita el traspaso de los pacientes de las EPS a las nuevas gestoras (o como se denominen en adelante). Además, no queda claro cómo se gestionará la atención primaria a través de las CAPS, lo cual podría ser similar a un CRUE. Se necesita una planificación más detallada en este aspecto.
Incapacidad de la ADRES para auditar
Si la ADRES ha demostrado su incapacidad para auditar adecuadamente las cuentas asignadas a ella, como en el caso del SOAT, surge la duda sobre su capacidad para llevar a cabo auditorías integrales en el futuro. Esto plantea un riesgo significativo para la fiscalización del sistema de salud.
Falta de contemplación de la libre elección
El proyecto de reforma 339 está hundido. A no ser que se expida un nuevo proyecto de ley para la nueva legislatura, los cambios se tendrán que hacer por decreto. Así que no sé qué pertinencia pueda tener seguir exponiendo las dudas acerca de la reforma a la salud.
Incertidumbre sobre la capacidad de las CAPS
La creación de los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) genera dudas, ya que no hay estudios que respalden su capacidad para atender a la población con enfermedades graves y huérfanas. Se requiere una evaluación más exhaustiva antes de su implementación.
Desaparición de la UPC y Distribución Solidaria
La desaparición de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) plantea preocupaciones, ya que, a pesar de sus limitaciones, distribuir equitativamente los costos entre los usuarios será un desafío. La transición a la administración por parte de las CAPS debe abordarse cuidadosamente.
Falta de aprobación del Minhacienda
La ausencia del visto bueno del Ministerio de Hacienda genera incertidumbre sobre la viabilidad y sostenibilidad económica del proyecto. Se requiere una evaluación y aprobación rigurosa por parte de las autoridades competentes.
Ausencia de mejora en las condiciones del Talento Humano en Salud (THS)
No se evidencian disposiciones en el proyecto que busquen mejorar las condiciones económicas y laborales del Talento Humano en Salud (THS), lo cual es fundamental para garantizar la calidad del servicio.
Falta de articulación entre los actores del sistema
El proyecto no establece un sistema claro de articulación entre los diversos actores del sistema de salud, incluyendo CAPS, ADRES, IPS, usuarios y el THS. La colaboración y coordinación entre estos elementos son esenciales para el éxito del sistema.
Estas consideraciones deben abordarse de manera integral para garantizar una reforma de salud efectiva y equitativa.
Deja un comentario