Aunque el país está atrasado en este campo de investigación, el doctor González dijo que se han logrado avances significativos en la lucha contra las enfermedades más persistentes del mundo gracias a las terapias celulares.
Por Maricielo Acero Rodríguez – editora de Epicrisis
Según las últimas cifras del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) hasta 2021, aproximadamente 38,4 millones de personas viven con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) en todo el mundo; más de 650.000 fallecieron por enfermedades relacionadas con el sida; 28,7 millones de personas contaban con acceso a la terapia antirretroviral.
También se calcula que cerca de 84,2 millones [64,0 millones–113,0 millones] de personas han contraído la infección por el VIH desde el comienzo de la epidemia y que 40,1 millones [33,6 millones–48,6 millones] de personas han muerto de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia.
Aunque la infección por VIH se sigue considerando incurable, en febrero de este año el mundo se enteró de que un tercer paciente había logrado vencer al virus. Después delPaciente de Berlín, Thimothy Ray Brown, y el paciente de Londres Adam Castillejo, la noticia fue que un paciente de Düsseldorf fue sometido en el año 2013 a un trasplante de médula ósea tras ser diagnosticado en 2012 con leucemia mieloide aguda; en el año 2018 se le suspendieron los medicamentos para el VIH y desde ese momento no ha requerido tratamiento antirretroviral.
El doctor John Mario González, MD, PHD – Médico Cirujano de la Universidad de Caldas, Doctorado en Ciencias Básicas Médicas Universidad del Valle, profesor titular Universidad de los Andes y presidente de la Asociación Colombiana de Inmunología (ACOI) afirmó en la sesión Cita con el Experto del Colegio Médico Colombiano que el próximo año se cumplen 40 años de la pandemia del VIH y que aunque no se ha podido desarrollar una vacuna, existen tratamientos antirretrovirales que controlan la enfermedad y que ahora el gran potencial se centra en el trasplante de células madre (que se hace a través del trasplante de médula ósea) para la cura del VIH.
Según el doctor González, uno de los mayores inconvenientes es que a medida que la infección por VIH se fue convirtiendo en una enfermedad crónica, se está registrando una fuerte tendencia en el aumento de otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) como la clamidia, la gonorrea o la sífilis, que cada día se vuelven más resistentes a los tratamientos antibióticos disponibles.
Aunque el país está atrasado en este campo de investigación, el doctor González dijo que se han logrado avances significativos en la lucha contra las enfermedades más persistentes del mundo gracias a las terapias celulares.
En cáncer se está explorado el potencial de la terapia con células dendríticas. Las células dendríticas son células presentadoras de antígenos que desempeñan un papel crucial en el inicio y la regulación de las respuestas inmunitarias.
“Hoy en día la terapia para tumores sólidos es completamente personalizada, pues lo que se hace es estimular la respuesta inmune del paciente mediante células dendríticas adecuadamente manipuladas con las mismas células tumorales para que al ser inoculadas de nuevo en la persona se conviertan en células antitumorales”, explicó el profesor González.
Trasplante de células madre, una puerta hacia la remisión del VIH
Inspirado por el éxito del Paciente de Berlín, el primer individuo que se curó de manera efectiva del VIH a través de un trasplante de células madre, se dio inicio a un proyecto de investigación histórico que se enfoca en identificar donantes de células madre compatibles con la rara mutación CCR5 delta-32, que confiere resistencia a la infección por VIH.
Las células madre poseen la capacidad única de diferenciarse en varios tipos de células, lo que las convierte en recursos valiosos para la medicina regenerativa y la terapia de sustitución.
El trasplante de células madre consiste en reemplazar el sistema inmunitario del paciente con células madre sanas y resistentes al VIH, brindándole así al organismo una defensa renovada contra el virus. “En otras palabras, el trasplante de estas células madre tiene como única finalidad hacer que el sistema inmunitario del paciente se reconfigure nuevamente y se vuelva resistente al VIH”, indicó el experto.
“Este último paciente de Düsseldorf tuvo el chance en la vida de encontrar a su “gemelo idéntico” en el mundo como donante de la médula ósea, con una mutación del gen CCR5 que codifica una proteína que se deposita en la superficie de las células inmunitarias y facilita que las cepas más comunes del VIH puedan infectar las células. Esta mutación hace que el CCR5 no se pueda expresar y, por tanto, que el virus no puede ingresar a las células. Tenemos conocimiento de otros dos pacientes que se han sumado a la lista de remisión, entre ellos una mujer, uno en Nueva York y la otra en California, ambos en Estados Unidos”, precisó el doctor.
Como las indicaciones para un trasplante de médula son muy precisas, ahora lo que se está tratando de hacer es identificar meticulosamente a donantes de células madre adecuados con la rara mutación CCR5 delta-32, que confiere resistencia a la infección por VIH. Al trasplantar estas células madre genéticamente únicas, se hace que los sistemas inmunológicos de los pacientes sean resistentes al VIH, transformando sus vidas y ofreciendo potencialmente un camino hacia una cura.
Los estudios que se han hecho involucran la modificación genética de células T para expresar un receptor único que se dirige a las células infectadas por el VIH. Al introducir estas células T modificadas en los pacientes, se ha observado una reducción significativa en la carga viral y un aumento en el recuento de células T CD4+, lo que sugiere la supresión de la replicación viral y la mejora de la inmunidad.
Por último, las investigaciones en las cuales el doctor González ha sido pionero en el país en materia de inmunología tumoral, terapia celular para infecciones y trasplante de células madre como alternativa en el manejo del VIH están revolucionando la comprensión de la lucha contra el VIH y del manejo de otras infecciones.
Los resultados logrados son prometedores en la investigación mediante la manipulación de las células inmunitarias para mejorar los mecanismos de defensa naturales del cuerpo contra las infecciones virales.
A través del desarrollo de estas terapias de ingeniería celular se prende una luz de esperanza para los casi 40 millones de personas que viven con el VIH, ofreciendo el potencial de una vida libre de tratamiento antirretroviral y sin miedo a morir de sida.
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