A raíz de la pandemia el sistema hospitalario del país no solo evolucionó en infraestructura sino en servicios, capacidad diagnóstica, laboratorios, dotación y tecnología.
El esfuerzo que ha implicado atender la pandemia del Covid1-19, la peor desde 1918 cuando el país fue azotado por la gripe española, ha sido monumental. A la par de las enormes apropiaciones presupuestales que superan los 35 billones de pesos, están las 54.000 personas capacitadas para el manejo de UCI, los 54.719 vacunadores preparados en tiempo récord, la producción de 5.731 ventiladores y un estimado de 6.3 millones por mes de elementos de protección personal.
Sin precedentes
La ampliación de servicios hospitalarios y las dotaciones de equipos, la creación de redes de frío para el manejo de las vacunas, la rehabilitación y adaptación de instalaciones de clínicas y hospitales, no tiene precedentes. Solo los 15 hospitales intervenidos por la Superintendencia Nacional de Salud -7 durante lo que va de la pandemia-, pasaron de 232 camas UCI y de cuidados intermedios a 634.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, en febrero de 2020, cuando el Covid-19 avizoraba su ingreso al país, el sistema hospitalario contaba con 5.341 camas UCI. Ahora hay 13.105. Aunque el crecimiento es relevante, hay una cifra que muchos desconocen: el costo de operación de cada cama. El promedio diario es de 1.500.000 pesos, incluyendo el talento humano (el especialista en cuidados intensivos, el médico internista y la enfermera).
Fue necesario fortalecer de urgencia al Instituto Nacional de Salud (INS) y volcarlo a su máxima capacidad: ahora realiza 60.989 pruebas en un solo día.
La contingencia sorprendió al país en su capacidad para realizar las pruebas de laboratorio. Fue necesario fortalecer de urgencia al Instituto Nacional de Salud (INS) y volcarlo a su máxima capacidad: ahora realiza 60.989 pruebas en un solo día, en tanto que se diseñaron 140 proyectos de dotación dirigidos a 248 entidades con el fin de atender los tres picos de la pandemia.
Territorialmente, sobre todo aquellas regiones más apartadas, carecían de la infraestructura mínima necesaria. En solo laboratorios fue necesario invertir 21 mil millones de pesos, montar cadenas de frío y centro de acopio para preservar la calidad de las vacunas, invertir 1,3 billones en ventiladores mecánicos, monitores, bombas de infusión, camas UCI locales y desfribiladores (dispositivo que detecta cualquier latido cardíaco rápido y potencialmente mortal), y adecuar 3.676 de vacunación.
En medio del desconcierto que provocó la llegada del virus -el primer caso de contagio se reportó el 06 de marzo de 2020-, fue necesario reclutar expertos y convocar la solidaridad del sector privado.
Se hizo necesario diseñar sobre la marcha 76 protocolos de bioseguridad para cambiar la forma de relacionamiento y proteger la vida de los colombianos, crear 12 lineamientos de bioseguridad con el fin de proteger siete poblaciones vulnerables, entre ellos:
- Adulto mayor,
- Habitantes de la calle,
- Migrantes,
- Étnicos,
- Personas con discapacidades,
- Víctimas del conflicto armado.
Igualmente, se han incorporados 46 lineamientos que orientan el quehacer de los diferentes actores.
Debido a la necesidad de atender debidamente la pandemia, el gobierno se vio obligado a establecer protocolos para las IPS y Entidades Territoriales que van desde ventilación adecuada, áreas de trabajo limpio, instalaciones eléctricas que garanticen suplencia y condiciones técninas de seguridad para los equipos biométricos, reservas de agua y suministro de gases medicinales, hasta acceso y vestidor de personal, duchas personales del talento humano de salud y disponibilidad de áreas o ambientes de información de pacientes.
La Superintendencia Nacional de Salud, no solo ha realizado un gigantesco esfuerzo para modernizar, dotar y aumentar los hospitales intervenidos, sino que ha hecho un seguimiento estricto al Plan de Vacunación.
En el áreas tecnológica, el esfuerzo ha sido descomunal no solo en la compra de equipos sino en componentes como la telemedicina, exámenes de laboratorio domiciliarios y redes de monitoreo y seguimiento, entre otros.
Teleconsulta
Desde el mismo momento en que se decretó la cuarentena estricta y en consecuencia, la restricción a la movilidad para prevenir un mayor contagio del Covid-19, el gobierno expidió la resolución 521 de 2020 con el fin de continuar la prestación de los servicios de salud.
De esta forma se agilizaron los procesos para desarrollar la teleconsulta de usuarios Covid-19, pacientes con comorbilidades y adultos mayores y la formulación médica. Al 30 de juniio del presente año, se ascendió a 151 millones de atenciones.
Según el Ministerio de Salud, muchos pacientes crónicos tienen en casa un tensiómetro, glucómetro y otros equipos que, con el apoyo y cuidado del médico, mejoran la atención domiciliaria.
Igualmente, las cifras indican que se han entregado más de 21 millones de fórmulas médicas domiciliarias y se suministraron medicamentos a 1,3 millones de personas.
Por su parte, la Superintendencia Nacional de Salud, no solo ha impulsado un gigantesco esfuerzo para modernizar, dotar y aumentar los hospitales intervenidos, sino que ha hecho un seguimiento estricto al Plan de Vacunación, tramitado quejas y reclamos de los usuarios desde el territorio y liderado con los interventores brigadas de salud en sitios apartados y ha apoyado los procesos de socialización con diferentes comunidades.
Fuente: Publicación digital de la Superintendencia Nacional de Salud. Revista Monitor Salud. Ed. 06 (Julio – Septiembre), 2021
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