El doctor Carlos Alberto Agudelo, Director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, afirmó que aunque hay varios puntos en los que está de acuerdo con el proyecto de Ley 339 que pretende re-estructurar el sistema de salud, existen temas de forma y de fondo con los que discrepa profundamente.
Por Maricielo Acero R. – Editora Epicrisis
En el marco del seminario: ¿La propuesta del gobierno es la reforma en salud que Colombia necesita?, organizado por la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad Javeriana y la Universidad de los Andes.
El doctor Carlos Alberto Agudelo, Director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, afirmó que aunque hay varios puntos en los que está de acuerdo con el proyecto de Ley 339 que pretende re-estructurar el sistema de salud, existen temas de forma y de fondo con los que discrepa profundamente.
Para el profesor Agudelo, desde hace varios años se ha insistido, en que:
- El sistema de salud debe contribuir a mejorar la equidad social y en salud.
- En la necesidad de fortalecer la red pública de prestadores.
- La importancia de construir redes territoriales.
- El interés por consolidar la autonomía médica.
- La convivencia de abrir más canales de participación social y ciudadana.
Con respecto al primer punto, el Dr. Agudelo aclaró que es muy poco lo que un sistema de salud puede contribuir a mejorar la equidad social. “El sistema de salud está en una esquina, y en el centro se encuentran todas las interacciones de los demás factores que inciden en los determinantes sociales”, explica.
Pero si hay un punto que le preocupa, es que el proyecto de Ley, reduce la definición de salud al derecho a la salud, al tiempo que crea una confusa y fantasiosa dimensión del derecho a la salud como una dimensión de servicio público esencial, que se concreta con los bienes y servicios de atención e ignora la teoría económica básica de los bienes especiales y meritorios.
“Por primera vez en más de 30 años, me encuentro en la discusión sobre el concepto de salud y veo una apreciación que reduce todo el asunto al derecho que, sin dejar de ser importante, es mucho más amplia; el proyecto confunde dos aspectos, por un lado la salud, que en la teoría económica es un bien especial que no puede ser puesto en el mercado por las características que tiene, con los servicios de salud, que en esa misma teoría son bienes meritorios que sí son tratables. Y gran parte de la discusión del sistema de la salud, está ahí”, señaló.
¿Y las enfermedades de interés en salud pública?
El Director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, expresa que una propuesta de reforma al sistema de salud que pretende pasar por encima de Leyes como la 1122 o la 1438, y desarrollar la Ley Estatutaria de la Salud le faltó incluir un capítulo aparte de salud pública.
El proyecto de Ley 339 de la Cámara de Representantes propone un sistema preventivo y predictivo, que para el Gobierno Nacional implica garantizar la calidad de vida de los residentes en el territorio colombiano para cubrir de manera integral todos los factores que influyen en su salud.
Para el Dr. Agudelo, el eje central de la salud pública es cuidar y promover la salud y prevenir las enfermedades, pero en la propuesta gubernamental desaparece la promoción de la salud como política del modelo de atención y toma la estrategia de la Atención Primaria en Salud (APS), que es el ámbito más estrecho de la promoción de la salud.
“Pareciera que no se analizaron a fondo los modelos de APS conocidos y de los cuales hay que aprender. Premisas como que si se adoptan esquemas más sólidos desde el punto de vista preventivo se disminuye la demanda para la atención de la morbilidad, es una mera ilusión. Los países con mayor desarrollo de APS no son los mismos que tienen mayores logros en promoción de la salud; tanto los unos como los otros siguen siendo morbi-céntricos y hospitales céntricos altamente dependientes de la tecnología de alto costo y los medicamentos”, puntualizó.
Todo el movimiento de ciudades sanas de los últimos 30 años, han llevado a que esos países que avanzaron significativamente y de los cuales Colombia ha aprendido tanto en política de prevención como en el desarrollo de modelo de atención primaria en salud, siguen siendo morbi-céntricos, dijo el Director del Instituto de Salud Pública.
De igual forma, afirmó que se plantea un modelo que, además de los aspectos convencionales de la APS con capacidad resolutiva hasta el nivel de complejidad intermedia, asume dimensiones laborales, ambientales y territoriales, más allá del entorno de las familias y las comunidades, superponiéndose a las funciones de entidades territoriales, lo cual requería que estos centros de atención primaria se conviertan en una institución de mediana complejidad, una cuasi secretaría de salud para atender todos los aspectos que propone la reforma. “Como lo plantea el proyecto habría que tener muchos más recursos en términos de recurso humano, capacidad tecnológica, infraestructura y presupuesto”.
No hay claridad acerca de la sostenibilidad del sistema
Otras de las críticas que lanzó el director Agudelo, es que no diferencia los posibles tipos de modelos según el tipo de territorios y su desarrollo.
“No se trata de lo que después se puede ordenar por decreto, sino de conocer las características del país, para hablar de un modelo típicamente urbano o rural o de población dispersa. El articulado solo plantea que se debe diseñar el modelo con base en la diversidad geográfica y territorial, pero no considera la amplia experiencia territorial en promoción y prevención. En general, es una línea de trabajo con una visión bastante convencional de la atención primaria que deja por fuera todos los aspectos modernos de la tele-medicina y tele-salud; la prevención, por ejemplo, no se hace solamente con brigadas y visitas domiciliarias, se hace de muchas otras formas”, precisó.
Otra de las nuevas apuestas son las Redes Integradas e Integrales de Servicios de Salud (RIIS), que, según el documento, consiste en unconjunto de organizaciones que prestan servicios o hacen acuerdos para prestar atención a los pacientes.
Precisamente, otro de los desacuerdos que aludió el Dr. Agudelo está en la forma de resolver el problema institucional, puesto que crea unos 60 organizamos o instituciones que entran a operar en diferentes niveles y no es clara la delimitación de esas funciones.
“El proyecto contempla la proliferación de redes, pero no deja claro cómo se integran. Tampoco hace una estimación de los costos del sistema para la sostenibilidad a mediano y largo plazo, ni establece la gradualidad o la temporalidad de la transición”, manifestó.
En cuanto a la participación social y ciudadana, el profesor hizo una amigable advertencia al considerar que dicha participación está desbocada en el proyecto y aseguró que existen cerca de 17 formas distintas de incluir en la sociedad.
Por último, afirmó que existe una serie de apreciaciones ingenuas y vacíos insuperables con respecto al talento humano en salud porque sigue muy pegado al modelo de planeación indicativa del país, donde educación y salud y los demás sectores van cada uno por su lado, con el inconveniente de que el proyecto gubernamental no logra avanzar en ese sentido.
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