Determinantes sociales de vida, enfermedad y muerte en La Guajira
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Determinantes sociales de vida, enfermedad y muerte en La Guajira


“Haciéndole caso omiso a la sentencia 302 de 2017 de la Corte Suprema de Justicia, el hambre y la miseria, con la tijera de la muerte bien afilada de la Moira Átropos, siguen entrando todos los días, sin pudor, contentas y radiantes, por la puerta grande delantera a las UCI de Riohacha, Maicao, San Juan, Valledupar, Santa Marta y Barranquilla, dejando un tenderete de óbitos tepichi, burlándose del Estado social que, a su vez, desmandado, espantado y  humillado sale por la puerta chiquita de atrás llevando consigo, a rastras,  a la vida y a todos sus derechos fundamentales”


Por Stevenson Marulanda Plata Presidente Colegio Médico Colombiano

Se llamaba Perla. Tenía cinco años. Era una tepichi venezolana que, empujada desde aquel lado por el poder de la muerte y succionada de este por el tropismo de la esperanza de vivir, atravesó por la trocha, por un punto de esa línea perdida, imperceptible, recta y porosa, implacablemente imaginaria, que solamente se ve en los mapas de las fronteras, hasta llegar a Uribia, a cientos de kilómetros adentro, en estado de vida suspendida, o muerta en vida, o mejor dicho, químicamente muerta.

De ahí, motorizada, peleando la muerte con una vida sin importancia, dentro de su cuerpecito minúsculo, en la polvareda de caminos resecos y largos de amortiguadores rotos, funambulista en su frágil equilibrio metabólico, nutricional y electrolítico, llegó a Riohacha, y luego, atada a la vida por un hilito, casi muerta, casi viva, no se sabía, cruzó el Puente Pumarejo. ¡Ya era tarde! Perla fue uno de los muchos angelitos tepichi que se fueron para Jepira, el cielo wayuu en el ocaso broncíneo del Cabo de la Vela, muerta de hambre y de sed.

Dra. Carolina Corcho – Ministra de Salud y Protección Social – Dr. Stevenson Marulanda Plata – Presidente CMC – Foto: Archivo particular

Era el 2016, a la sazón yo, secretario de salud de La Guajira. Perla se murió en una UCI en Barranquilla. Los otros se despidieron en las de Riohacha, Maicao, San Juan, Valledupar y Santa Marta, y otros, nadie sabe cuántos, alzaron el vuelo como Remedios la Bella, desde el patio de su propia casa, el desierto profundo. Hoy, para burla de los magistrados de la Corte y su declaratoria de cosas inconstitucionales, allá en la Guajira arriba, la muerte no ha dejado de matar de hambre a los niños wayuu, y, como en Macondo, el tiempo, como decía Úrsula Iguarán, sigue dando vueltas en redondo como gallinazos haciendo círculos de hambre en el aire alistándose para intervenir los despojos cadavéricos de animales aventados recién muertos.

El fantasma que los esconde es la dilatada dispersión y la miseria.

Allá en La Guajira arriba, ¿conoces? Existe un casi inhabitable territorio indio. Un desierto de 15.000 kilómetros cuadrados de tierra sepia retostada y cuarteada por el astro rey y su inmenso calor. Allá, la miseria extrema y la muerte de niños por hambre, son autoridades supremas. Y esa canícula ocre es más grande que Israel y El Líbano, y que todos los departamentos del Eje Cafetero. Solamente la íngrima Uribia es dos veces más grande que el Departamento del Atlántico.

Dr. Stevenson Marulanda Plata – Presidente CMC y Ulahí Beltrán López Superintendente de Salud – Foto: Archivo particular

Son más de seiscientas mil desperdigadas almas cristianas, católicas, apostólicas y romanas, y  más de la mitad son tepichikana (tepichi: niño o niña, kana: plural, en wayunaiki, su lengua), desgaritadas en más de 47.000 borrosos kilómetros de madejas y ovillos de trochas de polvo, barro o charcos, según las veleidades del bruto tiempo, que enmarañan sin calles ni manzanas ni cuadras ni escuelas ni puestos de salud ni de trabajo ni alcantarillas ni electricidad ni agua corriente, excepto cuando las esquizofrénicas correntías  los ahogan en tiempos de lluvia, a más de veintidós mil míseros ranchitos de tierra y yotojoro (madera del cardón) en la zona rural de Uribia, a más de siete mil de Manaure, a seis mil de Riohacha, y a más de cinco mil de Maicao.

Sus verdugos: el hambre y la sed.

Las naciones unidas dicen que el 70% de los niños indígenas de Colombia sufren desnutrición crónica, señalando que hay peligro de extinción de comunidades por hambre. También dice que más de la mitad de los 1.37 millones de indígenas colombianos viven en la pobreza estructural.

Martha Peralta Epieyú – Senadora Wayuu y Dr. Stevenson Marulanda Plata – Presidente CMC

Marasmáticos y famélicos, igual a sus perros.

La nobleza de la piel, misericordiosa y humanitaria, tapiza sus huesitos como gallina arropando sus pollitos, es conmovedora. Arcos cigomáticos, fémures, peronés, tibias, sin grasa y apenas carne expuestos, casi rozando la intemperie, y sus dos rodillas, dos bolas protuberantes y brillantes como las de billar, y el eco resonante de sus costillitas, gritan sin radiografía ni TAC, el hambre desesperada a través de la maternal transparencia cutánea pidiéndole comida al sordo mundo implorando no ser materia prima de la facturación del alto costo de las UCI arijunas, (lo que no pertenece a la etnia) donde seguramente llegará Átropos, la mayor de las Moiras, y les cortará con su chirriante tijera el precario hilito que los une a la vida.

Niñas madres.

Los wayuu son polígamos y multíparos. Muchas madres son aún tiernas tepichi. De este modo, la alta mortalidad infantil es compensada por la alta natalidad. Esa sabia fertilidad los ha puesto a salvo de las fuerzas de la extinción del desierto, del hambre y de la corrupción arijuna, local y nacional.

Determinantes sociales de Salud.

Son un conjunto de factores que, sin ser enfermedades propiamente dichas, y lejos de las decisiones sanitarias, amenazan, acosan y atacan de manera continua, a mansalva y sin piedad cristiana, en un determinado ambiente sociocultural, económico, político y territorial, la salud de las personas, y de este modo, las ponen en penosas y críticas situaciones existenciales, exponiéndolas y haciéndolas vulnerables a las enfermedades, y de esta forma, estimulan a la muerte a ejecutar su trabajo letal, tal como le sucedió a Perla y a toda esa nula inocencia tepichikana; errores humanos en medio de la nada, que ya viven sin miedo y sin dolor en Jepira.  

Comisión Intersectorial Nacional de Determinantes de Salud.

El borrador de proyecto de reforma al sistema de salud propuesto por la sociedad civil que, como documento de trabajo, estamos revisando en ACUERDOS FUNDAMENTALES (junta de 12 organizaciones de profesionales de la salud que queremos implementar la Ley Estatutaria de Salud), y del cual el Gobierno espera su versión definitiva para revisarlo, ajustarlo y presentarlo el próximo año al Congreso de la República, tiene la buena intención —que aplaudimos y apoyamos—, de resolver de fondo la trágica y dramática cuestión tepichikana y de toda la Colombia profunda, al insertar un articulado especial sobre los determinantes sociales de la salud, así:

Artículo 10. El presidente de la República creará por decreto la Comisión Intersectorial Nacional de Determinantes de Salud integrada por todos los ministros del gabinete.

Artículo 11. La Comisión analizará, concertará, coordinará e incluirá en cada proyecto del Plan Nacional de Desarrollo la destinación de los recursos para incidir sobre los determinantes de salud, los cuales serán incluidos en los presupuestos plurianuales consignados en el precitado Plan Nacional de Desarrollo.

El cantor de Fonseca.

Alguien me dijo de dónde es usted que canta tan bonito esa parranda, si es tan amable tóquela otra vez quiero escuchar de nuevo su guitarra…

Allá, al centro de La Guajira fue a dar la ministra de salud, a la festiva y caliente tierra del Cantor, mía y de Francisco El Hombre, el hombre que, con su viejo y precario acordeón, de una sola hilera de botones, notas sacras tocadas al revés y una decisión como la de David frente a Goliath, derrotó al Diablo. Así llegó Carolina a La guajira, investida de la decisión irrevocable, como la de Francisco El Hombre, de derrotar a jamushiri, (hambre en wayunaiky). Es que no hay un solo discurso donde Carolina Corcho, con un cariño casi maternal, no se refiera a la desnutrición y a la muerte de los niños de La guajira. Así lo volvió a remachar ese soporífero 14 de octubre en Fonseca. Además, la acompañaba el superintendente Wlahy Beltrán y la senadora wayuu Marta Peralta Epieyú de la Comisión Séptima de Senado, quienes también fueron contundentes en esta cruzada.

Las tres Moiras (mitología griega) cortaban con una tijera el hilo de la vida de cada mortal en cualquier momento, según su capricho, desde el nacimiento hasta su muerte.

Óigame compa usted no es del Valle, del Magdalena ni de Bolívar

La lejana Guajira, solamente de enero a agosto de este año, por una red capilar de tubos ha vertido a todo el país 30.000 millones de pies cúbicos de gas. De igual manera, Cerrejón al terminar este 2022, exportará 30 millones de toneladas de carbón y entregará al país, por impuestos y regalías, 14 billones de pesos, sin embargo, nuestros determinantes sociales siguen imperturbables.

Ojalá el Congreso apruebe la Comisión Intersectorial de Determinantes de Salud y se incluya en el Plan Nacional de Desarrollo, los recursos para que un solo misericordioso tubo, UNO SOLO, lleve agua de la represa del Ranchería a la tierra tepichikana. Eso prometió el señor presidente en cierta visita de campaña que hizo a La Guajira.


Referencias

  1. Carta abierta a Alejandro Gaviria, ministro de salud. Marzo de 2017.
  • El hambre wayuu no es una opción sino una fatalidad arijuna.
  • Los wayuu necesitan pasar de la asistencia a la soberanía alimentaria.
  • El hambre wayuu

https://www.google.com/search?q=el+hambre+wayuu+stevenson+marulanda+plata&rlz=1C5CHFA_enCO954CO955&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwizhZm4y7z6AhWOSjABHde3DxQQ_AUoAXoECAEQAw&biw=2560&bih=1176&dpr=2

  • Foro el hambre wayuu. Academia Nacional de Medicina.
  • Atención Primaria en Salud en La Guajira: El cuento del Gallo Capón

7.    Muertes de niños wayuu requiere declaratoria de emergencia

https://lajornadacaribe.blogspot.com/2016/09/muertes-de-ninos-wayuu-requiere.html

8.     El hambre wayuu

https://www.laorejaroja.com/el-hambre-wayuu/

9.    Ni con vacunas, suplementos y menos en una UCI se cura el hambre 

https://lajornadacaribe.blogspot.com/2017/09/ni-con-vacunas-suplementos-y-menos-en.html


octubre 28, 2022

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