Científicos israelíes han creado los primeros “embriones sintéticos” del mundo.
Utilizaron células madre de ratón para crear embriones, los nutrieron en un “útero” artificial y los cultivaron durante 8½ días, aproximadamente el equivalente a tres semanas de un embarazo humano.
Su investigación, que se publicó en la revista Cell la semana pasada, está siendo aclamada por los científicos como un avance innovador.
Dentro de los diminutos embriones de ratón, los investigadores pueden ver los órganos en desarrollo.
“Consideramos que el embrión es la mejor bioimpresora 3D”, dice Jacob Hanna, del Instituto de Ciencias Weizmann, a MIT Technology Review.
“Es la mejor entidad para hacer órganos y tejidos adecuados”.
Los embriones de ratón desarrollaron corazones que latían, sangre que fluía, tractos intestinales y pliegues craneales en el cerebro, a pesar de que fueron creados desde cero en una placa de Petri.
“Este experimento tiene enormes implicaciones”, dice Bernard Siegel, de la Cumbre Mundial de Células Madre, un grupo que aboga por la medicina regenerativa. “Uno se pregunta qué mamífero podría ser el siguiente en la fila”.
Obviamente, el siguiente mamífero es el homo sapiens.
Las ambiciones del Dr. Hanna son inmensas. El objetivo final de su nueva empresa, Renewal Bio, es “hacer que la humanidad sea más joven y saludable aprovechando el poder de la nueva tecnología de células madre” para resolver dolencias como “infertilidad, enfermedades genéticas y longevidad”.
Él cree que habrá un gran mercado para los productos derivados de embriones humanos sintéticos. El sitio web de Renewal Bio explica:
“Desde el cambio de siglo, las naciones desarrolladas han visto una tendencia clara: disminución de las tasas de natalidad y rápido envejecimiento de la población. Con importantes implicaciones socioeconómicas, esta tendencia amenaza con trastornar los sistemas de salud, los programas de jubilación y la fuerza laboral en todo el mundo. Al comienzo de la vida, esto se demuestra con un aumento del 5 al 10 % en los tratamientos de infertilidad de las parejas estadounidenses cada año. Hacia el final de la vida, estos problemas se manifiestan en poblaciones que envejecen rápidamente y aumentan los costos de atención médica. En los EE. UU., el envejecimiento de la población está impulsando un aumento del gasto nacional en salud a una tasa del 5,5 % anual, y se espera que alcance más de $6 billones anuales para 2027.
“La visión de la compañía es ‘¿Podemos usar estas entidades embrionarias organizadas que tienen órganos tempranos para obtener células que se pueden usar para trasplantes?’. Lo vemos como quizás un punto de partida universal”, dijo el Dr. Hanna a MIT Technology Review.
Lo que tiene en mente es reiniciar el sistema inmunológico de los ancianos creando sangre a partir de un embrión. O hacer crecer un embrión femenino hasta que se formen las gónadas y se puedan recolectar los óvulos. En otras palabras, el Dr. Hanna y sus colegas quieren extraer embriones humanos que han sido hechos a medida para sus clientes.
También afirman que su método de producción de “embriones sintéticos” también crea la placenta y el saco vitelino que rodea al embrión. Esto sugiere que tal vez un bebé podría llegar a término en un útero artificial sin necesidad de una madre.
Pero, ¿serían realmente humanos estos “embriones sintéticos”? Hanna descarta la idea. “No estamos tratando de hacer seres humanos. Eso no es lo que estamos tratando de hacer”, dijo a MIT Technology Review. “Llamar mini-yo a un embrión de 40 días simplemente no es cierto”.
Sin embargo, la Dra. Hanna no es una filósofa. Es solo un técnico talentoso que juega con estructuras biológicas. Si es humano o no, no es su decisión. Aunque el embrión no haya sido concebido naturalmente, podría convertirse en un ser humano si fuera transferido a una matriz.
En este momento, los científicos citados en los medios insisten en que los “embriones sintéticos” definitivamente no son embriones. Como escribió la científica australiana de células madre Megan Munsie en The Conversation: “Replican solo algunos aspectos del desarrollo, pero no reproducen completamente la arquitectura celular y el potencial de desarrollo de los embriones derivados después de la fertilización de los óvulos por el esperma, los llamados embriones naturales”.
Pero incluso si esto es cierto, el objetivo final de la Dra. Hanna parece ser crear “embriones sintéticos” que sean lo más parecidos posible a los “embriones naturales”. Si inicialmente no son humanos, ¿podrían convertirse en humanos más adelante, a medida que avanza el campo?
Con tantas incógnitas, la necesidad de regulación de esta nueva tecnología es urgente.
Fuente: BioEdge
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