Unión sindical, la clave para abolir la esclavitud de los profesionales de la salud
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Unión sindical, la clave para abolir la esclavitud de los profesionales de la salud


Frente a la agudización de la crisis laboral que afrontan los médicos desde finales del siglo pasado, los sindicatos emergieron para reivindicar el ejercicio de la medicina y mejorar las condiciones laborales de un oficio que está totalmente intervenido por terceros. Después de poner el pecho en esta emergencia, el llamado es a unir fuerzas para hacer valer su trabajo y el derecho a la salud de toda la población.


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La pandemia desencadenada por el Covid-19 mostró las verdaderas condiciones laborales que tienen los médicos en Colombia, al tiempo que puso al límite la capacidad del sistema de salud, con la presión asistencial que se ha venido encrudeciendo con los años.

Durante las últimas décadas, una, por no decir la que más, de las profesiones liberales que se vio perjudicada por la Ley 100 de 1993 fue la medicina, con la llamada socialización de la salud, que se tradujo en comercialización de la salud, instaurada con la premisa de que la libre oferta y demanda del mercado se encargaría de resolver los problemas de la calidad de la atención sanitaria y abriría la posibilidad de tener mayor competencia y libertad de elegir.

Jorge Enrique Enciso – Presidente de la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos

25 años después la realidad es muy diferente a la imaginada. El modelo del mercado de la salud llevó al cierre de varios hospitales públicos que no pudieron mantenerse a flote en la competencia con los privados, las deudas entre los prestadores del sistema siguen creciendo, los insumos médicos escasean a lo largo y ancho del territorio nacional, y ya no son noticia las denuncias de hechos de corrupción y apropiación de recursos del sector que ha conducido a la pauperización de las condiciones laborales de los profesionales de la salud.

Con el objetivo de defender la profesión con remuneraciones y condiciones de trabajo que dignificaran el ejercicio de la medicina, a mediados de 1958 se creó la Asociación Médica Sindical Colombiana (Asmedas), que en un comienzo agrupó solo a los médicos del departamento de Antioquia de las diferentes instituciones públicas y privadas.

Según el doctor Jorge Erique Enciso, médico gineco-obstetra y presidente de la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos, en la actualidad existen más de 30 sindicatos y aproximadamente tres mil galenos sindicalizados.

“El incentivo para que subsista cada una de estas agrupaciones médicas no es otro que tratar de que los médicos desempeñen su trabajo en forma digna. Eso significa que los profesionales en medicina tengan un contrato laboral directo, dado que se trata de una profesión de tipo misional. En este momento quienes ejercen la medicina son contratados bajo formas fraudulentas o encubiertas de contratación que no respetan la legislación laboral vigente. Nos encontramos sometidos al pluriempleo, que raya en la esclavitud. La asociación sindical propende por conseguir jornadas de trabajo acordes a nuestro oficio y responsabilidad, tal como están estipuladas por la Organización Internacional del Trabajo, (OUT), a las cuales nuestro país se adhiere”.

La garantía del derecho a la salud, que cobija tanto a pacientes como al Talento Humano en Salud requiere de una política articulada entre las cabezas responsables del Estado y de las distintas profesiones sanitarias. Sin embargo, agrega el doctor Enciso, para nadie es un secreto que las ESE son menos del 20 por ciento de las IPS y que el Gobierno no puede obligar a estas últimas a que contraten a los médicos de una manera directa pese a ser personal misional. Otro gran problema es que tanto los médicos como los demás trabajadores de la salud no cuentan con un régimen laboral y de seguridad social que humanice la labor que desempeñan y que termine con la fragmentación propia del modelo de salud imperante.

“La Ley 1164 de 2007 estableció que deberían de existir unos pisos tarifarios que hasta la fecha no se han actualizado. De igual forma, la Ley 23 de Ética Médica de1981 ordenó que todo médico debería recibir remuneración por su trabajo, lo cual constituye su medio normal de subsistencia. Más adelante, en 2015, la Ley Estatutaria de la Salud, en el artículo 18 reconoció que el médico tendría que tener condiciones laborales justas y dignas, con estabilidad y facilidades para incrementar sus conocimientos de acuerdo con las necesidades institucionales. Nada de lo establecido en las leyes mencionadas se ha logrado convertir en realidad. Hoy en día, el trabajo del médico solo beneficia a terceros que lo explotan comercial y económicamente, en parte porque la misma legislación le prohibió a las asociaciones científicas sentarse a negociar las tarifas honorarias y las condiciones laborales de los facultativos que representan”.

Y, lo más grave, señala el doctor, es que durante la pandemia muchos no recibieron los insumos de bioseguridad ni siquiera los meses de sueldo que les adeudan; siguieron trabajando, arriesgando la propia vida y la de sus familias por vocación y en cumplimiento de su responsabilidad.

A mejores condiciones laborales, mejor atención en salud.

Algo que el Covid-19 dejó claro es que el sistema de salud es extremadamente frágil, paquidérmico y que está terriblemente fragmentado. Prueba de ello, explica Enciso, es que hasta los mismos sindicatos han contribuido a profundizar dicha brecha porque no han sido capaces de reconocer que a pesar de que son un solo gremio cada una de las instituciones tiene una función o rol especifico. “No hemos podido entender y respetar la autonomía e independencia en medio de la paridad de nuestro trabajo. De ahí que el sistema esté compuesto por obreros de la salud altamente calificados y muy mal remunerados, prácticamente avasallados”.

Otra verdad que quedó demostrada con la pandemia es que si Colombia quiere tener una medicina de calidad, accesible a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones para garantizar el derecho a la salud, y por lo tanto intervenir en las condiciones de su estructura y del ejercicio de su prestación, es urgente que comience a resolver las necesidades que tienen los que están en la base de la pirámide y son la puerta de entrada al sistema: los trabajadores de la salud. El Estado, dice el doctor Enciso, debe asegurar los presupuestos para que los profesionales la ejerzan con dignidad, decoro y justicia. En cuanto a los gremios médicos, el dirigente sindical reconoce que es hora de despertar para obrar con coherencia y ser consecuentes con la triste situación laboral que sufren los profesionales de la salud, y que bien les ha merecido el reconocimiento de héroes nacionales. “Si algo positivo tuvo la pandemia es que obligó a que el gremio médico al fin se pellizcara y se diera cuenta de la explotación y dominación que caracteriza al actual modelo de salud. Incluso algunos colectivos que se hacen llamar sindicatos se han convertido en organizaciones de lucro que tercerizan el trabajo de los médicos y se aprovechan de la necesidad ajena. Ojalá sea el momento de abolir esas prácticas ilegales y de llegar a acuerdos mediante el diálogo que mejoren la situación con un régimen laboral y de seguridad social especiales, para no tener que recurrir a una huelga”.

Con lo aprendido en estos dos últimos años, el doctor Enciso cree que hay que amparar la creación de sindicatos por especialidades para conseguir avances sustanciales por cada especialidad, pero sin sacrificar el bienestar de los demás colectivos. “La Federación Colombiana de Sindicatos Médicos, (Fecolmed), considerado un sindicato de segundo nivel, actualmente reúne a 26 movimientos de diferentes especialidades y de médicos generales. El sueño es poder construir la Gran Confederación de Sindicatos de los trabajadores de la salud, que sería una agrupación de tercer nivel y se convertiría en uno de los más poderosos del país”.

Por último, el dirigente sindical considera que los médicos tienen que dejar la indiferencia, el individualismo y salir de la miopía para ver más allá y trabajar por el bien común. “Los sindicatos estamos habilitados paras negociar y obtener remuneraciones justas, con jornadas laborales decentes y defender al trabajador médico en todos los ámbitos laborales en los que se desempeña. ¡Es por un derecho fundamental!”

mayo 31, 2021

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