Durante la cuarentena los estudiantes de medicina han vivido un cambio en su aprendizaje académico como futuros médicos profesionales de este país.
Por Jenny Alejandra Gómez Carreño – Estudiante de Medicina
Hasta antes de la pandemia el programa de medicina era cien por ciento presencial debido a la importancia de sus prácticas clínicas y el simular tener que tratar directamente con el paciente. La base fundamental de un diagnóstico correcto es la elaboración de una buena historia clínica, y parte de la clínica de un paciente se basa en el examen físico.
Para muchos estudiantes la semiología fue una de las asignaturas que más se vio afectadas por la pandemia, pues muchas instituciones educativas tuvieron que reinventarse y diseñar una metodología virtual para continuar con las clases y no interrumpir la continuidad de quienes se encontraban estudiando.
Lo cierto es que este tiempo de pandemia va a dejar muchos vacíos académicos en los futuros profesionales de la salud, ya que el riesgo a contraer el SARS- COV 2 durante todos estos meses ha sido inminente. Esto obligó a la cancelación de prácticas presenciales de los estudiantes inscritos en los primeros semestres y muchas de estas prácticas fueron efectuadas de forma virtual.
Algunas instituciones empezaron a reprogramar las prácticas de estos estudiantes paulatinamente y con las medidas de bioseguridad de necesarias, pero hay quienes aún siguen en la incertidumbre de saber lo que va a pasar con las prácticas pérdidas durante este periodo académico.
Por otro lado, encontramos aquellos estudiantes de medicina que pese a la pandemia no pararon y sirvieron de apoyo para descongestionar muchos de los servicios; fueron los estudiantes de medicina de último año conocido como el internado, quienes por medio del convenio docencia servicio estuvieron presentes, aunque no se les permitió tratar pacientes Covid.
Para estos estudiantes que se encontraban en su año de internado fue la oportunidad para terminar de afianzar conocimientos, pese a que tampoco pudieron realizar sus prácticas adecuadamente durante este tiempo de pandemia.
Por ejemplo, no se les permitió realizar ciertos procedimientos que como estudiantes de medicina de ultimo año antes solían hacer en compañía de un médico profesional como entubar e incluso pasar algunos tubos de tórax.
En muchas instituciones se les restringió el ingreso a salas de cirugía debido a que hay manipulación de la vía área, en otras se les prohibió hacer el examen físico a los pacientes por el riesgo de contagio.
Pese a la situación, encontramos que en otras plazas de internado se presenció un panorama diferente: los internos fueron el soporte para cubrir aquel talento humano en salud que salía de curso, bien fuera por sospecha de Covid o confirmación de este, razón que les obligó a cumplir funciones por fuera de lo establecido en el convenio docencia servicio.
Es evidente que la economía y muchos otros sectores se han visto seriamente afectados por el actual problema de salud pública, también se han restringido y cerrado servicios de salud para evitar que el sistema de salud colapse.
Pero lo más absurdo es que, sin importar la crisis que estamos afrontando y la disminución de los ingresos, las facultades de medicina se den el lujo de cobrar el semestre como si lo estuvieran dictando de forma presencial, cuando realmente se está tomando de forma virtual.
En las actuales circunstancias un semestre de medicina en Colombia en la universidad más económica supera los diez millones de pesos, monto que no se compadecer con las competencias que los programas de medicina están ofreciendo debido al plan de contingencia. Solo unas muy pocas universidades fueron coherentes y realizaron el debido descuento, lo cual debería ser ejemplo para todas las demás, ya que los gastos de una clase virtual son inferiores a las clases presenciales con prácticas en hospitales.
La invitación es que nosotros, como Asociación Colombiana Medica Estudiantil, tengamos en cuenta las múltiples quejas e inconformidades que hemos recibido por parte de los estudiantes de medicina con respecto al valor de las matrículas.
Los ministerios de Educación y de Salud deben escuchar el clamor de los estudiantes de medicina, pues no solo se les debe tener en cuenta en los momentos de crisis para graduarlos anticipadamente como en su momento lo autorizó el Gobierno para mitigar el tema de la pandemia.
También se debe valorar a los estudiantes de medicina que están en último año y que sirven a la sociedad como cualquier médico, ya que son el gran apoyo de estos facultativos y de los residentes de diferentes especialidades.
No se puede ignorar que además del Covid a diario se presentan muchas otras enfermedades crónicas, incluso con complicaciones.
Los estudiantes del área de la salud conforman un grupo diferente al de otras carreras, ya que se preparan para salvar vidas. Y como la vida no es un juego virtual, se debe hacer seguimiento y vigilancia a la forma en que se dictan estos programas académicos en medio de la virtualidad y adoptar las medidas necesarias en medio de la pandemia para que no se afecte la calidad de la formación del talento humano en salud.
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