Por Natalia Morales Fonseca. MD – Especialista en Neuropediatría de la Universidad Nacional de Colombia – Profesora en la Unidad de Neurociencias de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud en la Universidad del Rosario – Email: nataliai.morales@urosario.edu.co / Juan Pablo Polanía Falla. MD – Especialista en Neuropediatría de la Universidad Nacional de Colombia – Neuropediatra de la Fundación Hospital de la Misericordia, Bogotá. Email: jppolaniaf@gmail.com
Conflicto de Interés: Natalia Morales Fonseca se desempeña como Medical Science Liaison en PTC Therapeutics Inc; sin embargo, ni PTC Therapeutics Inc ni ninguna otra entidad comercial estuvo involucrada en la redacción de este artículo.
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La pandemia causada por el SARS-CoV2 generó múltiples retos para el sistema de salud, no sólo en términos de la atención a la población afectada por el COVID-19, sino también para el manejo de otras patologías. Según un reporte de la OMS, publicado en junio de 2020, la situación global actual ha trastornado el funcionamiento de los servicios de prevención y tratamiento de enfermedades no transmisibles, especialmente en países de bajos ingresos (1).
Dentro de las enfermedades no transmisibles, las Enfermedades Neuromusculares (ENM) constituyen un grupo de patologías complejas, crónicas y, en la mayoría de los casos, progresivas y con alto grado de discapacidad. Si bien no se ha demostrado que los pacientes con Enfermedades Neuromusculares presenten un mayor riesgo de contraer la infección por SARS-CoV2 (2), sí existe en estos pacientes un mayor riesgo de complicaciones por COVID-19, teniendo en cuenta características propias de la enfermedad (como debilidad de los músculos respiratorios o compromiso cardiaco), comorbilidades o esquemas de tratamiento específicos que generan inmunosupresión (3).
A partir de la observación de múltiples casos se han logrado establecer las principales complicaciones neuromusculares derivadas del COVID-19 (Tabla 1.) y se ha determinado que el riesgo de un curso severo de la infección es alto o moderado en la mayoría de los casos de ENM preexistentes, sin embargo, dado que son un grupo de patologías heterogéneas, este riesgo varía de acuerdo con el tipo específico de patología (Figura 1.) (4)
Teniendo en cuenta estas consideraciones, se han establecido múltiples recomendaciones y guías para el manejo de pacientes con Enfermedades Neuromusculares durante la pandemia de COVID-19, enfocadas en el seguimiento de la ENM, la prevención de la infección por SARS-CoV2, el manejo en el servicio de urgencias y el tratamiento de las posibles complicaciones por COVID-19 en estos pacientes (5).
Con el fin de disminuir el riesgo de contagio por SARS-CoV2 en pacientes con ENM, se recomienda limitar la asistencia a instituciones hospitalarias, a menos que el motivo de consulta constituya una urgencia o que exista un riesgo de suspender el tratamiento previo; para continuar con el adecuado seguimiento de estos pacientes es recomendable que los médicos tratantes, fisioterapeutas y demás miembros del personal de salud encargados de su atención establezcan comunicación con los pacientes y cuidadores a través de telemedicina (2) (6).
Con respecto a los medicamentos con efectos inmunosupresores para el tratamiento de las ENM, se recomienda continuar de forma ininterrumpida su administración en ausencia de síntomas de COVID-19 a fin de evitar recaídas o progresión de la enfermedad neuromuscular de base, y se hace especial énfasis en el manejo con esteroides, pues esta terapia no debe ser suspendida de forma abrupta dado el alto riesgo de insuficiencia suprarrenal aguda; así mismo, no está contraindicado el inicio de terapia inmunosupresora en pacientes con Enfermedades Neuromusculares en el contexto de la pandemia.
En caso de contraer la infección por SARS-CoV2, se recomienda continuar con el tratamiento con corticoides, pues existe evidencia de que incluso pueden mejorar la tasa de mortalidad en otros síndromes respiratorios similares como el SARS o el MERS; con respecto a otros inmunosupresores, no existe actualmente suficiente evidencia para establecer una recomendación sobre su continuidad en los pacientes contagiados por COVID-19, por lo tanto la decisión de suspenderlos debe ser tomada por el médico tratante teniendo en cuenta cada caso particular (6).
En la Figura 2 se contemplan las principales recomendaciones realizadas por diversas Asociaciones Científicas y grupos de profesionales en el manejo de pacientes con Enfermedades Neuromusculares.
Bibliografía
1. World Health Organization. The impact of the COVID-19 pandemic on noncommunicable disease resources and services: results of a rapid assessment. [Online] Jun 2020. [Cited: Jan 14, 2021.] https://apps.who.int/iris/handle/10665/334136. ISBN 978-92-4-001029-1.
2. Neuromuscular Diseases Care in the Era of COVID-19. Recasens B., y Rubio M. Article 588929, 2020, Frontiers in Neurology, Vol. 11.
3. Neuromuscular diseases and Covid-19: Advices from scientific societies and early observations in Italy. Angelini C., y Siciliano G. 2020, European Journal of Translational Myology, pp. 286-290.
4. COVID-19 and neuromuscular disorders. Guidon A., y Amato A. 2020, Neurology, pp. 959-969.
5. European Reference Network for Rare or Low Prevalence Complex Diseases. Network: Neuromuscular Diseases (ERN EURO-NMD). COVID-19 and people with neuromuscular disorders: World Muscle Society position and advice. [Online] Nov 30, 2020. [Cited: Jan 15, 2021.] https://ern-euro-nmd.eu/ern/wp-content/uploads/2020/12/WMS-COVID-19-advice-updated-1-12-2020.pdf.
6. Guidance for the care of neuromuscular patients during the COVID-19 pandemic outbreak from the French Rare Health Care for Neuromuscular Diseases Network. Solé G., Salort-Campana E., Pereon Y., Stojkovic T., Wahbi K., Cintas P., Adams D., Laforet P., Tiffreau V., Desguerre I., Pisella L.I., Molon A., Attarian S. the FILNEMUS COVID-19 study group. 2020, Revue Neurologique, pp. 507-515
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