La cultura humana es puro aprendizaje, y depende de la capacidad mental del cerebro Homo Sapiens, que no solamente es innata, sino también hereditaria.
Por Stevenson Marulanda Plata
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Lo que quiero decir es que naturaleza humana y cultura humana son indivisibles. La cultura humana no se puede desnaturalizar, es decir, no se puede deshumanizar. De igual manera, la mente humana tampoco se puede des culturizar, a no ser que uno viva íngrimo desde el parto en una isla.
La base, los rieles por donde se desplaza la cultura humana y sus comportamientos, tiene fundamentos irremediablemente biológicos: emociones, sentimientos, deseos, ganas, gustos, pasiones, gratificaciones, miedo, dolor, fobias, instintos, vergüenza, memoria, conciencia, libre albedrío, inteligencia, arte. etc. etc.
Todos estos motores biológicos son los que impulsan nuestras conductas humanas, y vienen codificadas en nuestros genomas, heredadas generación tras generación, e instaladas como chips neuronales en nuestro cerebros.
Ya sabemos por ejemplo, que el chip de los deseos se llama núcleo accumbens, el del miedo amígdala cerebral, el de las emociones y sentimientos sistema límbico, el centro de la memoria hipocampo, el de la inteligencia corteza cerebral, el del lenguaje y su gramática áreas de Broca y de Wernicke fabricadas por el gen FOXP2 en la corteza parietal izquierda, el del arte incluyendo la música en la corteza derecha, y muchos más.
En este sentido, natura y cultura, igual que cuerpo y mente, se deben entender como un ente monista (una sola cosa), y no dualista (dos cosas distintas) como equivocadamente pensaba Descartes: que la mente era otra cosa distinta del cuerpo .
Los humanos nos comportamos como humanos porque tenemos naturaleza de humanos, la cual viene encriptada en nuestro genoma (todas las instrucciones genéticas que hacen posible la fabricación desde cero de un nuevo ser, su funcionamiento, supervivencia y reproducción).
Los chimpancés, las gallinas, los insectos, los peces, las aves, las vacas, los sapos y ranas etc. tienen comportamientos propios de ellos, porque tienen un cerebro propio de ellos, que se los montó en sus propias cabezas, sus también propios genomas, exclusivos, también, de sus propias especies.
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