Las TICs entraron a los consultorios y clínicas para profundizar y transformar lo que ya veníamos haciendo.
Por Alveiro Enrique Quintero Gómez – Chief Innovation Officer Gestión I+D+i
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Estamos atravesando por un momento realmente doloroso y asombroso. El primer adjetivo, doloroso, debido al impacto en la salud en todo el mundo, especialmente, en Colombia por las personas que han sido afectadas por la pandemia producida por el virus SARS-CoV-2 y la COVID 19.
También doloroso por el incalculable impacto económico, consecuencia de las decisiones de prevención y cuidado de las personas con el fin de evitar las aglomeraciones y el contacto físico mientras se gana tiempo para conocer mejor el comportamiento del virus, entender la enfermedad y lograr el desarrollo de la primera vacuna. Sin duda, las medidas adoptadas demuestran el alto impacto que tiene el sistema de salud en la economía de una nación, no solamente por tener la responsabilidad de mantener a la población sana, sino además económicamente activa.
El segundo adjetivo, asombroso, a causa de la aceleración del cambio cultural que se está gestando en la dinámica social y, particularmente, en el sector de la salud. En toda esta transformación la tecnología adquiere un papel aún más protagónico, en razón a que se ha convertido en la mano derecha para el desarrollo de estrategias que permiten a los gobernantes tener mayor entendimiento, anticiparse a los hechos en la toma de decisiones y modificar la articulación del sector y la vida de los ciudadanos.
Ya Epicrisis desde la décima edición lo venía anunciando y advertía que las nuevas tecnologías jugarían un papel preponderante en la prestación de los servicios de salud, pero la llegada repentina del COVID 19 aceleró el proceso e impulsó a la toma de nuevas decisiones por parte del Gobierno y de los actores del sector salud.
En esta ocasión solo mencionaré una de las oportunidades que ha emergido en medio de la pandemia y que amerita un seguimiento detallado con el contar de los días.
Las TICs entraron a los consultorios y clínicas para profundizar y transformar lo que ya veníamos haciendo.
El cierre temporal y el impedimento de la consulta presencial motivó a los profesionales de la salud a buscar la forma de conectarse con sus pacientes y poder continuar con la prestación de los servicios.
Por fortuna, finalizando el 2019 el Ministerio de Salud emitió la resolución 2654 con una breve pero clara hoja de ruta acerca de lo que los profesionales de la salud podíamos hacer en estos tiempos.
La ley 1419 de 2010, la resolución 2654 y la 3100 del mismo año, definen la telemedicina como “la provisión de servicios de salud a distancia en los componentes de promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación por profesionales de la salud que utilizan tecnologías de la información y la comunicación que les permite intercambiar datos con el propósito de facilitar el acceso y la oportunidad en la prestación de servicios a la población que presenta limitaciones de oferta de acceso a los servicios de ambos en su área geográfica”.
En términos prácticos, la telesalud y la telemedicina se convierten en la forma en que el paciente puede tener contacto con la institución prestadora de salud, por medio de un canal o plataforma de comunicaciones definida, lo que acaba con las barreras de la distancia, al tiempo que favorece el aislamiento, evita nuevos contagios y la posibilidad de la infección cruzada.
El problema es que muchos profesionales aún desconocen que para poder aplicar la telesalud y la telemedicina se debe cumplir el marco normativo con el fin de que tanto el profesional como el paciente y la institución estén protegidos; así mismo, es importante diferenciar los conceptos, las funciones y las obligaciones de telesalud y telemedicina, con el fin de que los profesionales puedan implementarla, con el convencimiento de que quedará como apoyo al trabajo que realizamos, ya que el COVID-19 agilizó la práctica de la telemedicina como nuevo modelo de prestación de servicios.
El siguiente cuadro comparativo define y presenta algunas diferencias entre telesalud y telemedicina. Para mayor información recomiendo lectura de las resoluciones 2654 y la 3100 de 2019.
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