Recientemente la Academia Nacional de Medicina organizó un foro para analizar las competencias del médico general y los obstáculos que afronta para ejercer autonomía.
Por Dr. Roberto Baquero Haeberlin – Expresidente Colegio Médico Colombiano
El escenario sirvió para discutir el estado actual del médico general y la necesidad de reconocer que estos profesionales son indispensables para promover la atención primaria en salud y garantizar el bienestar de la población.
Uno de los principales problemas que afligen a los médicos generales es la falta de reconocimiento motivada por la baja resolutividad que tienen, y la poca valoración que se le da al papel que juegan dentro del sistema de salud. Con 63 programas de formación que gradúan cerca de 6 mil médicos al año, muchos no tienen la posibilidad de conseguir un trabajo con remuneración justa o de entrar a un programa de especialización médico quirúrgica.
A pesar de los seis años de formación y experiencia, muchos médicos generales luchan por encontrar un trabajo estable y, a menudo, reciben salarios insuficientes por sus servicios.
La pérdida de autonomía es otro factor que ha contribuido al debilitamiento de la profesión. los médicos generales, que alguna vez fueron considerados el pilar del sistema de salud y los principales responsables de la toma de decisiones en la prestación de atención médica, en este momento están cada vez más regalados a un papel más subordinado.
En el foro se resaltó la importancia de recuperar la dignidad y la autonomía del médico general, ya que estas cualidades son esenciales para generar credibilidad, confianza con los pacientes y, por supuesto, brindar una atención de calidad.
En esa misma dirección, se mencionó que las competencias del médico general merecen reevaluarse con frecuencia debido al cambiante panorama demográfico. Con una población cada vez más longeva, diversa y compleja, el médico general debe estar en capacidad de adaptar sus habilidades y conocimientos para satisfacer las necesidades específicas de las distintas poblaciones.
Los efectos de esta problemática han tenido un gran impacto. En primer lugar, los pacientes sufren una falta de adherencia a los tratamientos, rotaciones o a la terminación del contrato por prestación de servicios. En segundo término, la alta tasa de rotación entre los médicos generales lleva a una pérdida de confianza en la relación médico y paciente, ya que los pacientes frecuentemente se enfrentan a caras nuevas, deven repetir exámenes de diagnóstico una y otra vez, y probar tratamientos distintos.
En tercer lugar, el ambiente de alta exigencia, el miedo y la incertidumbre ha amenazado la salud mental de estos profesionales. La sobrecarga laboral y el temor constante a que no se les renueve el contrato laboral, a ser demandados o a no poder pagar los créditos adquiridos para estudiar la carrera también le ha pasado factura a la salud mental de estos médicos.
A eso se suma las agresiones que reciben por las inconformidades los usuarios debido a las falencias del modelo de salud (que no son responsabilidad del médico), la presión constante para atender a un número mayor de pacientes mientras se maniobra dentro de un sistema de salud complejo y desarticulado. Todo ello ha contribuido a tener altas tasas de agotamiento y burnout entre los médicos, así quedó registrado en las encuestas desarrolladas por el Colegio Médico Colombiano.
Es hora de allanar el camino para tener un sistema de salud más eficaz y receptivo que responda a las necesidades de una población cambiante. Con el paso del tiempo, el humanismo, la autonomía y la dignidad que alguna vez caracterizaron el ejercicio profesional de la medicina se fue diluyendo, dejando sólo el sabor amargo de la desilusión y la frustración.
La invitación es a que la sociedad en general y el Gobierno en particular reconozcan la importancia del médico general e implemente medidas para mejorar la estabilidad y las condiciones laborales. además, se deben tomar medidas para brindar apoyo a la salud mental de los profesionales de la salud. Solo así se podrá aprovechar el potencial de este recurso humano invaluable y mejorar la atención médica que toda Colombia proclama.
Para finalizar, sólo destacar que así algunos hayamos tenido la suerte de hacer una especialización, nuestra esencia sigue siendo la medicina, somos y seremos médicos.
Fuente: Órgano de información del Colegio Médico Colombiano. Epicrisis. Ed. Nº 29 (Septiembre-Noviembre 2023). ISSN: 2539-505X (En línea).
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