Hasta hace unos años la atención de casos de violencia sexual estaba exclusivamente en manos de los médicos forenses de medicina legal, pero desde el 2007 se estableció que la atención integral a este tipo de víctimas es una urgencia médica
Por Maricielo Acero R. – Editora de Epicrisis
El examen físico, es primera valoración que tiene una víctima de violencia sexual por parte del médico que la recibe, muchas veces es la única oportunidad que tiene la víctima para acceder al aparato judicial, así lo afirmó el doctor Fideligno Pardo Sierra, médico especialista en investigación criminal de la Dirección Nacional de Escuelas Policía Nacional, coordinador del Grupo Nacional de Clínica, Psiquiatría y Psicología Forense del Instituto de Medicina Legal y coautor del Modelo de atención a víctimas de violencia sexual desde el sector salud del Ministerio de Salud en la charla de Cita con el experto del Colegio Médico Colombiano.
Hasta hace unos años la atención de casos de violencia sexual estaba exclusivamente en manos de los médicos forenses de medicina legal, pero desde el 2007 se estableció que la atención integral a este tipo de víctimas es una urgencia médica; por tanto, el médico que recibe al paciente puede hacer la valoración inicial, realizar el examen físico y recolectar las pruebas para ir más adelante a una audiencia pública en el marco de la investigación judicial y en el proceso penal.
En 2008, la Superintendencia Nacional de Salud estipuló el monto de las sanciones para las instituciones o profesionales que no cumplan con la atención que requieran estas personas y en el 2012 se establecieron los 15 puntos para la atención a las víctimas de violencia sexual, explicó el doctor Pardo. “La idea es que en cualquier momento a cualquier médico le puede llegar a uno de estos casos y lo importante es atenderlo lo mejor posible tanto para cuestiones de salud como para el proceso legal”.
Desafortunadamente la violencia sexual es un problema grave y prevalente que afecta a millones de personas en todo el mundo, de todos los estratos sociales, de todas las razas, credos religiosos o corrientes políticas.
La mayor cantidad de casos de violencia sexual ocurre en menores de 18 años y las estadísticas que existen en el país muestran que un gran número de víctimas de agresión sexual están entre los 10 y los 14 años, aunque hay que tener en cuenta que a los diez años es cuando el menor tiene una mayor capacidad de abstracción y se da cuenta de que estas conductas no son normales. Aquellos individuos que abusan sexualmente suelen ser personas conocidas, miembros de la familia, personas confiadas y en ocasiones también son desconocidas, agregó el experto Pardo.
¿Es un abuso o una agresión sexual?
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia sexual es “cualquier acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual u otro acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de su relación con la víctima, en cualquier ámbito”.
La violencia sexual se refiere a cualquier acto sexual sometido a una persona sin su consentimiento. El término abarca una amplia gama de actos que incluyen violación, agresión sexual, acoso sexual y abuso sexual. Es importante diferenciar el abuso sexual de la agresión sexual. El abuso sexual se refiere a cualquier abuso físico, verbal o psicológico que lleve implícito el aspecto sexual sin el consentimiento explícito de la víctima, a menudo con niños o personas vulnerables, y puede darse sin que exista contacto físico o penetración genital.
La agresión sexual es una forma más extrema de violencia sexual que involucra actos sexuales físicos no consensuados, que a menudo involucran violencia con consentimiento explícito y forzado. Estos términos a menudo se confunden y es importante que los prestadores de atención médica los diferencien claramente.
Es deber del médico denunciar cualquiera clase de violencia sexual
El examen físico es una parte importante del examen médico realizado en casos de violencia sexual. Se realiza un examen físico completo para evaluar las lesiones físicas que pueden haber sufrido durante el asalto. Un examen cuidadoso debe incluir documentación detallada de heridas, hematomas, laceraciones, mordeduras y otras lesiones mientras se evalúan los signos de abuso sexual. También pueden recolectar muestras de ADN, como cabello, piel o fluidos corporales, que pueden ser utilizados para identificar al agresor.
El examen debe ser realizado en un entorno privado protegido por profesionales de la salud capacitados en la realización de exámenes de sobrevivientes de violencia sexual. En este punto es importante que cuando se trate de un menor de edad, el médico o profesional que le está revisando no le ofrezca un dulce o cualquier otra cosa como forma de compensación para que se deje revisar el cuerpo porque sería repetir el mismo modelo de “recompensa” que usan los victimarios, indicó el doctor Pardo.
“Todo médico del servicio de salud, así no sea especializado en medicina forense, debe conocer la normatividad forense y conocer los lineamientos para realizar la valoración, la toma de muestras, el seguimiento de la cadena de custodia, los medicamentos que le debe suministrar, las medidas a seguir para evitar un embarazo y la atención integral a la víctima. Del mismo modo hay que verificar si la víctima adquirió alguna infección de transmisión sexual secundaria al hecho de la agresión porque eso se convierte en un agravante punitivo. Quiero llamar la atención en este punto y recalcar la importancia de denunciar cualquier caso de este tipo de violencia. Los médicos no podemos ser pasivos ante la sospecha de que un paciente haya sido atacado sexualmente, especialmente cuando se trata de un menor. Un niño no va a llegar a las puertas del consultorio a pedir que el médico le brinde una atención integral, así que debemos estar atentos”, dijo.
La recolección cuidadosa de pruebas físicas y la interpretación precisa de los resultados de laboratorio pueden ayudar a garantizar que los culpables sean llevados ante la justicia y que las víctimas reciban la ayuda y el apoyo que necesitan.
En conclusión, los médicos, particularmente los forenses, pueden proporcionar pruebas físicas y testimonios que pueden ser fundamentales para la investigación y el enjuiciamiento de estos delitos. Sin embargo, es importante recordar que la prevención del abuso sexual y el apoyo a las víctimas también son fundamentales en la lucha contra este problema.
La educación sobre el consentimiento y el respeto mutuo, así como la eliminación de los estereotipos de género y la promoción de la igualdad de género, también son fundamentales para prevenir el abuso sexual y proteger a las víctimas.
Deja un comentario