El magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial y expresidente de la Corporación, Julio Andrés Sampedro, destaca los avances logrados en los derechos a la salud y dice que la tutela es un instrumento muy importante.
Uno de los compromisos actuales y de los retos hacia el futuro que tiene la Comisión Nacional de Disciplina Judicial es sancionar ejemplarmente a los funcionarios y abogados que actúen con mala intención en las decisiones relacionadas con el tema de la salud.
“Ese es un compromiso de la Corporación”, afirma el magistrado y expresidente de la entidad, Julio Andrés Sampedro, quien señala que si bien hay algunas manzanas podridas en la rama judicial, este no es un mal sistemático y generalizado.
Según advierte, la Comisión, que ejerce la función jurisdiccional disciplinaria sobre los funcionarios y empleados de la rama judicial, así como la obligación de examinar la conducta y sancionar las faltas de los abogados en ejercicio de su profesión, viene trabajando en forma articulada con la Supersalud para poner la casa en orden.
¿Cómo se han apoyado la Superintendencia Nacional de Salud y la Comisión Nacional de Disciplina Judicial?
En el ejercicio de la colaboración armónica entre las entidades del Estado, descubrimos a través de la Superintendencia Nacional de Salud que había problemas importantes respecto a embargos de dineros pertenecientes a la salud, que no eran embargables.
En ese orden de ideas, hicimos un trabajo articulado con la Supersalud, con miras a establecer si había responsabilidad disciplinaria en algunos jueces, fiscales o abogados que habían participado en estos procesos. Hoy, la Comisión está comprometida con la salud, porque consideramos que es uno de los derechos más importantes que tienen las personas.
¿Qué avances resaltaría de este período de trabajo articulado con la Superintendencia Nacional de Salud?
Gracias al trabajo articulado que hemos realizado, se ha puesto la casa en orden, para saber qué hay respecto a la salud. También hemos diseñado una metodología que nos permite llevar un macrocaso para preservar la salud de todas las personas en Colombia.
Estamos haciendo un balance de lo que tenemos en cada proceso para lo que cruzamos datos permanentemente con la Supersalud, lo que nos permitirá conocer el mapa de casos, cuáles son los más relevantes y cuáles podemos tratar conjuntamente, que es a lo que le llamamos un macrocaso.
“La tutela es uno de los mecanismos más importantes que tiene Colombia en su ordenamiento jurídico, porque les permite a los ciudadanos sentirse cerca a la administración de justicia”.
¿Se han detectado hechos importantes de corrupción en la rama judicial respecto a la salud?
Creo que en Colombia tenemos un sistema judicial que sería la envidia de cualquier Estado del mundo. La gente que trabaja en el poder judicial lo hace con un esfuerzo y un compromiso que ya quisieran tener muchos funcionarios públicos. Sin embargo, no todo es perfecto y hay casos de manzanas podridas, pero no es algo sistemático ni generalizado. Al contrario, nuestro sistema judicial es muy fuerte en
la protección de los derechos de los usuarios, particularmente, del derecho de la salud.
¿De qué manera afectan esas manzanas podridas del poder judicial la salud de los colombianos?
Después de lo que hemos vivido durante la pandemia y los esfuerzos que ha hecho el Gobierno Nacional para superar la emergencia, el tema de la salud es clave y fundamental para el desarrollo del país. Todas las instituciones deben estar en pro del derecho a la salud de las personas, y no creo que esas pocas manzanas podridas pongan en riesgo la garantía de atención para los colombianos.
¿Qué análisis hacen en la Comisión acerca de las decisiones judiciales que parecieran estar en contravía del derecho a la salud?
Para la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, las fallas que se consideren con mala intención, por parte de funcionarios de la rama judicial o de los abogados, serán sancionadas ejemplarmente. Ese es un compromiso de la Corporación para proteger la salud de los colombianos.
Ya hay varias sentencias que se han proferido en este sentido, y que seguiremos realizando para salvaguardar el derecho a la salud. Los ciudadanos pueden estar seguros de que en los casos en que haya corrupción en la salud, estaremos atentos a trabajar e intervenir, no solamente para sancionar a los responsables, sino para generar mecanismos de no repetición mediante la jurisprudencia.
¿Qué representa para la Comisión saber que existen jueces que perjudican la salud de las personas por intereses personales?
Es un quiebre ético muy complicado, porque es la negación absoluta de que esto puede pasar, confrontada con los hechos reales. Pero es un hecho que existe, y hay que encontrar la solución al problema. Hay que incidir en el país en educación en problemas éticos e ir a las universidades para generar un componente ético que elimine estas malas prácticas.
¿El exceso de tutelas puede hacer que los jueces se equivoquen en los fallos que emiten?
La tutela es uno de los mecanismos más importantes que tiene Colombia en su ordenamiento jurídico, porque les permite a los ciudadanos sentirse cerca a la administración de justicia. Ahora bien, el exceso de trabajo puede hacer que el juez se equivoque, pero no solo el exceso de trabajo, sino su condición humana. El juez es un ser humano finito y vulnerable, que está sometido permanentemente a equivocarse. Que el juez se equivoque hace parte de la naturaleza humana, pero siempre existe el deseo de que no suceda.
Los retos
¿Qué hace falta para que se configure el macrocaso que recoja todos los casos pequeños respecto a la salud?
Debemos crear una línea de trabajo en ese sentido. Hace falta información, estudio y el diseño de una metodología para lograrlo. Ya hay decisiones que hemos tomado, pero los tiempos de la justicia son muy diferentes a los de la realidad. Será pronto, porque la Corporación ya ha tomado el camino pertinente frente al tema de la salud. Los retos
¿Qué tan lejos estamos de tener una justicia que garantice por completo el derecho a la salud?
No estamos lejos; de hecho, ya la tenemos. Creo que tenemos unos niveles de funcionamiento bastante buenos en el marco de la finitud del ser humano.
Pero nuestro aparato judicial es sólido, democrático y funciona muy bien, aunque se equivoque. Hoy tenemos una administración de justicia que debemos mejorar, pero que le garantiza tranquilidad a los colombianos respecto a la protección de su derecho a la salud.
Fuente: Publicación digital de la Superintendencia Nacional de Salud. Revista Monitor Salud. Ed. Nº 9 (Marzo-Junio 2020)
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