Es una experiencia eterna que todo hombre que tiene poder, tiende a abusar de él, y llega hasta donde encuentra límites, sí por la disposición de las cosas, el poder detiene al poder. Montesquieu, el Espíritu de las leyes, 1748.
Por Dr. Stevenson Marulanda Plata – Presidente del Colegio Médico Colombiano (CMC).
Un sistema porta es un poderoso diseño evolutivo de eficiencia en el transporte masivo sanguíneo. Es una combinación de arquitectura espacial con el funcionamiento sinérgico entre sus componentes, inventado por la biología mamífera. De este modo, es un tupido sistema de dos redes de capilares venosas en formas de filigrana, esponja, ovillo, charco o laguna sanguínea, conectados entre sí por troncos venosos. De esta forma, el primer ovillo ubicado próximo a la fuente o manantial de recursos, los recoge, y a través del tronco venoso conector los transporta al segundo, colocado estratégicamente más distal, el cual los deposita y luego reparte de manera sistémica. Así, el oxígeno, los nutrientes, las hormonas, y en general, toda la carga metabólica y energética que debe transitar por una determinada región corporal, es recogida con eficiencia por un primer ovillo, y repartida a gran velocidad por unidad de tiempo, donde y cuando se necesite, por el segundo, de esta manera todas las células de los órganos y tejidos irrigados, reciben en forma oportuna y suficiente, los recursos y señales químicas que la homeóstasis (equilibrio interno) del animal necesita para funcionar bien: existir, gozar de buena salud, crecer, sobrevivir y reproducirse sin ningún inconveniente, a pesar de los abruptos y tormentosos cambios del medio ambiente externo y de la sociedad que lo rodea, incluyendo las situaciones de máximo sufrimiento y estrés que intenten abatirlo. Así dispuestas las cosas, en el humano existen tres sistemas portas, y, de manera muy sencilla son:
1. Sistema porta: hipotálamo hipófisis/glándulas periféricas.
Esta filigrana de capilares venosos tiene su primer ovillo ubicado en una parte baja del cerebro llamada hipotálamo, allí recoge las hormonas que este produce, y luego, mediante brazos venosos las transporta más abajito, ahí pegadito, a una glándula situada también dentro del cerebro llamada hipófisis, dentro de la cual existe la segunda filigrana capilar, —una esponja de depósito y distribución—, que las recibe, y luego, como una estación repartidora y amplificadora, las distribuye rápidamente según necesidad y con destinación específica a otras glándulas: tiroides, paratiroides, suprarrenales, ovarios y testículos. Así, este sistema porta es la interfaz sanguínea que comunica al cerebro con el sistema de gobierno glandular o endocrino.
2. Sistema porta hepático.
Como en el sistema porta hipotálamo/hipófisis, el primer ovillo recoge, el segundo distribuye. El primero, dispuesto alrededor de todas las asas intestinales, recoge todo el contenido de su digestión, y luego lo transporta en ramos venosos cada vez más voluminosos, afluentes que se van uniendo corriente arriba y entran al hígado por un solo tronco, la vena porta. Dentro del hígado, esta gran vena nutricia se vuelve a “capilarizar” formando el segundo ovillo, que entrega todo ese plancton nutricional a la glándula humana más grande: las células hepáticas que, rodeadas por sus cuatro costados y enchumbadas de toda esa riqueza nutricional y energética, no le queda otro camino que depositar, transformar, empaquetar y distribuir por todo el cuerpo el azúcar, los minerales, vitaminas, proteínas y oxígeno para suplir todas las afugias y necesidades de supervivencia.
3. Sistema porta suprarrenal.
Este sistema de transporte masivo fue inventado debido a la necesidad de responder de manera instantánea al peligro, dado que la parte interna, o médula de la glándula suprarrenal, necesita un continuo y abundante baño de sangre rico en cortisol producido por la corteza que la arropa, debido a que esta sustancia es indispensable para que la células de la médula conviertan la noradrenalina en adrenalina.
La Academia Nacional de Medicina: Un sistema porta gremial.
La Academia Nacional de Medicina, junto con la Federación Médica Colombiana, Assosalud, Asmedas, la Federación Nacional de Sindicatos Médicos, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, la Scare, el Colegio Médico de Cundinamarca y Bogotá y Colegio Médico Colombiano, desde hace algún tiempo vienen construyendo en Acuerdos Fundamentales, un verdadero sistema porta gremial, y con esta manera de trabajar en unidad de acción, fueron capaces de impulsar y llevar a feliz término la ley estatutaria de salud del 2015, y ahora estamos luchando porque esta ley sea una realidad y se materialice el derecho fundamental de la salud como una realidad.
De esta forma, estos ovillos glandulares y sinérgicos de pensamiento crítico, ciencia, humanismo, y profesionalismo con fuerza gremial, estructurados funcionalmente como un verdadero sistema porta, se comportan como un poderoso marcapasos de la salud de los colombianos, de la gestión de la educación médica —-necesaria y suficiente para soportar nuestro sistema de salud—-, y de la dignidad y vocación de su ejercicio.
Teniendo en cuenta este sistema de acción gremial fue que el Colegio Médico Colombiano, entendió con absoluta clarividencia que necesitábamos —-a semejanza de los tres sistemas portas humanos—-, un espacio físico alrededor de la Academia Nacional de Medicina, donde pudiéramos cohabitar y funcionar en el mismo espacio arquitectónico, con la mayoría de organizaciones que pertenecemos a Acuerdos Fundamentales, o con otras organizaciones de la salud de talla nacional.
¡Y lo conseguimos!
Nuestra nueva sede es una hermosa casa de tres pisos estilo Jorge IV pegada de manera siamesa e idéntica a la biblioteca de la Academia Nacional de Medicina. En esa esponja gremial cabemos muchos.
¡Los esperamos, el poder detiene al poder!
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