Las instituciones financieras se suman para solucionar las crisis financiera de la salud
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Las instituciones financieras se suman para solucionar las crisis financiera de la salud


La ANIF tiene una lista de propuestas para aliviar el gasto en salud y hacer sostenible el sistema de salud con soluciones concretas, más eficientes y que permiten aprovechar al máximo los recursos del sector.


La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) analizó las posibles alternativas para la sostenibilidad financiera del sistema de salud hizo cinco grandes propuestas que se centran en la contratación eficiente, el modelo preventivo de la salud, los planes voluntarios y la actualización del plan de beneficios. La Asociación plantea la distribución eficiente de los recursos, la gestión del riesgo en salud, la generación de incentivos en los esquemas y modalidades de contratación, donde se provilegie la integridad de la atención.

Jaime Alberto Peláez Quintero, administrador de empresas, especialista en economía, gerencia y finanzas de la salud, auditor de ICONTEC, docente universitario y analista, dice que el propósito es resolver las problemáticas identificadas y hacer las respectivas intervenciones a corto, mediano y largo plazo. “Debe haber más eficiencia en el gasto, gestión del riesgo financiero y en salud, y control en los mecanismos de contratación para que haya menos riesgos entre las aseguradores y proveedores, al tiempo que se compensen los esquemas de reembolso y el pago con incentivos claros y estímulos que aumenten la calidad de la salud de los pacientes”.

Para ello la Asociación afirma que es esencial trabajar en las acciones de prevención de la enfermedad y en promoción de la salud por medio de estilos de vida saludables, la optimización de los recursos de promoción del autocuidado y la detección temprana de la enfermedad.

Pese a que no existe una “formula mágica” que permita determinar la estructura ideal financiera ideal de los sistemas de salud en el mundo y las marcadas diferencias de un sistema de cuentas en salud, se identifican cinco fuentes principales de financiamiento, en especial de los países de la OCDE. En primer lugar, se tiene las transferencias de ingresos domésticos del gobierno, las contribuciones a la seguridad social, los pagos obligatorios, lo mismo que los pagos voluntarios y otros ingresos domésticos.

Es por eso que ANIF hace el cálculo con horizonte hasta el 2035, considerando un ahorro potencial de mas de $1.2 billones, suma que coincide con la brecha financiera y el desbalance entre ingresos, costos y gastos en salud, según los resultados consolidados de las aseguradoras donde anualmente se pierden entre $1.2 y $1.5 billones. Sin olvidar que las deudas entre aseguradores y prestadores están en $44 billones, según los estados financieros consolidados de prestadores en sus cuentas por cobrar, y que el sistema deberá compensar para lograr una verdadera sostenibilidad del sistema de salud en Colombia.

La ANIF lanza un menú de propuestas para aliviar la crisis del financiamiento y mejorar los indicadores

La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) hizo una serie de propuestas para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema de salud durante la próxima década con el fin de que sea posible hacer más eficiente el gasto público en salud, al tiempo se generarían mayores para el financiamiento del sistema.

Luego de analizar las fuentes y los usos de los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud, la ANIF elaboró las proyecciones en el mediano y largo plazo para tener un control de gastos más estricto, crear alertas tempranas -como dice el direccionamiento estratégico del sistema-, lo mismo que seguimientos precisos en las fuentes de los ingresos desde su génesis y evolución, para tener toda la trazabilidad en la transferencia de valor y transparencia en la aplicación y destino de los recursos.

Jaime Alberto Peláez Quintero, administrador de empresas, especialista en economía, gerencia y finanzas de la salud, auditor de ICONTEC, docente universitario y analista; le explicó al Colegio Médico Colombiano en qué consisten los planteamientos de la ANIF y la forma de implementarlos.

CMC: ¿Cuáles son los factores que más están aumentando el gasto en salud?

JAPQ: Hay que empezar por decir que en este momento los ingresos disponibles a través de las distintas fuentes de financiación para atender los diferentes componentes del gasto no aseguran un adecuado cierre financiero, lo que ha ocasionado un desajuste estructural sistémico entre los ingresos por Unidad de Pago por Capitación -UPC- y las demandas por servicios de salud o, gasto médico o costo técnico, en una ecuación abiertamente desequilibrada. Eso ha impedido resolver las necesidades de accesibilidad, atención y máxima calidad en los servicios de salud de manera eficiente y sostenible.

Los aspectos que más inciden en el gasto son la innovación tecnológica, el crecimiento y el envejecimiento de la población. Solo para Colombia se calcula que de manera individual el cambio tecnológico absorberá en los próximos cuatro años el equivalente al 6.2% del PIB. Igualmente, se encontró que el 44% del incremento será en esta misma materia. El 38% atribuible al crecimiento de la población, el 12% por cambios en la estructura demográfica y en menor cuantía, pero no menos importante, por aumentos en la atención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT). Y eso que esas cifras no consideran los aumentos por efectos de la pandemia por SARS-CoV-2, que exacerbaron aún más los costos, además del choque negativo en el componente del empleo y la mayor demanda por servicios de salud.

Otro de los problemas que mostró el estudio es que la información compartida hacia las entidades de hacienda pública presenta hasta dos años de retraso, lo que resta oportunidad y pertinencia en las decisiones, por cuanto estas se toman en función del gobierno monetario y no en componentes de salud pública.

CMC: ¿Qué avances ha tenido el país en salud en los últimos años?

JAPQ: El estudio de la ANIF reconoce los avances y logros en materia de salud pública, especialmente en aumento de las coberturas de aseguramiento y el acceso, la protección financiera de la población frente a enfermedades de alto costo, al mismo tiempo que se señala al sector salud como uno de los que más recursos ha recibido de fuente Presupuesto General de la Nación. En 2021 la participación presupuestal aumentó para la salud en 16.1% pasando de $30.9 billones a $36.1 billones asignadps, constituyéndose de facto en el tercer sector con más asignación de recursos en el último presupuesto, una vez descontado el rubro destinado a servicio de la deuda. El país tuvo un gasto per cápita de USD $960, que resulta ser menor al de países como Estados Unidos (USD $10,586), Noruega (USD $6.187), Islandia (USD $4.349), además de que el promedio de los países de la Organización para la Cooperacuón y Desarrollo Económico (OCDE) es de USD $3.992

CMC: ¿Cómo se ubica al sistema de salud colombiano en el contexto internacional?

JAPQ: En materia de financiamiento Colombia se encuentra con una doble lectura. De un lado, hay la sensación de que existe un amplio espacio para aumentar el gasto en salud, es decir, que no se gasta lo suficiente en salud, toda vez que otros países con economías similares ostentan mayores niveles de gasto en salud. Cuando se compara el gasto en salud como proporción del Producto interno Bruto, el país presenta un resultado sobresaliente, pese a que el promedio de los países de la OCDE es de 8,8%, el promedio del país es de 7.4%, cita del estudio.

El aumento generalizado en el mundo de condiciones críticas que eleven el gasto público de la salud en los distintos sistemas de salud y sus efectos en la sostenibilidad financiera hacen que las decisiones en materia de salud se fundamenten en restricciones presupuestales y techos de gastos en salud, y no propiamente en las necesidades de las comunidades en los territorios. Igualmente, se ha encontrado que la descentralización de los sistemas puede afectar la financiación, dada la innecesaria como costosa cadena de agentes económicos que intervienen en la intermediación transaccional y que multiplican el costo final. limitan y restringen los recursos y las asignaciones presupuestales.

Análisis comparativo de algunos países y Colombia de fuentes de finamiento en salud, criterios e indicadores.

Fuente: Propuestas para la financiación del sistema de salud en Colombia en la próxima década.
Cálculos: Jaime Alberto Peláez Quintero, Especialista en economía de la salud, UPB.

CMC: ¿Cómo se evalúa el esquema de financiamiento del modelo colombiano?

JAPQ: Colombia, en particular, presenta un modelo de competencia regulada de previsión mixta con alta participación de los ingresos internos del gobierno con 35.2%, lo mismo que de contribuciones a la seguridad social 36.4% (superada solo Alemania con 63.8%, cuando Australia no aplica, pero muy diferente a los ingresos domésticos de 15.1%, para un consolidado de 86.7%. Este esquema de financiamiento ha garantizado una coberura de aseguramiento del 95.1%, para un gasto en salud de 1.212,6 USD per cápita y de bolsillo (per cápita) de 181.7 USD.

Las asignaciones presupuestarias citadas han permitido que el país logre una expectativas de vida de 77.1 años (2.1 años por encima de México, que registra además una obertura de 88.3%, donde los ingresos domésticos son los mayores aportes con el 43.1%), una prevalencia de 58.6% y de diabetes de 7.4%

El gasto de bienes farmacéuticos y de otros bienes mñesicos perecederos en Colombia es del 15.6%, muy por encima de Estados Unidos (11.8% y de Australia de 13.8%, respectivamente). Pero un poco más bsja que la Alemania que es de 14.2% y ampliamente superado por México con gasto del 22.7%, siendo la quinta más alta de los países que integran la OCDE.

Análisis comparativo de algunos países y Colombia de fuentes de finamiento en salud, criterios e indicadores.

CMC: ¿Cuáles son las propuestas que hizo la ANIF?

JAPQ: El nódulo de cualquier sistema de salud desde la perspectiva de la eficiencia del gasto, gravita sobre la base de lograr mejores acciones de prevención y autocuidado. Para ello el estudio identifica tres factores en claves de abordaje e intervención: la adopción de estilos de vida saludable con formación de hábitos que reducen la incidencia y prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles; la importancia de la detección temprana de enfermedades como el tamizaje de algunos tipos de cáncer (mama, próstata, colon, estómago, altamente costo-efectivos). Finalmente, el uso razonable de los recursos, con énfasis en la promoción del autocuidado, como afecciones menores en casa y el alfabetismo en salud, que generan ahorros en corto y mediano plazo.

Cuantificando los impactos presupuestales se tendría que en autocuidado y uso inteligente de los recursos se podrían generar ahorros por $366 mil millones por incapacidades, $355 mil millones por visitas de consulta externa y $525 mil millones por visitas a urgencias, para un consolidado de $1.25 billones. Aquí se retoma lo dicho por la Organización Mundial de la Salud (OMS): “aumentar las medidas de prevención en salud puede disminuir retos en materia de gasto anual en curación a 2050, en promedio entre 3% y 4% en países de la OCDE”.

En los mecanismos de contratación se puede lograr mayor eficiencia mediante la disminución en 1pp de la contratación de pago por evento, lo cual generaría ahorros potenciales por $125.6 mil millones. La evidencia determinó que el gasto por evento no es el mecanismo de contratación más eficiente si se compara con la contratación por paquete, dado que no se generan los incentivos adecuados de gestión del riesgo y usualmente, presenta un costo mayor que otros mecanismos.

Se espera la ganancia en eficiencia del gasto hospitalario con ahorros anuales potenciales de $525 mil millones. <<…en promedio, las IPS presentaron un nivel de eficiencia del 81% para el periodo 2017-2019, lo que quiere decir que, en general, el total de atenciones hospitalarias en Colombia para ese periodo podrían haberse ejecutado con el 81% del total de recursos totales empleados”.

Como complemento de lo anterior se propone la reasignación de los recursos del sistema de salud de modo que las IPS con mayores estándares de eficacia absorban la mayor parte de las prestaciones de los servicios respecto de aquellas con menores calificaciones, con lo cual se estaría aumentando la atención en salud en promedio 15%, sin tener que incrementar recursos disponibles. Las cifras expuestas dan cuenta de que las IPS públicas en promedio tienen una eficiencia del 51%. Por nivel de complejidad, se tiene que el nivel 1 presenta una eficiencia del 52%, nivel 2 de 77% y el nivel 3 de 88%. Las IPS privadas arrojaron un nivel de eficiencia del 73% (ponderado del 76%).

El impacto presupuestal, en términos de ahorro potencial, se estima aproximadamente en $525 mil millones por año, que se verían ampliamente materializados si se cubre el potencial de mejora en los hospitales públicos de niveles 1 y 2 (con impactos directos en generación de empleo y medio ambiente, dado el aprovechamiento de recursos).

Propuestas e impactos presupuestales para lograr sostenibilidad sistema de salud en Colombia.

Fuente: Propuestas para la financiación del sistema de salud en Colombia en la próxima década.
Cálculos: Jaime Alberto Peláez Quintero, Especialista en economía de la salud, UPB.

En lo que respecta al futuro del plan de beneficios, desde su contenido, actualización y tecnologías no financiadas con la UPC, se hace fundamental un ajuste permanente de riesgos, de modo que se permita una distribución equitativa de fondos entre entidades que asumen tales riesgos, haciendo que converjan necesidades de recursos con los reembolsos. Un sistema de reembolso fundado en condiciones de salud puede favorecer algunas condiciones como las ECNT, que representarían mas del 60% de la carga de enfermedad del país.

Por último, se hace un planteamiento novedoso la financiación del gasto intra e interhospitalario, con cuantificaciones a partir de cálculos reales, cimentado con definiciones de mecanismos de contratación intra e interhospitalario por la importancia relativa en la estructura de costos y con ellos en eficiencias en salud. Eso significaría potenciales ahorros, al igual que la necesidad de hacer énfasis en esquemas de riesgo financiero y en salud, a partir del enfoque de calidad y mejora eficiente de la atenciones como prioridad, en atención a la nueva UPC basada en condiciones, que será un propulsor de cambios en financiamiento. Se concluye con la importancia de la prevención y el autocuidado dentro de las estrategias para alcanzar metas de Plan Decenal de Salud Pública 2022-2031.

La proyecciones de la ANIF sobre el gasto del aseguramiento en salud como proporción del PIB concluyen con un escenario realista de 9.9% al año 2035 frente al escenario base de 7.7%, donde al final de las modelaciones proyectivas existe un desbalance acumulado por recobros del sistema por $7.4 billones, por lo que el Gobierno Nacional planteó el Acuerdo de Punto Final, donde ADRES espera otorgar los recursos adeudados a las IPS/EPS, informando el paper de aprobaciones por $6.8 billones al cierre de la vigencia de 2020, según $5 billones de legalización del giro previo realizado durante 2018 y 2019 y $1.8 billones que fueron girados a las IPS/EPS en junio de 2020 y a junio de 2021 por $195 mil millones.

marzo 8, 2022

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