Uno de los grandes obstáculos para poder llevar a cabo un protocolo de investigación es encontrarle financiación.
Por Dr. Carlos Felipe Durán Torres – Profesor Asistente de Carrera Universidad del Rosario
Comparto algunos consejos que ayudarán al lector a conseguir esos recursos que necesita para sus investigaciones.
En primer lugar, hay que tener una pregunta de investigación estructurada que cumpla con los criterios FINER (Para más detalles: “Guía práctica para iniciar una investigación médica”. Las preguntas de investigación sobre problemáticas sociales, cuyas respuestas pueden impactar en el corto a mediano plazo, tienen una mayor probabilidad de financiación.
Usualmente, los entes financiadores ya tienen unos temas/enfermedades/poblaciones preestablecidas a los que quieren impactar, por lo que es conveniente primero alinearnos con estos.
De igual forma, tienen una mayor probabilidad de financiación aquellos proyectos creados de forma conjunta por redes de investigadores, así como proyectos que nacen de miembros de grupos de investigación con reconocimiento y trayectoria (usualmente pertenecientes a universidades u hospitales).
El siguiente paso es construir un protocolo de investigación coherente y bien fundamentado, en el que el contenido y la forma estén armonizados. La coherencia de un proyecto se mira fácilmente leyendo el título, la pregunta de investigación, el objetivo general y la hipótesis, los cuales deben reflejar de manera conjunta lo que se quiere realizar con el proyecto, por lo que deben usar las mismas palabras con el mismo sentido, solo cambiando su construcción dependiendo de la sección a la que
Es un error común que el título, el objetivo y la pregunta de investigación describan tres protocolos de investigación diferentes.
Es un error común que el título, el objetivo y la pregunta de investigación describan tres protocolos de investigación diferentes. De igual forma, hay que construir un protocolo pulcro y claro, sin errores de ortografía, digitación o redacción.
Por otro lado, se recomienda que en la construcción del protocolo participe un equipo interdisciplinario, en el que hagan parte profesionales de la salud y de la investigación médica, además de profesionales de la administración y las finanzas.
Este equipo, aparte de contribuir con la fundamentación del protocolo, apoyará con la creación de un presupuesto que permita lograr el objetivo del estudio y el cumplimiento del cronograma. De esta forma el presupuesto no se quedará “corto” o por el otro lado se evitará crear un presupuesto que lleve a que el proyecto se “auto-elimine” por encontrarse fuera de mercado.
Como un proceso paralelo al anterior, debemos ir buscando posibles entes financiadores, esto debido a que muchas veces la construcción del protocolo dependerá de los parámetros fijados por este.
Este es un paso tedioso, complejo y que toma tiempo, ya que implica tocar puertas, y persistir. Para proyectos que implican pocos montos para su financiación, les recomiendo buscar financiación en las direcciones de investigación donde van a llevar a cabo el proyecto (Hospitales y universidades suelen financiar este tipo de investigaciones).
Por otro lado, para proyectos que requieren una financiación mayor se pueden encontrar convocatorias o apoyo a través de MinCiencias, regalías, redes de universidades y/u hospitales, instituciones privadas de alcance internacional, industria farmacéutica y fundaciones.
Agradezco a Maria Obdulia Jiménez Patarroyo por sus importantes aportes a esta columna.
Deja un comentario