Ingesta de alcohol y embarazo
Actualidad, Controversia, Promoción y Prevención

Ingesta de alcohol y embarazo


Las embarazadas que consumen bebidas alcohólicas están en todos los estratos socioeconómicos, no hay distinción de raza o de edad.


Por Dr. Andrés Camilo Clavijo Rodríguez – Médico especialista en toxicología clínica de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS) – Ministerio de Salud y Protección Social – Subdirección de Salud Ambiental – acclavijo@fucsalud.edu.co

Algunas de estas gestantes pueden consumir tabaco o estar usando otras sustancias adictivas o ilícitas.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el consumo de alcohol en la región de las Américas es aproximadamente un 40% superior a la media mundial. En el año 2000 el alcohol fue el más importante factor de riesgo para la salud en países de renta media baja y los países de las Américas y fue el segundo factor en los países con más desarrollo de las Américas.

Para la OPS, el impacto del alcohol resulta perjudicial en todos los países de la Región; cuanto menos desarrollado es un país, mayor es la carga relativa de alcohol. Pero donde el consumo es más alto, la carga de enfermedades y lesiones es más pesada. La región de las Américas se ubica como la segunda más alta en consumo y en carga de alcohol, después de la región Europea.

Dr. Andrés Camilo Clavijo Rodríguez.

En todo el mundo, cerca de un 10% de las mujeres embarazadas ha consumido bebidas con alcohol. Además, se estima que aproximadamente 15 de cada 10 mil personas sufre de algún trastorno del espectro alcohólico fetal.

En una encuesta nacional de los Estados Unidos, el 87% de las mujeres que informaron haber consumido alcohol antes del embarazo dejaron de beber durante el embarazo, el 6.6% redujo el consumo de alcohol y aproximadamente el 6,4% informó que mantuvo la misma ingesta.

En la encuesta de 2018 a 2020 realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos, el 5.2% de las adultas embarazadas afirmó haber bebido en exceso en los 30 días anteriores y el 13,5% informó estar consumiendo este tipo de bebidas.

El Estudio Nacional de Prevención de Defectos Congénitos que se realizó en Estados Unidos con más de 4 mil pacientes a las que se le preguntó acerca del comportamiento del consumo del alcohol durante todo el embarazo encontró que el 30% de las personas embarazadas había consumido alcohol y el 8% dijo haber bebido en exceso en al menos una ocasión.

Además, la encuesta del Sistema de Monitoreo de Evaluación de Riesgos de Embarazo (PRAMS, por sus siglas en inglés) de 2004 que evaluó el comportamiento previo a la concepción determinó que el 50% de las mujeres informaron haber consumido alcohol en los tres meses anteriores al embarazo, lo que las hace estar en riesgo de una concepción expuesta al alcohol.

Nivel seguro de ingesta de alcohol

No hay ningún momento del embarazo en el que se pueda beber sin correr riesgos y hasta el momento no se ha determinado un nivel seguro d consumo de alcohol durante el embarazo. Por lo tanto, múltiples sociedades médicas desaconsejan el consumo de alcohol durante el embarazo. Evaluar el impacto del alcohol en el desarrollo fetal es un desafío debido a las variaciones en las tasas maternas de eliminación del alcohol, la sensibilidad del desarrollo fetal, la susceptibilidad genética, el patrón de bebida (p. ej., atracones versus consumo diario) y factores de confusión como el uso de otras sustancias.


Dado que el alcohol es un teratógeno que afecta el crecimiento y desarrollo fetal en todas las etapas del embarazo, las pautas nacionales y las sociedades médicas de varios países recomiendan la abstinencia total durante el embarazo.


Los bebés cuyas madres consumen alcohol durante el embarazo pueden manifestar efectos alcohólicos fetales, defectos congénitos relacionados con el alcohol, síndrome alcohólico fetal, o pueden ser normales. El término trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF) se ha acuñado para describir la amplia gama de secuelas adversad en la descendencia expuesta al alcohol.

El alcohol atraviesa libremente la placenta: los niveles de alcohol en la sangre fetal se acercan a los niveles maternos dentro de las dos horas posteriores a la ingesta materna. La eliminación del alcohol depende principalmente de la capacidad metabólica materna, que varía ampliamente entre las embarazadas y puede ayudar a explicar por qué cantidades similares de consumo de etanol dan como resultado presentaciones fenotípicas muy diversas en los bebés.

Lo polimorfismos maternos, y posiblemente fetales del gen ADH1B parecen contribuir a la susceptibilidad al TEAF. Se plantea la hipótesis de que el gen afecta los niveles máximos de alcohol en sangre que, a su vez, se correlacionan con el riesgo de efectos fetales adversos.

Los polimorfismos de ADH1B pueden afectar el metabolismo del alcohol. La expresión del gen del citocromo P450 E1 (CYP2E1) también afecta el metabolismo del alcohol y puede desempeñar un papel en la vulnerabilidad al FAS.

Los médicos pueden elegir estrategias de detección que sean apropiadas para su población clínica y entorno. T-ACE, TWAEK y AUDIT-C son breves cuestionarios de detección de alcohol que se utilizan para identificar problemas con la bebida en personas embarazadas.

Pruebas de laboratorio: la ingesta reciente de alcohol se evalúa midiendo el nivel de alcohol en sangre. El consumo crónico de alcohol puede sospecharse en base a anomalías en las pruebas de función hepática, macrocitosis, anemia o transferrina deficiente en carbohidratos (que se ve afectada por el embarazo).

Se han sugerido varios biomarcadores. Estos incluyen fostadinil etanol (PEth), ésteres etílicos de ácidos grasos (FAEE) y glucurónido de etilo (EtG).

SPEth tiene una vida medida larga y se puede medir hasta seis semanas después de la ingesta. Los FAEE son un biomarcador directo de alcohol que persiste en la sangre durante al menos 24 horas después de la última ingesta de alcohol y también se pueden detectar en el cabello materno y el meconio neonatal. EtG es un biomarcados muy sensible y específico de la exposición al alcohol porque solo es detectables si se ha consumido alcohol. EtG se puede encontrar en el suero o la orina, pero tiene una baja tasa de incorporación en el cabello. EtG es detectable en muestras de orina una hora después de la ingesta de alcohol y hasta cinco días después.

Las pruebas positivas pueden tener implicaciones legales y económicas. Los pacientes deben dar su consentimiento informado antes de las pruebas de laboratorio; las pruebas aleatorias no son éticas. Las pruebas de alcohol por indicación médica sin consentimiento por escrito son aceptables en personas que están inconscientes o muestras signos evidentes de intoxicación y necesitan someterse a pruebas para proporcionar las intervenciones médicas adecuadas.

Los médicos deben conocer los requisitos de su estado para las pruebas y el informe de los resultados de las pruebas de detección de drogas.

Manejo de personal embarazadas con examen positivo

La detección constante del consumo de alcohol seguida de educación y derivación al tratamiento, si está indicado, es eficaz y ayudará a garantizar el mejor resultado posible para todas las mujeres embarazadas y sus bebés. El cese de la ingesta de alcohol por parte de la madre en cualquier momento durante el embarazo en beneficioso, ya que los niños nacidos de personas que dejan de beber incluso al final de la estación tienen mejores resultados que los nacidos de personas que continúan bebiendo durante el embarazo. El asesoramiento y el apoyo proporcionados por un médico que no juzga puede motivar a algunos pacientes a abtenerse.

Manejo del embarazo

La atención prenatal integral puede mejorar algunas de las complicaciones maternas y neonatales del consumo de sustancias por parte de la madre. Los componentes de esta atención incluyen:

  1. Detección de todas las personas embarazadas para el consumo de alcohol.
  2. Asesoramiento sobre los riesgos del consumo de alcohol.
  3. Reunir un equipo multidisciplinario de proveedores de atención médica y servicios sociales para evaluar de manera integral a las embarazadas que consumen alcohol y a sus hijos.
  4. Programas visitas prenatales frecuentes para controlar el estado materno y fetal y brindar educación y apoyo.
  5. Obtener un examen de ultrasonido temprano para confirmar la edad gestacional y establecer una línea de base precisa para seguir el crecimiento fetal.
  6. Comenzar la vigilancia fetal antes del parto si hay evidencia de complicaciones del embarazo (p. ej., restricción del crecimiento, sangrado en el tercer trimestre, abstinencia materna).
  7. Informar al pediatra de la posibilidad de retirada neonatal.
  8. Desalentar la lactancia materna e personas que continúan consumiendo alcohol.

Fuente: Órgano de información del Colegio Médico Colombiano. Epicrisis. Ed. Nº 28 (Junio-Agosto 2023). ISSN: 2539-505X (En línea).

junio 21, 2023

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comité Editorial

Director
Dr. Stevenson Marulanda Plata

Editora
Maricielo Acero Rodríguez

Asesores Médicos
Dr. Jorge Diego Acosta Correa
Dra. Ivonne Díaz Yamal
Dr. Oswaldo Alfonso Borraez
Dr. Samuel Barbosa

Contacto comercial
Mary Stella Ardila Guzmán

NOSOTROS

Epicrisis es el órgano oficial de comunicación del Colegio Médico Colombiano. La opinión y conceptos personales expresados en los artículos firmados por un tercero no reflejan la posición de Epicrisis o el Colegio Médico Colombiano.

PBX: (+571) 746 3489 – Celular:(+57) 314 566 2174 – (+57) 323 232 4543 – (+57) 323 232 7752 – (+57) 314 566 2198Email : pqrs@colegiomedicocolombiano.org
Dirección: Carrera 7 # 69 – 17 – Bogotá, Colombia