México es la nueva Ucrania para la industria mundial de la subrogación

“’Renta mi útero’: mujeres desesperadas por ser madres de alquiler en México”

Así titula la revista en línea Vice . El siguiente artículo pinta un cuadro aterrador.

La figura central es Leti Montalvo, una mujer casada con cuatro hijos en México, que vive en condiciones de miseria. Decidió que la mejor manera de avanzar hacia una vida mejor era la subrogación. Una agencia le ofreció 12.500 dólares, “tres veces más dinero de lo que normalmente gana su esposo en un año”. El padre de intención es un hombre soltero de España.

Después de dos transferencias de embriones, no había quedado embarazada. Ella lo intentará de nuevo. “Quiero un mejor futuro para mis hijos”, dijo. “No los quiero atrapados donde estoy yo”.

Según Vice, la industria de la subrogación en México está floreciendo, con unas 30 agencias en funcionamiento.

Montalvo es una de un número creciente de mujeres mexicanas que se inscriben para convertirse en madres de alquiler para estadounidenses y europeos desesperados por tener bebés. Los eventos mundiales recientes han alimentado el atractivo de México: la invasión rusa condujo al declive de la otrora próspera industria de la subrogación en Ucrania, un número creciente de estadounidenses de clase media está buscando una alternativa más barata a la subrogación y un fallo de la Corte Suprema de México de 2021 anuló una prohibición estatal. sobre extranjeros y parejas del mismo sexo contratando madres de alquiler.

“Creo que es el mercado de más rápido crecimiento en el mundo, especialmente para parejas del mismo sexo, debido a problemas de costos y la proximidad a los EE. UU.”, dijo Sam Everingham, director global de Growing Families y experto en subrogación internacional con sede en Australia.

Sin embargo, la subrogación está vagamente regulada, en todo caso. Hay historias de terror de madres sustitutas que se enferman, mujeres que se ven obligadas a tener cesáreas porque se pueden programar y bebés que han sido abandonados.

Las promesas de dinero fácil son exageradas. Las madres subrogadas a menudo tienen poca comprensión de cuáles son sus derechos, qué tipo de preguntas deben hacer antes de firmar un contrato, qué tipo de condiciones pueden exigir, como ropa de embarazo o gastos de transporte, o qué tipo de seguro médico se les otorga. Si alguna. Cuando las cosas van mal, tienen pocos recursos.