Colombia tiene uno de los conflictos civiles más largos y complejos de la historia, con un estimado de más de 200.000 fatalidades directas y millones de víctimas no fatales en 5 décadas.
En el año 2012, el gobierno inició un proceso de diálogo con la guerrilla rebelde más grande del país: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que eventualmente condujo al cese al fuego en las áreas más álgidas en 2016. Globalmente, las áreas con mayor actividad violenta por grupos armados tienen también las cifras más desfavorecidas en salud para grupos vulnerables, como embarazadas, infantes y personas en situación de pobreza extrema. ¿Contribuyó el cese del conflicto en Colombia a mejorar el panorama para las embarazadas en riesgo, y sus recién nacidos?
Un estudio con diseño de regresión descontinua publicado en Plos Medicine tomó como centro el 20 de julio de 2015 (uno de los días de declaración de cese del conflicto armado) como cambio central exógeno para medir los resultados de embarazos en mujeres que concibieron antes, y después, del cese al fuego.
Se incluyeron 3.254.696 embarazadas a lo largo del territorio colombiano desde el 1 de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2017, con acceso y contabilización de certificados de nacimientos y defunciones. La exposición individual a conflictos se tomó como el número total de eventos violentos (directos o indirectos, entre los cuales los más comunes fueron el homicidio selectivo y abuso sexual) que ocurrieron en la municipalidad de residencia de la mujer; la muerte perinatal se definió como cualquier deceso infantil ocurrido entre la semana 22 del embarazo y el día 7 después del nacimiento.
En las áreas con mayores conflictos por las FARC, los mortinatos se redujeron por 9.53 muertes por cada 1.000 embarazos, y en la muerte perinatal en total se observó una reducción de 10.69 muertes por cada 1.000 embarazos. Aunque no se evidenciaron diferencias estadísticamente significativas en el número de abortos, los hallazgos si dejaron claro el impacto negativo, y previamente subestimado, de la exposición a contextos complejos para las etapas iniciales del embarazo . Así mismo, se cercioran los beneficios para la salud pública de la disminución de la violencia lograda por procesos de paz.
Actualmente, más de 135 millones de personas a nivel mundial necesitan ayuda humanitaria, mayormente por conflictos armados. Si gracias a investigaciones como la presente podemos entender mejor la influencia del contexto social sobre grupos especiales en salud, podremos dar un paso al frente en el establecimiento de políticas de protección.
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Referencias:
Buitrago, G., Moreno-Serra, R. (2021) Conflict violence reduction and pregnancy outcomes: A regression discontinuity design in Colombia. DOI: https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1003684
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