Algunas reflexiones acerca del suicidio en médicos
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Algunas reflexiones acerca del suicidio en médicos


Hay una creciente conciencia de las conductas suicidas en los médicos y la necesidad de programas para su prevención a nivel nacional e internacional.


Por José A. Posada Villa – Médico psiquiatra, Grupo de Investigación Nuevas Perspectivas en Salud Mental – UCMC

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En Estados Unidos la tasa general de suicidios entre los médicos es de 28 a 40 por 100,000 en comparación con 12.3 por 100,000 en la población general.

Es un tema complejo. Cada suicidio es una tragedia sustentada por problemas y circunstancias personales y sociales únicas. Sin embargo, está bien establecido que la tasa de suicidios en la profesión médica es significativamente más alta que la población general y es una de las más altas de cualquier ocupación profesional.

Los médicos están expuestos a situaciones en ocasiones más difíciles en países en vías de desarrollo, lo que puede conducir a un aumento de la ansiedad y la depresión y se necesitan investigaciones en Colombia para evaluar y abordar el problema de manera adecuada.


Paradójicamente las personas que dedican la vida profesional a ayudar a otros no siempre buscan su propio bienestar.


Tampoco deja de llamar la atención que las personas con frecuencia creen que los médicos no tienen los mismos desafíos de vida de otros seres humanos. ¿Es lógico esperar que un internista no sufra de diabetes o que un oncólogo no desarrolle cáncer?

Los factores que contribuyen a un mayor riesgo de suicidio en los médicos incluyen personalidades perfeccionistas que no perdonan los errores, el estrés en el lugar de trabajo, tasas más altas de rupturas de relaciones y barreras para acudir a atención en salud mental, incluidos el estigma y la vergüenza de pedir ayuda. .

En una mirada del suicidio como un problema de salud pública mental, se podría decir que las personas no se suicidan, sino que mueren por suicidio, y es posible que este enfoque facilite discutir abiertamente el suicidio como un problema mental y ayudar a sacarlo de la oscuridad y eliminar el estigma que lo oculta.

No está claro si las personas con determinada profesión tienen un alto riesgo de suicidio debido al estrés ocupacional o más bien está asociado a la composición demográfica de los profesionales involucrados.

Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha procedido al reconocimiento oficial del burnout o desgaste profesional como enfermedad en la revisión número 11 de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos, se refiere específicamente al contexto ocupacional o laboral y no a experiencias en otras áreas de la vida.

En términos generales, se sabe que varios factores actúan juntos para aumentar el riesgo. Por lo tanto, puede que no sea precisamente la ocupación la que ponga en riesgo a los médicos y se deben tener en consideración características sociodemográficas más amplias y que, por otra parte, algunas personas con riesgo de suicidio puedan escoger selectivamente esta profesión.

Los rasgos de personalidad inherentes a los individuos que eligen la carrera de medicina, a menudo permiten ser excelentes médicos, pero también pueden llegar a ser un problema en determinadas circunstancias y generar estrés, que a menudo dispara ansiedad, depresión y posibles comportamientos suicidas.


Según la OMS, el suicidio es prevenible mediante intervenciones oportunas, basadas en datos fidedignos y para que las respuestas sean eficaces se requiere una estrategia de prevención multisectorial e integral.


En esa mirada integral se deben implementar acciones a nivel político, administrativo y operativo. Por supuesto, las políticas económicas y sociales del país, así como las públicas de salud tienen un papel preponderante.

Primero, no hacer daño. Se trata de una máxima que generalmente se aplica a los pacientes. Pero también se refiriere a sí mismos.

Estos son algunos pasos que las instituciones, gerentes, colegas y profesionales de la salud pueden dar para reducir el riesgo:

  • Ofrecer apoyo de manera empática.
  • No estigmatizar, reconociendo que no se trata de un signo de debilidad, que no es culpa de la persona y que no es algo que deba ocultar.
  • Fomentar una cultura organizacional en el que las personas puedan ser espontáneas.
  • Favorecer el autocuidado animando a establecer límites, atender sus propias necesidades, divertirse y cuidarse con una vida equilibrada, dieta adecuada, ejercicio, diversión y, en especial, el cultivo de la familia y las amistades.
  • Hablar abiertamente sobre el hecho de que los desafíos emocionales son comunes y que está bien obtener ayuda. Si va a terapia, mencionar las citas tan casualmente como lo haría con una cita con el odontólogo.
  • Producir guías y generar recursos para ayudar a los médicos a lidiar con estas situaciones.
  • Organizar programas educativos relacionados con la salud mental y el bienestar, que incluyan un componente sobre la prevención del suicidio,
  • En lugar de señalar a las personas con dificultades, implementar políticas para ayudar a los profesionales de la salud de manera estandarizada en todos los ámbitos. Cuando se usan enfoques universales, hay un efecto desestigmatizador natural porque todos deben y pueden hacerlo.
  • La clave del asunto es ser conscientes y sensibles a la salud y al bienestar mental de los colegas. No se trata de estar alerta al riesgo de suicidio en ellos. Hasta la actitud y el mensaje más pequeño de apoyo y aliento de un colega es muy importante y valorado.
  • Procurar mantener el equilibrio entre la vida laboral, familiar y social; evitar el agotamiento.
  • El programa debe ser estrictamente confidencial, no estar alineado con los empleadores. Un espacio seguro y sin prejuicios donde las personas pueden venir a discutir sus problemas sin temor a las repercusiones en términos de progreso profesional o empleo o consecuencias gremiales y laborales.
  • El mundo se está muriendo de soledad, y los médicos, que trabajan desde el anochecer hasta el amanecer, cargados de expectativas y desafiados por el dolor a diario necesitan más que valor para sanar. No se trata solo de autocuidado. Si la depresión tiene mucho que ver con el aislamiento, el antídoto no se puede encontrar solo.
septiembre 2, 2020

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