Vivamos, que después veremos
Actualidad, Cita Con

Vivamos, que después veremos


En estos tiempos la gente se esconde tras las rejas psicológicas del hablar, del comentar, huye del contacto y eso perjudica a todos. Por eso, desde aquí grito: ¡hagámoslo bien!


Mal, lo hemos hecho muy mal; hemos cometido muchos errores. En estos tiempos ha habido más mal que bien. Pero estamos a tiempo de superar los errores. Aquello que se ha hecho mal, aún se puede recuperar y hacerlo bien. En estos tiempos la gente se esconde tras las rejas psicológicas del hablar, del comentar, huye del contacto y eso perjudica a todos. Por eso, desde aquí grito: ¡hagámoslo bien! Volvamos a comunicarnos, a tener más apertura, que la gente no se esconda en el tengo que trabajar porque tengo muchos sueños que proyectar. ¡Por favor, comuniquemos porque es señal de que estamos vivos!

De acuerdo con las más recientes cifras entregadas por el DANE, el número de suicidios en Colombia tuvo un incremento del nueve por ciento con respecto al periodo de enero y abril de 2020. Según los datos reportados por la entidad, entre enero y abril de 2021 se presentaron 958 casos de muertes autoinfligidas, 79 más que en el mismo periodo de 2020.

Estos datos indican que los suicidios alcanzaron su punto más alto de los últimos diez años. El DANE también reveló que cerca de un millón de colombianos requiere atención en salud mental y para su director, Juan Manuel Oviedo, las causas pueden estar relacionada con la situación desencadenada por la pandemia, como cambios en los hábitos, aislamiento social, incertidumbre por el futuro y problemas económicos.

Al analizar esos números, el doctor Carlos Pol Bravo, médico psiquiatra de la Universidad de Barcelona, con máster en Terapia Integrada y Sexología de la Universidad de Valencia, le dijo al Colegio Médico Colombiano en el encuentro de Cita con el Experto que no tiene ninguna duda de que la pandemia que se aproxima es mental.

Y si bien lavar las manos con frecuencia, usar mascarilla, mantener el distanciamiento social y cumplir con el aislamiento preventivo son algunas de las recomendaciones que aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) para contener la propagación del virus, hay que tener presente que ningún gobierno ni país en todo el mundo estaba preparado para afrontar una pandemia, explicó el doctor.


“Como consecuencia, un alto número de los habitantes en los 170 países que han sido afectados por el Covid-19 está experimentando síntomas de ansiedad, depresión, angustia, miedo, fobias, así como formas reactivas de depresión y de agresión en respuesta a la situación que está atravesando el planeta”.


Los informes indican que los efectos psicológicos y sociales directos e indirectos de la pandemia por Covid- 19 son generalizados y podrían afectar la salud mental ahora y en el futuro. El miedo de salir a la calle, de ser contagiados, de contagiar, de volver a vivir, asociado al confinamiento prolongado, al cierre de escuelas, al trabajo en casa han tenido un impacto negativo en la salud mental.

En estos meses han aparecido nuevos desórdenes, pero también han aumentado exponencialmente los trastornos del sueño, sexuales, de conducta, de personalidad, en suma, los trastornos psicosociales, afirmó el psiquiatra.

“He visto, por ejemplo, la fobia al beso por el miedo contagio, pero me pregunto si las parejas que están bajo el mismo techo también han desarrollado fobia al contacto íntimo, a compartir el mismo baño, al roce de la piel, olvidando el roce de los billetes que constantemente nos metemos al bolsillo. Como cualquier animal, por domesticado que esté, ante cualquier amenaza se torna violento y ataca, muchos seres humanos que no eran agresivos se encuentran a la defensiva (agresividad reactiva) y al acecho por las circunstancias. Por eso, me atrevo a decir que quien en este momento no tenga trastornos del sueño, que los espere y que vaya mirando cómo los controla”.

De otro lado, la pandemia ha afectado particularmente a las mujeres por la diversidad de roles y tareas que desempeñan. Siete de cada diez mujeres se sienten tristes, apáticas o desmotivadas; cinco de cada diez dicen sufrir de estrés; cinco de cada diez están experimentando ansiedad; cuatro de cada diez padecen insomnio; es decir, que más de la mitad de las mujeres presenta algún tipo de malestar sicológico relacionado con el estrés de la pandemia, comentó el psiquiatra Pol Bravo.

“Como si fuera poco, hace menos de un mes los noticieros en Europa mostraban que los hospitales se estaban llenado de niños y adolescentes con problemas mentales, lo que indica que el aislamiento, las restricciones de contacto físico, la alteración de los horarios, sumados a las dificultades económicas de los padres han afectado la salud mental de los que serán el futuro de la humanidad”.

No vamos a reinventarnos, sino a reintegrarnos

En este contexto, la psiquiatría social -rama de la medicina que se ocupa de los factores sociales y culturales que afectan a los trastornos mentales de la población general- resulta de gran utilidad para identificar y procurar mitigar los factores que perjudican la salud mental.

No se trata de curar a nadie del virus, sino de apoyar las mentes de quienes están luchando contra el virus para que esas mentes puedan salvar vidas, dijo Pol Bravo.

“Hay que tranquilizar, en lo posible, la mente para poder seguir. Nosotros, los psiquiatras sociales – que, a su vez, somos clínicos, nos ocupamos de esas mentes para intentar tranquilizarlas, sensibilízalas y ofrecerles unos racionamientos que permitan superar la realidad que están viviendo”.

El primer paso es darle el permiso a la gente de sentirse enferma. La conciencia de enfermedad es necesaria para poder salir de ella, agregó

“Luego la imaginación, como dijo el doctor Edmundo Rico, pionero de la psiquiatría en Colombia, a esa loquita de la casa que se impone a cualquier juicio o razonamiento, hay que ayudarle a estar más tranquila a pesar de las circunstancias. Nosotros tenemos que apoyar, orientar y escuchar”.

La pandemia también metió a la humanidad en el falso dilema de salud versus enfermedad. En este sentido el experto Pol Bravo fue enfático en asegurar que la salud está por encima de todo.


“A los muertos se les reza, pero ni se les cobra ni se les paga. Hasta para llevarse un pan a la boca se debe tener capacidad de ánimo y el deseo de digerirlo”.  


En cuanto a las vacunas, el psiquiatra considera que el mundo se han convertido en el nuevo horizonte.

“Como dijo mi colega, el doctor Guido Parra, gineco-obstetra de la costa Caribe: las vacunas son como el cinturón de seguridad…hay que ponérselo por si acaso”.

Por último, Pol Bravo señaló que los médicos deben exigir ser actores principales y no héroes circunstanciales del sistema de salud.

“No se trata de buscar más likes, sino de generar resultados prácticos. Pese al agotamiento extremo o síndrome del quemado por estar en la primera línea de combate contra el virus, de la ansiedad o a estar sumidos -como el resto de la población entre el miedo y la incertidumbre, los médicos más que pretender convertirnos en héroes necesitamos trabajar para poder comer y seguir salvando vidas”.  

agosto 22, 2021

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comité Editorial

Director
Dr. Stevenson Marulanda Plata

Editora
Maricielo Acero Rodríguez

Asesores Médicos
Dr. Jorge Diego Acosta Correa
Dra. Ivonne Díaz Yamal
Dr. Oswaldo Alfonso Borraez
Dr. Samuel Barbosa

Contacto comercial
Mary Stella Ardila Guzmán

NOSOTROS

Epicrisis es el órgano oficial de comunicación del Colegio Médico Colombiano. La opinión y conceptos personales expresados en los artículos firmados por un tercero no reflejan la posición de Epicrisis o el Colegio Médico Colombiano.

PBX: (+571) 746 3489 – Celular:(+57) 314 566 2174 – (+57) 323 232 4543 – (+57) 323 232 7752 – (+57) 314 566 2198Email : pqrs@colegiomedicocolombiano.org
Dirección: Carrera 7 # 69 – 17 – Bogotá, Colombia