Según la edición digital para público general del manual MSD: casi el 30 por ciento de los adultos e incluso un gran porcentaje de niños con el síndrome de Guillan-Barré presentan debilidad residual tres años después del inicio de los síntomas. La tasa de muerte es muy baja, ya que esta es menos del dos por ciento.
El Síndrome de Guillain-Barré (SGB)es una condición poco común que afecta el sistema inmunitario de un paciente al atacar los nervios periféricos. Por lo general los nervios que se ven afectados mayormente son aquellos que controlan los movimientos musculares, y los de recepción de dolor, calor y tacto.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para muchos el síndrome se produce como una debilidad muscular, pérdida de sensibilidad en las extremidades y/o problemas para comer y respirar. En algunos casos, el sistema nervioso periférico al verse afectado impacta el movimiento en todo el cuerpo y la persona puede entrar en paro por ello.
Según la edición digital para público general del manual MSD: casi el 30 por ciento de los adultos e incluso un gran porcentaje de niños con el síndrome presentan debilidad residual tres años después del inicio de los síntomas. La tasa de muerte es muy baja, ya que esta es menos del dos por ciento.
Edgard Eliud Castillo, neurólogo adscrito a Colsanitas, explica con mayor detalle este síndrome: “El SGB es lo que se conoce como polirradiculoneuropatía desmielinizante inflamatoria aguda. Ese nombre lo que quiere decir es que la patología compromete varias raíces de nervios conduciendo a una pérdida de la mielina que los recubre, y es aguda porque se instaura en menos de dos semanas. Luego la enfermedad se establece en una meseta en donde no mejora ni empeora por unas dos o tres semanas más y después sí comienza la recuperación”.
Después de una mejora inicial, entre el tres y el diez por ciento de los afectados desarrollan polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica como un efecto secundario con la posibilidad de ser permanente. Castillo lo describe como “un cuadro crónico, muy parecido al Guillain-Barré, pero cuya progresión sigue empeorando más lento a lo largo de un mes o dos meses. O puede mejorar y seis meses después recurrir varias veces”,
El tratamiento del Síndrome de Guillan-Berré se maneja bajo tres aspectos importantes para la recuperación del paciente.
- Aspecto inmunológico: como el SGB afecta en gran parte el sistema inmunológico, es clave un tratamiento que lo fortalezca. Castillo propone algunas alternativas como un tratamiento especial que debe ser aplicado en las primeras semanas, este consiste en “sacar la sangre, pasarla por una máquina que la filtra para eliminar los anticuerpos que atacan la mielina y en algunas ocasiones las células que la producen”. Adicionalmente, se puede poner inmunoglobina que neutraliza los anticuerpos. Es común usar ambas técnicas.
- En caso de un paro cardiaco: el paciente debe de ser intubado y recibir un soporte mientras los niveles de mielina y los músculos se recuperan. En el transcurso de toda la enfermedad, hay que prestar atención especial a todo el sistema autónomo. Castillo hace un especial llamado ya que este suele verse afectado en estos casos y pueden poner en riesgo al paciente al causar un paro cardiaco o una arritmia.
- Conservar la posible musculatura: esta es una prioridad ya que la masa muscular se va a deteriorar rápidamente por el desuso. Para Castillo es muy importante este aspecto con los pacientes que sufren de SGB: “la rehabilitación comienza desde el momento en que se presenta debilidad para mantener el tono muscular, pues a mayor inactividad, mayor deterioro en tono, fuerza y rango de movimiento”.
La OMS comenta que el SGB es una afección rara, que aún se desconocen las razones exactas que lo provocan. Pero en muchos casos esta ocurre después de una infección bacteriana o vírica. Por lo general la infección llega al sistema inmune y este termina atacando el cuerpo del paciente.En casos poco comunes, recibir una vacuna de ciertas enfermedades puede aumentar la posibilidad de contraer el SGB, pero es algo excepcional. Un diagnóstico de SGB se puede dar después de una serie de síntomas y resultados de exámenes neurológicos. Aunque no hay procedimiento que cure el síndrome, el diagnóstico y tratamiento hace gran diferencia en el proceso de recuperación.
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