Los hallazgos del estudio sugieren que las diferencias sexuales biológicas pueden ser la respuesta.
La incidencia de cáncer es mayor en hombres que en mujeres en la mayoría de los sitios anatómicos compartidos por razones actualmente desconocidas. Los autores de un estudio publicado Cáncer, una revista revisada por pares de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, cuantificaron hasta qué punto los comportamientos (tabaquismo y consumo de alcohol), la antropometría (índice de masa corporal y estatura), los estilos de vida (actividad física, dieta, medicamentos) y el historial médico explican colectivamente el predominio masculino del riesgo en 21 sitios de cáncer compartidos.
El estudio consistió en un análisis de cohortes prospectivas (n = 171 274 participantes masculinos y n = 122 826 femeninos; rango de edad, 50–71 años) en el Estudio de Dieta y Salud de los Institutos Nacionales de Salud-AARP (1995–2011). Se utilizaron modelos de regresión de Cox específicos del cáncer para estimar las proporciones de riesgo (HR) de hombre a mujer. El grado en que los factores de riesgo explicaron la disparidad de riesgo observada entre hombres y mujeres se cuantificó mediante el método de Peters-Belson.
Comprender las razones de las diferencias sexuales en el riesgo de cáncer podría proporcionar información importante para mejorar la prevención y el tratamiento. Para investigar, Sarah S. Jackson, PhD, del Instituto Nacional del Cáncer, parte de los Institutos Nacionales de la Salud, y sus colegas, evaluaron las diferencias en el riesgo de cáncer para cada uno de los 21 sitios de cáncer entre 171 274 hombres y 122 826 mujeres adultos de 50 a 71 años que participaron en el estudio NIH-AARP Diet and Health entre 1995 y 2011.
Durante ese tiempo, surgieron 17.951 nuevos cánceres en hombres y 8.742 en mujeres. La incidencia fue menor en los hombres que en las mujeres solo para los cánceres de tiroides y vesícula biliar, y los riesgos fueron de 1,3 a 10,8 veces mayores en los hombres que en las mujeres en otros sitios anatómicos. Los mayores riesgos aumentados en los hombres se observaron en cáncer de esófago (un riesgo 10,8 veces mayor), laringe (un riesgo 3,5 veces mayor), cardias gástricos (un riesgo 3,5 veces mayor) y cáncer de vejiga (un riesgo 3,3 veces mayor riesgo).
Las diferencias en los comportamientos de riesgo y las exposiciones cancerígenas entre los sexos solo representaron una proporción modesta del predominio masculino de la mayoría de los cánceres (que van desde el 11 por ciento para el cáncer de esófago hasta el 50 por ciento para el cáncer de pulmón).
Los hallazgos sugieren que las diferencias biológicas entre los sexos, como las diferencias fisiológicas, inmunológicas, genéticas y de otro tipo, juegan un papel importante en la susceptibilidad al cáncer de los hombres frente a las mujeres.
“Nuestros resultados muestran que existen diferencias en la incidencia del cáncer que no se explican únicamente por las exposiciones ambientales. Esto sugiere que existen diferencias biológicas intrínsecas entre hombres y mujeres que afectan la susceptibilidad al cáncer”, dijo la doctora Sarah S. Jackson PhD.
“La inclusión estratégica del sexo como una variable biológica debe aplicarse a lo largo de todo el proceso del cáncer, desde la predicción del riesgo y la prevención primaria del cáncer, la detección del cáncer y la prevención secundaria, hasta el tratamiento del cáncer y el manejo del paciente”, concluyeron los autores.
Fuente: Órgano de información del Colegio Médico Colombiano. Epicrisis. Ed. Nº 25 (Septiembre-Noviembre 2022).
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