Existe una relación importante entre los médicos que hacen turnos nocturnos y el desarrollo de fibrilación auricular. Descubra más acá.
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más prevalente tratada en la práctica clínica y, a menudo, se presenta como causa o consecuencia de la insuficiencia cardíaca (IC). En el 2017 el Estudio Global de la Carga de Morbilidad mostró que habían 37.6 millones de personas en todo el mundo con FA, incluyendo 3 millones de personas con la enfermedad de reciente comienzo y 287.000 personas que murieron a causa de esta patología en 2017.1
Existen diversos factores de riesgo asociados con la aparición de FA como la obesidad, la apnea del sueño, la hipertensión, la diabetes y otros factores modificables relacionados con el estilo de vida. Aunque, teniendo en cuenta la creciente prevalencia de esta enfermedad, se tendrían que estudiar nuevos factores de riesgo.1
Ahora bien, según la Sexta Encuesta Europea de Condiciones de Trabajo, casi el 21% de la población activa realiza trabajo por turnos, principalmente en jornadas fuera del horario diurno convencional y, cada vez hay más pruebas que indicaN que los trabajos nocturnos tienen un impacto adverso en la salud individual y la función de los órganos; sobre todo en los profesionales de la salud, como los médicos, que realizamos la mayor parte del tiempo rondas y guardias en el turno de noche.
Varios estudios han reportado que el trabajo nocturno puede alterar el ritmo circadiano del cuerpo, afectar el metabolismo y la secreción de hormonas, y el efecto puede ser más significativo con la exposición a largo plazo a estas jornadas laborales. Asimismo, se ha identificado que los factores de riesgo ambiental y genético juegan un papel importante en el desarrollo de FA.
Los resultados de un estudio1 publicado hace poco, indicaron que las siguientes situaciones están asociadas con mayor riesgo de FA y enfermedad coronaria:
- El trabajo nocturno
- Duraciones más prolongadas de la exposición al trabajo por turnos nocturnos (> 10 años)
- Frecuencia promedio de 3 a 8 noches por mes de trabajo en horario nocturno.
- Asociación positiva entre el turno nocturno y el desarrollo de FA independiente de los factores genéticos.
- Los horarios nocturnos se asocian de manera importante con el riesgo de enfermedad coronaria pero no con el riesgo de accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca.
Este es el primer estudio que permite identificar la asociación entre el trabajo nocturno y la aparición de FA. Es importante destacar que la duración y la frecuencia de las jornadas laborales nocturnas son dos aspectos relevantes a estudiar. Por un lado, la mayor duración de los turnos podría ser perjudicial para la salud cardiovascular y, con relación a la frecuencia, los trabajadores con turnos de 3 a 8 noches por mes están asociados con mayor probabilidad de FA.
Aún no está claro el mecanismo potencial por el cual el trabajo rotativo en jornadas nocturnas puede aumentar el riesgo de FA y enfermedad coronaria. No obstante, las investigaciones indican que este tipo de trabajo altera el ritmo circadiano, provocando efectos adversos importantes sobre las funciones biológicas. Posterior a un turno de trabajo nocturno, la interrupción de la adaptabilidad a los cambios ambientales, la excitación del nervio simpático y la secreción excesiva de norepinefrina incrementa la contractilidad del miocardio, aumenta la velocidad de conducción y el consumo de oxígeno por lo que se agrava aún más la carga de trabajo sobre el corazón.
Además, estudios recientes relacionaron el trabajo nocturno con un aumento de marcadores inflamatorios cardiovasculares como la interleucina 6, la proteína C reactiva y el factor de necrosis tumoral alfa. Igualmente, se evidenció que el grado de daño por estrés oxidativo fue mayor en los empleados nocturnos, lo que puede conducir también al aumento de los factores inflamatorios.
Por otro lado, existen también asociaciones importantes entre el sexo y la duración del trabajo nocturno durante toda la vida, y entre la actividad física y la frecuencia y duración de estas jornadas. El estudio sugiere que las mujeres tienen una relación más fuerte entre la duración del trabajo y el riesgo de FA que los hombres. De igual manera, el ejercicio físico podría mejorar la composición corporal para adaptarse a los cambios en el ritmo circadiano. Sin embargo, estos resultados secundarios requieren mayores investigaciones.
En conclusión, la exposición a las jornadas laborales nocturnas se asocia de manera relevante con el riesgo de FA, independientemente del nivel de riesgo genético. Asimismo, están relacionadas con el riesgo de enfermedad coronaria, pero no de accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca. Se necesitan más estudios para saber si la disminución de la frecuencia y duración del trabajo nocturno podría representar una vía para mejorar la salud cardiovascular durante la vida laboral.
Comentario editorial. Para los trabajadores de salud en especial los médicos, las jornadas laborales nocturnas son obligatorias, sin embargo, la evidencia indica que estas actividades están asociadas con mayor riesgo de fibrilación auricular y enfermedad coronaria. Por tal razón, las instituciones de salud deben implementar programas que protejan la salud cardiovascular de los empleados, como, por ejemplo disminuir la frecuencia y duración los turnos nocturnos y promover la actividad física.
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Referencias:
- Wang N, Sun Y, Zhang H, et al. Long-term night shift work is associated with the risk of atrial fibrillation and coronary heart disease. Eur Heart J Digit Health. 2021;00:1-10. doi:10.1093/eurheartj/ehab505
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