Salarios adeudados durante meses a profesionales y especialistas, falta de garantías laborales y de condiciones de trabajo justas y decentes, presión en el ejercicio de la autonomía médica, maltrato a la misión médica y vulneraciones al recurso humano de la salud; todo ello hace parte del triste panorama que busca solventarse a través de una ley que vigile, controle y sancione a todo aquel que vulnere al talento humano del sector Salud en Colombia.
Por Sergio Camilo Lizarazo Riaño – Profesional de Comunicaciones, S.C.A.R.E
Dignidad médica, dos palabras muy usadas por gremios y organizaciones de la salud, pero a la vez muy subestimadas en la realidad del ejercicio de la profesión de médicos, especialistas y demás ocupaciones del sector. Estos, a pesar de ser la cara del sistema de salud en Colombia y de tener a cuestas la responsabilidad de cuidar y velar por la vida de todos los pacientes, se enfrentan día a día a lamentables situaciones que vulneran su calidad de vida profesional y transgreden las mínimas condiciones a las que tiene derecho cualquier persona que preste un servicio a la comunidad.
Hoy por hoy, el contexto laboral del Talento Humano en Salud en Colombia es precario para muchos profesionales. Según el último estudio realizado por el Colegio Médico Colombiano, Panorama profesional de los médicos en Colombia, 2019, en el país el 65 % de los médicos generales y el 71 % de especialistas han tenido problemas con el pago de su salario, y muchos de ellos han esperado de 1 a 12 meses para que les paguen los honorarios por la prestación de sus servicios. No obstante, el problema de pagos no es el único agravante de la difícil situación del Talento Humano en Salud, pues según el estudio, el 80 % y el 81 % de los médicos generales y especialistas, respectivamente, alguna vez han visto afectada su situación laboral por el cambio de condiciones de trabajo, constricción del ejercicio, acoso laboral y pérdida de empleo. Eso sin mencionar que el 63.58 % de los profesionales afirma sentirse emocionalmente agotado, mientras que el 60.54 % afirma sentirse “quemado” y/o “agotado” en razón de su trabajo.
Foto: Sergio Camilo Lizarazo Riaño
Sin embargo, pese a los esfuerzos de los gremios, las sociedades científicas, la academia, los sindicatos y demás organizaciones que han abanderado causas para proteger y dignificar al Talento Humano en Salud en Colombia, la falta de normatividad y vigilancia gubernamental ha dejado en el aire aquellas leyes que disponen el respeto a la dignidad de los profesionales y trabajadores de la salud, como la Ley 1751 de 2015 o la llamada Ley Estatutaria de Salud, que en su artículo 18 afirma que todos los trabajadores y en general el Talento Humano en Salud estarán amparados por condiciones laborales justas y dignas. Sin embargo, esto se quedó ahí, en el papel, ya que la ley no dispone de garantías para el cumplimiento de su ejecución, que propendan por la garantía del mínimo vital de los médicos en el país. Es entonces cuando nos preguntamos qué más debemos hacer en Colombia para respetar y mejorar las condiciones de todo el Talento Humano en Salud.
Un proyecto de ley que dignifique el ejercicio de la profesión
Hecho todo el contexto anterior, el Colegio Médico Colombiano puso sobre la mesa la necesidad de contar con una ley que mejore, regule y contribuya a la dignificación de todo el Talento Humano en Salud en el territorio colombiano, con condiciones laborales decentes y justas, a lo cual se sumó la S.C.A.R.E., con el fin de aportar su conocimiento y experiencia. De este modo, identificaron conjuntamente que lo mejor es contar con los mismos médicos que hacen parte del Congreso de la República, para elevar las necesidades del gremio y promover una ley en pro de todos los profesionales de la salud. Es por eso que este proyecto, indiferentemente de partidos y bancadas, cuenta ahora mismo con un equipo de senadores y representantes que buscará con ahínco sancionarlo como ley de la República.
Para el representante a la Cámara Carlos Eduardo Acosta, quien es uno de los congresistas que lidera y promueve el preproyecto de dignidad médica, uno de los puntos que menos se toca, pero que es fundamental en el sistema de salud, es su talento humano, pues es el que está de cara al paciente y el primer actor dentro de la cadena de los prestadores en salud.
Foto: Cortesía UTL Jairo Cristancho
Y a pesar de que en la legislatura pasada se sancionaron dos leyes que abordan problemáticas del sistema de salud, entre las cuales se encuentra el Acuerdo de Punto Final, no existe una norma específica sobre las deudas que muchas instituciones tienen con los profesionales; por ello, para el Dr. Acosta este es el momento de pensar y trazar un proyecto dirigido a mejorar las condiciones laborales del recurso humano de la salud, sobre todo en el tema del pago justo y oportuno, que es una de las grandes dificultades que tiene actualmente el sistema. De tal forma, el proyecto de ley propondrá que todo el Talento Humano en Salud tenga derecho a una remuneración justa, digna y sobre todo oportuna por su trabajo, sin importar las formas de vinculación y contratación, entendiendo este pago oportuno como el que se realiza máximo dentro de los 30 días calendario siguientes a la prestación del servicio.
“Lo que queremos con el proyecto es tener unos tiempos de pago oportunos y unos intereses de mora para los casos en los cuales no se cumplan con estos pagos. En Colombia ya se encuentran reguladas las tasas de interés por mora; lo que queremos es que esas tasas se apliquen a las obligaciones específicamente con el personal en salud”, afirmó el representante a la Cámara. Sin embargo, el tema de los pagos no es el único punto que toca el proyecto de ley, pues también busca establecer garantías de la prestación del servicio de salud, a fin de proveer los insumos, recursos y tecnologías en salud, así como la infraestructura y talento humano necesarios y suficientes para una atención segura.
“El problema de pagos no es el único agravante de la difícil situación del Talento Humano en Salud, pues según el estudio, el 80 % y el 81 % de los médicos generales y especialistas, respectivamente, alguna vez han visto afectada su situación laboral por el cambio de condiciones de trabajo, constricción del ejercicio, acoso laboral y pérdida de empleo“
Para el representante a la Cámara Jairo Cristancho, quien también hace parte del equipo de congresistas que lidera el proyecto de ley, actualmente a nivel departamental son las secretarías de salud las encargadas de vigilar que las IPS en Colombia presten un servicio con calidad y cuenten con los recursos necesarios para hacerlo. Mientras que a nivel nacional es la Superintendencia de Salud la que debe velar por este cumplimiento, el problema está en que muchas veces no se cumple o se cumple “a medias”.
Lo que el proyecto quiere es que se garantice al profesional realizar consultas con el tiempo adecuado y necesario para la atención de las personas, teniendo en cuenta condiciones propias del paciente y la complejidad de su estado de salud. Entre tanto, la normativa también propone que el Ministerio de Salud establezca el tiempo mínimo de consulta que garantice una atención de calidad, instaurando un tiempo diferencial y superior, por ejemplo, para la consulta por primera vez.
Un Talento Humano en Salud libre de violencia
La iniciativa también propende por una estrategia nacional contra la violencia al talento humano, a fin de que el Ministerio de Salud adopte acciones intersectoriales con el objeto principal de identificar, cuantificar y plantear soluciones efectivas para la protección de la vida, el buen nombre y la integridad de todo el recurso humano del sector Salud.
Foto: María Paula Salamanca
Para el senador Juan Luis Castro, quien ha liderado y participado en diferentes leyes para la mejora del sistema de salud colombiano y quien también conforma la mesa de trabajo del proyecto de ley de dignidad médica, a todo el Talento Humano en Salud se le debe ofrecer las garantías que tiene cualquier persona que va a prestar un servicio a la comunidad; esto quiere decir que debe contar con seguridad y tener derecho a estar en instalaciones seguras, con los implementos adecuados para atender a todos los pacientes, en el ámbito de unas condiciones que giren, todas ellas, en torno a una prestación segura y tranquila en el ejercicio de la profesión. El proyecto busca inclusive proteger y reforzar la autonomía médica de todos los profesionales.
“Los médicos se ven sujetos a presiones para tomar decisiones acerca de los tratamientos que van a hacer, cómo los van a hacer, por qué los van a hacer o cómo prescribir un medicamento. Aunque ya está señaldo en otras leyes, como la Ley Estatutaria, es necesario definir y reforzar la autonomía para que los médicos podamos tomar decisiones y ser capaces de emitir los conceptos que creamos pertinentes en momentos determinados”, aseguró el senador Castro.
La iniciativa del gremio para el gremio
Si en algo concuerdan los tres congresistas es que este proyecto de ley no atiende a intereses particulares ni políticos, sino que es una iniciativa que responde solo a las necesidades reales del sistema de salud y al interés conjunto de trabajar a favor del gremio; es una propuesta que extiende su voz hasta el Congreso de la República, con el apoyo de las agremiaciones, la academia y las sociedades científicas, para sanar la grieta que tanto duele en el sistema de salud colombiano: la vulneración a la dignidad médica de los profesionales y ocupaciones del gremio. Lo que vendrá ahora es un trabajo conjunto para escuchar también al Talento Humano en Salud, a través de diferentes audiencias públicas que se llevarán a cabo antes del próximo 20 de julio, fecha para la cual los congresistas tienen proyectado radicar ante el Congreso de la República el pliego del proyecto.
Aún falta camino por recorrer. La S.C.A.R.E. y el Fepasde extienden su invitación para que a la iniciativa se sumen no solo todas las agremiaciones médicas, sino en general todo el Talento Humano en Salud, desde aquel médico que se ve en la necesidad de trabajar en varias instituciones con turnos extenuantes y el especialista que lleva meses esperando el pago de sus honorarios, hasta el estudiante que se está formando para ejercer en el futuro cercano bajo unas condiciones precarias. Ahora más que nunca debemos creer que esto puede y tiene que cambiar.
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