El propósito es diseñar técnicamente una escafandra de fabricación artesanal para proteger poblaciones apartadas y comunidades en extrema pobreza.
Por. Roberto Díaz González – Medico Ortopedista
La urgente necesidad de contar con EPP pata atender la pandemia del COVID-19, la escases de estos elementos en el mercado, la ausencia en las regiones apartadas, el relativo alto costo, hacen que el trabajador sanitario se vea sometido a un alto riesgo de contagio al atender la gran cantidad de enfermos sintomáticos confinados en las instituciones hospitalarias, por esto se hace imperativo plantear una solución transitoria.
El propósito es diseñar técnicamente una escafandra de fabricación artesanal con elementos disponibles en todo lugar, a un costo irrisorio, para proteger poblaciones apartadas y comunidades en extrema pobreza.
El concepto de salud y seguridad en el trabajo en la cadena de contagio es, el portador del virus lo transmite por vía aérea al toser, quedando un tiempo en el ambiente o sobre las superficies aledañas, la puerta de entrada al nuevo huésped es la mucosa de los ojos nariz y boca, por la piel no entra, el riesgo aumenta a mayor carga ambiental del virus.
Los elementos de protección personal corrientemente usados por el personal sanitario son tapabocas, los de tela no dan ninguna protección, los confeccionados técnicamente con material anti fluidos y con filtros son de seguridad baja, las mascaras industrial para partículas rotuladas por los organismos internacionales con color blanco y el numero N95 son de alta seguridad por el sellado pero no son efectivas para las nano-partículas, el único elemento que da protección respiratoria del 100% es la escafandra.
El concepto académico sobre los circuitos respiratorios, son clasificados por Mapleson en 6 grupos según el puesto de la válvula de sobrepresión y el flujo de gas fresco, Moyers los define en cerrados, semi-serrados, semi-abiertos y abiertos, de acuerdo con la recirculación de gases y el volumen del flujo utilizado, siendo el abierto el de mas alto consumo.
Para fabricar de manera artesanal una careta full face necesita:
- Una botella desechable de 2 litros
- Una bomba pequeña (globo R5)
- 50 cm de cordón para persianas
- Una capucha de tela quirúrgica
- Una bolsa plástica para sellarlo.
1. Tome la medida del largo de la cara (del ophryon al gnation) corresponde con una cuarta de la persona, es el tamaño de las botellas lo mismo que el ancho.
Haga un corte en doble Y las espoletas laterales dóblelas para fuera y abra los ojales, la inferior (extremo de la tapa) dóblela recto para adentro, y la superior (fondo de la botella) dóblela en curva también para adentro.
Corte el fondo de la bomba y ajústela en la boca de la botella, confeccione una capucha de tela quirúrgica con el cuello largo y para hacerlo impermeable ajuste con esparadrapo una bolsa plástica.
2. Conecte a la fuente de oxigeno una cánula nasal de alto flujo o una sonda de negatón 5-6 mm, péguela a la mascara reglamentaria N95, arme la escafandra selle los bordes la única incomodidad son las gafas, y colóquese el vestido quirúrgico de nuevo selle con esparadrapo el cuello, queda un circuito semi-abierto que puede usar estático al conectarse al humedificador de la habitación o la sala de procedimiento y móvil si se conecta a cilindros portátiles de oxigeno.
3. Para trabajo por corredores y espacios amplios retire la bomba (válvula de escape) de la boca de la botella y conecte una manguera de aire medicado de la instalación hospitalaria, queda un circuito abierto, esto le permite desplazarse largas distancias, en sitios de mínima tecnología puede conectar la botella a una manguera de jardín y tomar el aire de un compresor industrial.
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