La graduación de la primera cohonorte de médicos de la Fundación Universitaria del Área Andina (Areandina) marca un hito en la formación médica no solo para la institución, sino también para las comunidades a las que beneficiarán estos nuevos médicos.
En diálogo con el Colegio Médico Colombiano, la Dra. Alejandra Salcedo Monsalve, directora del programa de medicina de Areandina, resalta la importancia de este logro, así como las competencias y los valores que encarnan estos profesionales de la medicina y su papel previsto en la transformación de la atención médica de prestación de servicios de salud.
“Areandina es una institución que desde su creación se ha propuesto ofrecer programas de ciencias de la salud, innovadores, pertinentes, de vanguardia, y el programa de medicina es uno de ellos; además, se constituyó en el primer programa de medicina en ser ofrecido en los departamentos del Cesar y La Guajira, una región que necesitaba y anhelaba educar a sus propios médicos”, afirma la Dra. Salcedo
La graduación de los primeros médicos de Areandina significa más que la culminación de varios años de estudio; encarna la dedicación de la universidad para abordar las necesidades de atención médica en una de las zonas más vulnerables del país. A lo largo del tiempo, los jóvenes que aspiraban a convertirse en médicos a menudo enfrentaban obstáculos importantes, incluida la necesidad de mudarse a ciudades distantes o también a otros países debido a la ausencia de educación médica local.
Con el establecimiento de un sólido programa médico, Areandina cambió la historia y se constituyó en un elemento que aporta desde los sectores de la educación y la salid para el desarrollo económico y social del territorio.
Al formar profesionales médicos calificados, que comprenden los matices regionales, Areandina no solo aborda la escasez apremiante de atención médica, sino que también mejora e bienestar general de las comunidades a la que sirve.
La directora Salcedo explica que el plan de estudios y elementos curriculares del programa de medicina tienen un enfoque académico institucional que declara el aporte de Areandina al desarrollo social y sostenible de las regiones y del país, a través de una educación de calidad, en un ambiente incluyente, con un enfoque humanista y social, que hace del Areandino una persona innovadora, ética, con pensamiento crítico, que cuente con habilidades y competencias para el liderazgo colectivo y el aprovechamiento de las tecnologías digitales para los desafíos del siglo XXI.
“En este marco se implementó un programa enfocado en la formación humanista y social centrada en el aprendizaje del estudiante, en la dignidad humana y en los valores institucionales de la excelencia, el respeto, la aprendizaje, la solidaridad, el servicio, la identidad, la efectividad y la felicidad. Desde esa perspectiva, y teniendo en cuenta la magnitud del compromiso social que implica el ejercicio de la medicina y el proceso de formación de médicos, el trabajo llevado a cabo por la Institución se enfocó en garantizar el desarrollo armónico de todas las dimensiones del individuo, integrando los elementos académicos, científicos, tecnológicos, éticos, culturales, sociales y humanísticos requeridos para la consolidación progresiva del profesionalismo médico”, indica la Dra. Salcedo.
Abordar las necesidades regionales de atención médica
Los médicos recién formados de Areandina están preparados para desempeñar un papel fundamental en los sistemas de atención médica de sus comunidades. Formados con un enfoque en la atención primaria de salud, estos graduados reconocen la importancia de trabajar en los determinantes sociales de la salud y en el aporte que se debe lograr por parte de los diferentes sectores en la búsqueda de estrategias conjuntas y articuladas para el mantenimiento o recuperación de la salud y la calidad de vida.
“Ellos están en capacidad de aportar desde las instituciones de salud de diferentes niveles de complejidad con su trabajo en la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación del paciente en todos los niveles de complejidad y, así mismo, participar en acciones de salud pública, además de trabajar en el contexto familiar y comunitario en pro de la educación en salud. Esta capacidad garantiza que puedan operar con éxito en diversos entornos de atención médica, desde clínicas comunitarias hasta instituciones de atención médica más grande”, agrega la Dra.
Un aspecto relevante de la formación médica en Areandina es el énfasis en la ética.
“El plan de estudios incluye secciones dedicadas a la ética médica y la bioética, que preparan a los graduados para defender los conceptos fundamentales para el ejercicio de la medicina, los principios del profesionalismo, los deberes del actuar médico con respecto al respeto de los derechos de los pacientes, la responsabilidad del autocuidado, de la formación y la actualización permanente, el cuidado de la relación médico paciente y el adecuado relacionamiento con los colegas. A través de actividades extracurriculares de reflexión y diálogo, junto con la tutoría de profesionales médicos experimentados, a los alumnos se les inculca un alto sentido de responsabilidad profesional desde cuando inician la formación médica y reciben sus batas, hasta la llegada del año de internado, cuando asisten a la ceremonia de imposición de batas para refrendar el compromiso con su vocación y con la práctica ética”, comenta la rectora del programa.
Combinar las habilidades clínicas con las prácticas humanitaria
Areandina se destaca como una universidad firmemente arraigada en valores humanísticos, lo cual se refleja en las prácticas, la cultura institucional, el énfasis formativo y el compromiso con el entorno, buscando constantemente el empoderamiento de los estudiantes para la transformación de su contexto, siendo ellos el centro de todas las acciones universitarias.
“En este marco los estudiantes de medicina son formados como seres humanos que reconocen su responsabilidad como ciudadanos. En su proceso formativo realzan prácticas comunitarias desde el primer semestre académico interactuando con familias y comunidades, desarrollando proyectos de aula en sus asignaturas de atención primaria de salud I a VI y salud pública, donde se entrenan para hacerse preguntas, identificar necesidades en las comunidades, las familias y los individuos, generar ideas para incidir de manera positiva en la promoción y mantenimiento de la salud y en la prevención de la enfermedad y progresivamente a partir del quinto semestre de la carrera, cursan asignaturas clínicas que les permiten desarrollar sus habilidades y destrezas clínicas para el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de los pacientes en los diferentes momentos de su curso de vida a partir del conocimiento de las diversas especialidades médicas como son la medicina interna, cirugía general, ortopedia, otorrinolaringología, urología, cirugía plástica, anestesiología, oftalmología, neurocirugía, pediatría, ginecología y obstetricia, psiquiatría, medicina familiar, medicina forense, esto gracias a los espacios de práctica formativa en las instituciones prestadoras de servicios de salud públicas y privadas de la ciudad de Valledupar, que lo han acogido y les permiten tener un contacto directo y real con los pacientes y sus familias, orientados por profesores comprometidos con su formación integral. Esto se complementa con los nodos del sello transformador de Areandina que los forman para ser y convivir, con elementos como la orientación al servicio, la ética del cuidado y el buen vivir, el humanismo digital, el reconocimiento y respeto de las nuevas ciudadanía, entre otros”, asegura la doctora.
El legado de servir a la comunidad con compasión y dedicación
A medida que estos nuevos médicos se embarcan en sus trayectorias profesionales, sin duda enfrentarán a nuevos desafíos. Ajustarse a las realidades del sistema de salud, incluida la educación continua y amoldarse a diversos entornos laborales, requerirá el uso de sus estrategias de adaptación, pensamiento crítico, flexibilidad cognitiva, inteligencia emocional y competencias multiculturales que les permitan insertarse en ambientes nuevos para ellos. Desarrollar una identidad profesional en un panorama de atención médico complejo presenta otra capa de desafío, que requiere autorreflexión constante y crecimiento profesional continuo.
Para afrontar estos desafíos de manera eficaz, se anima a los nuevos graduados a participar en el aprendizaje permanente y a construir redes dentro de las asociaciones profesionales. La mejora de las habilidades a través de la educación de posgrado y la colaboración con pares son estrategias vitales para mantener la competencia y adecuarse al panorama cambiante de la atención médica.
De cara al futuro, la directora Salcedo asegura que Areandina tiene planes ambiciosos para expandir el impacto de su programa de medicina. Al forjar alianzas estratégicas con instituciones educativas, de salud, asociaciones profesionales y agremiaciones, la universidad apunta a mejorar su oferta de educación continua y enriquecer las competencias profesionales de sus equipos de atención médica para brindar servicios de calidad con innovación, uso de nuevas tecnologías, humanización, seguridad.
Estas iniciativas posicionan a Areandina no solo como una institución educativa, sino como un impulsor de la innovación y la mejora de la calidad de la salud en la región.
Para cerrar, el consejo para los graduados mientras transitan por las complejidades del sistema de atención médica es centrarse en el autocuidado holístico.
“Mantener el equilibrio entre las dimensiones emocional, física, relacional y espiritual fortalecerá su capacidad de interactuar de manera significativa con los pacientes. Aceptar la gratitud por cada oportunidad de servir y reconocer el profundo impacto de sus contribuciones mantendrá su pasión por la medicina”, finaliza la doctora Salcedo.
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