Cuando un médico se embarca en el tratamiento de un paciente, el viaje comienza con un simple saludo, sentando las bases para lo que será un proceso meticuloso de evaluación de los síntomas, realización de exámenes y formulación de un diagnóstico.
Por Doctor Roberto Baquero Haeberlin – Expresidente del Colegio Médico Colombiano
Este proceso es similar a pelar capas de un intrincado rompecabezas para descubrir el plan de tratamiento más adecuado. Sin embargo, así como algunos pacientes presentan casos médicos complejos que requieren la colaboración de colegas, el propio sistema de salud colombiano se ha presentado como un paciente desafiante que necesita urgentemente atención.
En los recientes intentos por abordar el debilitado sistema de salud, quienes conocemos, trabajamos y sufrimos las falencias del modelo en salud, abogamos por un enfoque incluyente y participativo, donde se priorice el derecho fundamental a la salud y la gobernanza del Estado. Para que los intentos de reforma tengan luz verde en el congreso, es necesario contar con los expertos, ya que los proyectos de reforma actuales carecen de las iniciativas de aquello que están de una u otra forma involucrados en el sistema. Si el proyecto de ley recoge las voces tanto de los profesionales de la salud como de los pacientes, es posible armar una reforma integral y efectiva que realmente satisfagan las necesidades de todos los involucrados.
Vale recordar que hace una década, un grupo de líderes médicos, bajo la dirección de figuras estimadas como el doctor Fernando Sánchez Torres y el profesor José Féliz Patiño Restrepo, reconocieron el mal estado del sistema de salud colombiano. Al igual que con el caso de un paciente desafiante, profundizaron en el estudio de las complejidades del sistema, interactuando con diversas partes interesadas, como el Ministerio de Salud, la Contraloría, la Procuraduría, expertos legales y representantes de los pacientes. Este esfuerzo de cooperación reflejó el enfoque de un equipo médico ante un diagnóstico difícil, donde la experiencia de múltiples disciplinas fue determinante para el mejor plan de tratamiento.
A través de una comunicación abierta, una escucha activa y un compromiso compartido para abordar problemas sistemáticos, quienes hicimos parte de la Gran Junta Médica Nacional, abogamos por un carácter incluyente, guiado por la autonomía profesional y la autorregulación. La Ley Estatutaria de la Salud de 2015 fue testimonio de esfuerzos colectivos y del proceso de creación de consenso. Esta ley, elaborada a través de consultas y deliberaciones, marcó un hito para mejorar el sistema de salud colombiano. Sin embargo, a pesar del éxito inicial de la estatutaria, surgieron desafíos en su implementación debido a la falta de voluntad política sostenida.
Al igual que ocurre con un paciente que no cumple con el tratamiento, la incapacidad del sistema de salud para adoptar plenamente la reforma llevó a su agravamiento. El hecho de no priorizar las voces de los profesionales de la salud, que constituyen la columna vertebral del sistema, agravó aún más el problema, pues cualquier reforma debe tener el tinte de inclusiva y participativa.
A la luz de estos reveses, resuena con fuerza mi llamado a la participación equitativa de toas las partes interesadas. Un cambio significativo en el sistema de salud debe comenzar por reconocer y empoderar a quienes están directamente involucrados en la atención al paciente, al Talento Humano en Salud.
La experiencia de los esfuerzos de reformas anteriores sirven como una base valiosa para dar forma a políticas futuras que prioricen el bienestar tanto del recurso humano en salud como de los pacientes.
De cara al futuro, se necesita un enfoque holístico de la reforma, que se centre en escuchar las opiniones de los profesionales de la salud, valorar las perspectivas de los pacientes y defender la dignidad del recurso humano. Así como un plan de tratamiento médico integral considera las necesidades únicas de cada paciente, una reforma exitosa debe tener en cuenta las diversas voces y la experticia de quienes hacen que el sistema de salud aún se mantenga en pie.
El camino hacia la reforma del sistema de salud es un caso médico complejo; requiere cooperación, unión y un compromiso firme para defender el bienestar de todos los involucrados. Solo si se aprende de la experiencia y se adopta una visión colectiva para el cambio, el camino hacia un sistema de salud más equitativo y resiliente estará a nuestro alcance.
Fuente: Órgano de información del Colegio Médico Colombiano. Epicrisis. Ed. Nº 32 (Junio-Agosto 2024). ISSN: 2539-505X (En línea).
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