¿Qué está ocurriendo con la salud mental en los residentes de posgrados médico-quirúrgicos?
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¿Qué está ocurriendo con la salud mental en los residentes de posgrados médico-quirúrgicos?


La salud mental es uno de los temas de mayor relevancia y preocupación para la salud pública en Colombia y el mundo; como médicos no somos ajenos a esta problemática, incluso vemos cómo en comparación con la población que no trabaja en el área de la salud, la prevalencia de enfermedades mentales es hasta cuatro veces mayor en los médicos.


Por Leonel Santiago Vega Useche – vicepresidente Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR) Seccional Centro – Carlos Andrés Gualdrón Frías – presidente Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR) Seccional Valle

La salud mental es uno de los temas de mayor relevancia y preocupación para la salud pública en Colombia y el mundo; como médicos no somos ajenos a esta problemática, incluso vemos cómo en comparación con la población que no trabaja en el área de la salud, la prevalencia de enfermedades mentales es hasta cuatro veces mayor en los médicos.

La situación actual del mundo, la pandemia que afrontamos desde hace más de dos años, el calentamiento global, la pobreza, la violencia y muchos otros innumerables problemas han impactado la salud mental de todos nosotros.

En este periodo, en donde el personal de salud ha tenido que enfrentar difíciles situaciones debido a la pandemia por el SARS COV-2, los médicos en formación y médicos residentes han tenido que afrontar la sobrecarga laboral, el exceso de trabajo, la falta de actividades de esparcimiento y además de ello, deben seguir cumpliendo con sus obligaciones académicas, lo cual ha traído graves repercusiones en la salud mental de los médicos residentes en quienes se estima que el 23 por ciento padece ansiedad y depresión, y el 40 por ciento presenta trastornos del sueño.

Otros estudios han considerado que hasta el 11 por ciento de los médicos residentes tiene un consumo elevado de bebidas alcohólicas y otro 15 por ciento reconoce tener pensamientos de muerte e ideaciones suicidas. Como si fuera poco, el síndrome de Burnout es cada vez más frecuente en nuestros residentes de postgrados medico quirúrgicos (prevalencia del 28 por ciento) y el trastorno de estrés postraumático en residentes que afrontaron la pandemia representa una nueva preocupación (prevalencia 13 por ciento.

Basados en los datos expuestos, podemos decir que la salud mental en los residentes de postgrados médico quirúrgicos es una problemática ya conocida. Sabemos las cifras, conocemos sus consecuencias y el impacto a nivel psicosocial cuando es descuidada. Si bien se han realizado esfuerzos importantes en un cuidado integral, para nadie es un secreto el estigma que existe al interior del gremio cuando se menciona alguna sintomatología afectiva.

Es llamativo que se pueda decir tranquilamente: “siento los músculos de la espalda tensionados” o “me está doliendo la cabeza”, pero si se afirma: “hoy me siento triste”, “no estoy del mejor ánimo”; es sinónimo de debilidad, según la errónea percepción esclavista que se maneja en la mayoría de programas. Este término puede sonar agresivo pero el hecho de que hayamos normalizado turnos de 36 horas o incluso más, trabajar sin comer, no tener derecho a enfermarse, recibir insultos sin opción a tener un mínimo respeto; no merece otro calificativo.

Constantemente por los pasillos se escuchan frases donde se exalta la decadencia humana: “llevo 24 horas de turno y no me estoy quejando como usted”, “en mi época el estudiante no comía si el docente no lo había hecho”, “yo no pude asistir al matrimonio de mi hija por estar en turno y no me deprimo”. Afortunadamente, las nuevas generaciones han venido comprendiendo que la letra con sangre no entra, que la historia ha demostrado que aguantar hambre y sueño no hace mejores médicos, todo lo contrario; estimula el síndrome de Burnout, propicia los trastornos depresivos y ansiosos, intentos de suicidio, lleva a familias disfuncionales, menor rendimiento, enfermedades cardiovasculares, etc.

Progresivamente ha sido aceptada la regulación de horarios, se ha entendido el beneficio de un preturno y posturno, se comprende la importancia de la recreación como parte del desarrollo y de la integralidad del ser humano. Por lo anteriormente expuesto, consideramos que las políticas en salud mental deben ir encaminadas hacia los siguientes puntos:

Comprender la salud más allá de la enfermedad: la salud no debe ser entendida como enfermedad y esperar hasta tener episodios agudos o incluso la muerte; si bien es cierto que se necesitan psicólogos y psiquiatras para atender a la población no podemos pretender que esta sea la solución definitiva. Es como esperar que un paciente con EPOC mejore solo con inhaladores en lugar de adoptar políticas antitabaco que prevengan la exposición.

La salud mental abarca una serie de elementos a nivel familiar, personal, social, cultural, económico y laboral que deben ser intervenidos. Claramente no se podrán modificar algunos determinantes en salud desde el espacio universitario, pero sí es posible optimizar los factores asociados a la carga académica y asistencial.

Espacios de recreación: el ser humano es social por naturaleza, necesita del contacto con otras personas para interactuar, construir, discutir y desarrollarse. Los cine-foros, clubes de ocio, deportes, bolos, bingos y hasta rifas son la excusa para perfecta para interactuar y estrechar lazos de amistad.

Regulación de horarios: aunque existen leyes colombianas que limitan las jornadas Laborales, en muchos casos no se cumplen. Dentro de los factores se encuentra la dependencia de algunos servicios del trabajo de los residentes, la escasez de talento humano contratado e incluso la creencia (históricamente errada) de que el aprendizaje por rebosamiento es mejor que el aprendizaje analítico y argumentativo.

Es responsabilidad de los residentes realizar veeduría sobre los horarios de sus compañeros y notificar a los entes competentes. Así mismo, es responsabilidad de los centros de práctica asegurar los espacios de descanso a su personal contratando a los trabajadores necesarios para cubrir las obligaciones asistenciales.

Relaciones de poder: ejercer control en las actitudes abusivas a través de sistemas de denuncia que garanticen el anonimato sin temor a las represalias.

Son solo cuatro ejes generales, los cuales pueden tener intervenciones efectivas a corto, mediano y largo plazo. Una vez implementadas estas mejoras se dará paso a tratar temas específicos y concernientes a las particularidades de cada posgrado.

Lo anterior con el objetivo de garantizar un aprendizaje académico del más alto nivel con personas que ejerzan su profesión con dignidad, sabiduría, respeto hacia el otro y ejerciendo un auto-cuidado de su salud mental.

Fuente: Órgano de información del Colegio Médico Colombiano. Epicrisis. Ed. Nº 25 (Septiembre-Noviembre 2022).

septiembre 19, 2022

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