El mundo necesita una empresa de preparación permanente para participar en un esfuerzo sostenido para evitar las pandemias y proporcionar una administración asequible y generalizada de vacunas y terapias cuando se descubran.
Artículo publicado originalmente en la revista Science – Por Will Zerhouni – Gary J. Nabel * – Elias Zerhouni **
Como la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha matado rápidamente a cientos de miles en un mundo no preparado, destruyó los medios de vida de millones y costó billones de dólares, las naciones ahora deben expandir su mentalidad y centrarse no solo en superar las próximas fases sino también en estrategias a largo plazo, para esto y para futuras pandemias.
El mundo necesita una empresa de preparación permanente para participar en un esfuerzo sostenido para evitar las pandemias y proporcionar una administración asequible y generalizada de vacunas y terapias cuando se descubran.
Los gobiernos, la academia y la industria tienden a olvidar la amenaza de enfermedades infecciosas entre pandemias, pero cuando surgen, los programas de bloqueo multimillonarios se implementan rápidamente. Este ciclo de auge y caída en la investigación y desarrollo (I + D) de enfermedades infecciosas tiene un atractivo limitado para los científicos, lo que impide un progreso real.
COVID-19 ha movilizado a la comunidad científica para generar cientos de medicamentos, diagnósticos y vacunas en varias etapas de desarrollo, pero este entusiasmo se evaporará rápidamente una vez que termine la crisis y los fondos se agoten.
Los mecanismos gubernamentales y de mercado existentes no protegen a la sociedad contra las amenazas de salud pública presentes y futuras, lo que lleva a una inversión insuficiente crónica en enfermedades infecciosas en el sector privado y hace que muchas empresas abandonen el campo en silencio. Las organizaciones sin fines de lucro intentan llenar el vacío, pero es poco probable que satisfagan las necesidades de salud pública.
Sin un esfuerzo y una inversión sostenidos del gobierno, el mundo no estará preparado para las pandemias.
Otra razón para la falla del mercado en la protección contra pandemias es una desalineación inherente entre los incentivos económicos que impulsan la industria versus los beneficios para el público. La innovación privada es impulsada por el sistema de patentes.
Las compañías farmacéuticas, que responden a sus accionistas, generalmente invierten en terapias para condiciones que previsiblemente maximizarán las ganancias durante la vida de una patente. Las patentes otorgan una exclusividad de tiempo limitado al innovador que luego puede establecer precios premium que maximicen el retorno de la inversión en I + D. Dicho precio puede dificultar la amplia difusión una vez que se desarrollan vacunas o terapias, lo que a menudo deja a muchos pacientes incapaces de pagar estos productos.
Por lo tanto, existe tensión entre la necesidad de generar productos asequibles que preserven la salud humana y la necesidad de que los innovadores sean recompensados adecuadamente por su toma de riesgos. Esto es más crítico para las vacunas, ya que el vacunado individual no es el único beneficiario. Las externalidades positivas indirectas se acumulan en toda la sociedad a través de una inmunidad colectiva más rápida y una recuperación económica más rápida. En términos económicos, esto significa que dichos productos deben tener un precio lo más cercano posible a los costos marginales, una propuesta que normalmente no resulta atractiva para los innovadores en medicamentos.
¿Cómo es posible resolver este dilema? Se debe crear un sistema de recompensas económicas ex ante basado en hitos específicos de innovación y desarrollo de productos. Los gobiernos deben contribuir no solo a las subvenciones de emergencia (que sufren la necesidad de elegir ganadores y perdedores prospectivamente con escasa evidencia de efectividad) sino también recompensas de logros sostenibles, predecibles y prospectivos o incluso premios basados en el valor de los resultados preclínicos, clínicos, explícitamente logrados. hitos de fabricación y distribución, incluidos los compromisos avanzados del mercado cuando sea necesario para reducir el riesgo para los innovadores que ofrecen.
A cambio, antes de que se otorguen los fondos públicos, y para evitar conflictos más adelante, las empresas que aceptan el apoyo de los contribuyentes acordarían poner a disposición del público rápidamente contramedidas pandémicas incluyendo producción y difusión generalizadas con márgenes razonables. Hoy, la industria practica un sistema de pagos basados en hitos con sus socios más pequeños de I + D. ¿Por qué los gobiernos no deberían hacer lo mismo con la industria para las pandemias?
Se han presentado propuestas similares en Europa, con el potencial de licenciar descubrimientos a nivel internacional. COVID-19 afecta a toda la humanidad, y la estrategia no debe ser geográficamente restringida sino global. ¿Por qué no unir fuerzas?
En las próximas reuniones del G7 y el G20, los gobiernos deberían crear y financiar una organización internacional similar a un instituto mundial de salud para gestionar la financiación por etapas a través de convocatorias de propuestas de todos los sectores.
Esto sostendría la I + D necesaria para establecer plataformas rápidamente escalables y cadenas de suministro de diagnósticos, medicamentos, anticuerpos y vacunas contra las amenazas de pandemia actuales y futuras. A cambio, los innovadores serían recompensados de manera justa y sus descubrimientos estarán disponibles a precios asequibles para personas de todo el mundo.
- * Empleado y accionista de Sanofi (activo en I + D COVID-19). Las opiniones expresadas aquí reflejan mi opinión personal y son independientes de las políticas / posiciones de esta organización.
- ** Miembro de la junta y accionista de Danaher y accionista de Sanofi (ambos implicados en COVID-19 I + D).
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