En ocasiones, los médicos de forma involuntaria constituyen un verdadero obstáculo en la obtención de órganos y tejidos para trasplante. Tal vez eso explica el descenso en el número de donantes del año pasado. Desde el ingreso del paciente y de su grupo familiar es necesaria una adecuada intervención médica integral a través de equipo multidisciplinario para saber abordar el caso.
En los últimos años se han desarrollado estrategias para incrementar la disposición de órganos para trasplantes, pero aún así en el útlimo año las cifras de donacón de órganos se redujeron casi en un 50 por ciento. La causa va más allá de la simple creencia de que hay un rechazo de la población a la donación de órganos. En buena parte ese descenso obedece a que muchos donantes potenciales se pierden durante el proceso debido a trámites engorrosos admisnitrativos o legales y al deterioro hemodinámico del paciente, esto último atañe directametne al cuerpo médico.
Para la doctora Adriana Segura, subdirectora técnica de la red de trasplantes y bancos de sangre del Instituto Nacional de Salud, estas son algunas de las recomendaciones que los médicos deben tener en cuenta para incrementar la donación de órganos y de esta forma poder salvar la vida de miles de personas que están en lista de espera.
• Los cuidados paleativos al final de la vida, ya sea en una unidad de cuidados intensivos o no, deben estar orientados a que la donación sean una práctica habitual. Por lo tanto, es importante contemplar los aspectos relativos a la entrevista con la familia y la investigación de la voluntad del paciente, asegurando en todo momento su dignidad y su bienestar. Los servicios o unidades encargadas de la atención de pacientes críticos deben adoptar políticas y lineamientos que garanticen el acompañamiento permanente por parte de los familiares durante el final de la vida de sus seres queridos, así como las expresiones espirituales que requieran según las creencias las personas involucradas.
• El tratamiento curativo o paliativo por parte del equipo multidisciplinario tiene que actuar de manera coordinada y de acuerdo con los protocolos actuales. Todos los profesionales de salud que atienden pacientes al final de la vida deben contar con entrenamiento y habilidades específicas para responder todas las inquietudes de los seres queridos, dando cumplimiento a las tareas y funciones predeterminadas por protocolos o guías institucionales para el adecuado manejo de estos casos. El grupo de coordinadores de trasplantes de órganos no puede llegar a corregir fallos asistenciales, pero sí cumplen el papel esencial de proteger la dignidad del donante, velar por la salud del colectivo humano y optimizar en todo lo posible la calidad de los componentes anatómicos que serán extraídos con fines de trasplantes.
• La opción de la donación se debe posicionar como parte de los cuidados al final de la vida. Esta es la oportunidad y el derecho de dejar un último legado, de valor incalculable para todos los colombianos. Luego de confirmar que el paciente mayor de edad no ha expresado su oposición a la donación, el personal médico a cargo del caso debe comenzar a preparar el terreno para informar a la familia que su ser querido es donante. En ese momento el papel del médico cobra gran importancia porque la forma de transmirtir el mensaje puede hacer que la famlia acepte la donación o la rechace. El profesional debe hace uso de la empatía (capacidad de ponerse en el lugar del otro) para favorecer que el duelo se produzca de una manera saludable y la donación sea efectiva.
• Aunque después de la Ley 1805 de 2016 la familia no es quien toma la decisión acerca de la donación de órganos, ya que todos los colombianos son donantes, los familiares siguen cumpliendo un papel fundamental para autorizar la donación y también durante el proceso para llevar a cabo la extracción de componentes anatómicos, dado que son quienes mejor conocen los antecedentes epidemiológicos y comportamentales del potencial donante. Por lo anterior, la entrevista familiar se debe preparar con antelación, teniendo cuidado de saber elegir el lugar, el momento y la hora. Esa es la oportunidad para que el equipo de gestión de la donación indague directamente con la familia acerca del nivel de comprensión que tienen frente al diagnóstico de muerte y la forma en que se está desarrollando el proceso de duelo. Asimismo, es conveniente que el profesional que realice la entrevista se reúna previamente con el equipo médico tratante, para conocer los antecedentes médicos del donante, la información que ya ha sido dada a la familia del fallecido (qué se ha dicho y a quién) y cómo ha sido la relación de los familiares con los médicos tratantes.
Es primordial estar abierto a responder cualquier inquietud que pudieran plantear las familias acerca de los aspectos técnicos o legales relacionados con el proceso de donación.
• Los médicos deben bucar el mejor escenario para hablar con el paciente y la familia acerca de la voluntad anticipada, pues le garantiza al paciente la posibilidad de elegir de manera autónoma con respecto a eventos que pueden afectar su salud, su integridad personal, su dignidad o su vida. Al mismo tiempo, para los profesionales de la salud se hace más fácil el cumplimiento del respeto por la autonomía del paciente, a la vez que se dismi nuye el riesgo jurídico en posibles escenarios de conflicto con los organismos de control o con los propios familiares del paciente. Para la familia, el proceso organizado y reconocido de expresión de voluntad anticipada por parte de cada uno de sus miembros puede representar un alivio, porque aporta una herramienta valiosa al momento de afrontar decisiones médicas difíciles como pueden ser: la readecuación del esfuerzo terapéutico, la terminación anticipada de la vida o la obtención de órganos o tejidos. Todas estas circunstancias están contempladas en la normatividad vigente y hacen parte de las opciones de cuidado al final de la vida reconocidas por el sistema de salud colombiano.
• Si bien pueden existir diversas reacciones por parte de las familias ante la notificación del fallecimiento del ser querido, es importante permitir la expresión libre de sentimientos e inquietudes. Es primordial estar abierto a responder cualquier inquietud que pudieran plantear las familias acerca de los aspectos técnicos o legales relacionados con el proceso de donación. En este punto, si es necesario se debe aclarar a las familias que la presunción de donación no necesariamente significa que la extracción va a hacerse efectiva, porque aún es necesario desarrollar un proceso de evaluación clínica (perfil infeccioso) y de antecedentes (personales y familiares) para determinar si es posible o no continuar con el proceso. La familia debe saber que todos los cuerpos de los donantes son cerrados quirúrgicamente, reconstruidos estéticamente antes de ser retirados del quirófano y entregados a los referentes de las funerarias o a Medicina Legal, en caso de ser requerida la necropsia. Esto permitirá llevar a cabo el rito funerario a que hubiere lugar, según las creencias de la familia. Por último, se debe garantizar que la memoria del donante y su cuerpo serán tratados dignamente en todo momento.
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