Este virus puede ser potencialmente mortal para bebes prematuros, debido a que sus pulmones no están completamente desarrollados y la infección puede conducir a problemas respiratorios graves.
El Virus Sincitial Respiratorio (VSR) es un virus respiratorio común que generalmente causa síntomas leves, similares a los de un resfriado. Aunque la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas, el VSR puede ser peligroso, especialmente para los bebés prematuros y los adultos mayores. En Colombia, los datos reportados a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican una alta prevalencia de este virus, con un crecimiento semanal de casos del 5,42 por ciento.
El VSR afecta principalmente el sistema respiratorio, provocando infecciones que pueden variar desde un resfriado común hasta condiciones más graves como bronquiolitis y neumonía. Si bien todos los niños pueden contraer el VSR antes de los dos años, ciertos grupos, especialmente los bebés prematuros, corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones serias.
Los bebés prematuros, nacidos antes de las 37 semanas de gestación, son particularmente vulnerables al VSR debido a sus sistemas inmunológicos inmaduros y a menudo subdesarrollados. En Colombia, la incidencia anual es del 48,7 por ciento por cada 1,000 niños. En bebés lactantes, la incidencia es del 30por ciento. Los datos del Instituto Nacional de Salud (INS) en 2022 revelan que el 17,2 de los menores de cinco años con VSR confirmado desarrollaron enfermedad grave y el 7,6 por ciento presentaron insuficiencia respiratoria.
A nivel mundial, un metaanálisis realizado por Li y colaboradores en 2019 estimó una tasa de incidencia de infecciones respiratorias por VSR de 48,8 por cada 1,000 niños menores de cinco años, lo que equivale a aproximadamente 33 millones de casos anuales. Este estudio también reveló que las tasas de incidencia son significativamente mayores en países de ingresos bajos y medianos, siendo los lactantes menores de seis meses los más afectados, con una incidencia de 96,3 por cada 1,000 niños al año, representando casi el 20 por ciento de los casos.
“Los síntomas del VSR en los bebés pueden no parecer graves al principio, pero pueden empeorar con el tiempo. Los primeros síntomas incluyen nariz congestionada o con mucosidad, disminución en la alimentación o bebida, y tos, que puede progresar a sibilancias o dificultad para respirar. En los bebés muy pequeños, menores de seis meses, los síntomas pueden incluir irritabilidad, disminución de la actividad, menor ingesta de alimentos o líquidos, y apnea, que son pausas en la respiración de más de diez segundos. Es crucial contactar a un proveedor de atención médica si el bebé tiene dificultad para respirar, no está ingiriendo suficientes líquidos o si los síntomas empeoran”, señala Efraín Esteban, Gerente Médico de Respiratorio e Inmunología para el Clúster Andino de AstraZeneca.
Prevenir el VSR es esencial, especialmente para los bebés prematuros que están en mayor riesgo de complicaciones severas. Además de las vacunas y los anticuerpos, las medidas de higiene como lavarse las manos regularmente y evitar el contacto cercano con personas enfermas son fundamentales para prevenir la propagación del VSR.
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