La cadena de custodia se aplica teniendo en cuenta los siguientes factores: identidad, estado original, condiciones de recolección, preservación, embalaje y envío; lugares y fechas de permanencia y los cambios que cada custodio haya realizado.
Por Maricielo Acero Rodríguez – Editora Epicrisis
La aplicación de una serie de métodos y normas para asegurar, embalar y proteger cada elemento material probatorio con el fin de evitar su destrucción, suplantación, alteración o contaminación, es lo que se conoce como cadena de custodia.
Su principio fundamental es asegurar la autenticidad de la evidencia recolectada que servirá como prueba dentro de una investigación o proceso judicial para brindar la certeza de que la investigación judicial se realiza respetando los derechos fundamentales, pues un dictamen judicial no puede basarse en pruebas insuficientes o manipuladas, así lo afirmó el doctor Fideligno Pardo Sierra, médico especialista en investigación criminal de la Dirección Nacional de Escuelas Policía Nacional, coordinador del Grupo Nacional de Clínica, Psiquiatría y Psicología Forense del Instituto de Medicina Legal y coautor del Modelo de atención a víctimas de violencia sexual desde el sector salud del Ministerio de Salud en la charla de Cita con el experto del Colegio Médico Colombiano.
En cualquier investigación criminal, la evidencia es la clave para probar o refutar las acusaciones hechas contra un sospechoso. Sin evidencia confiable y admisible, un fiscal no puede convencer a un jurado más allá de una duda razonable de que el acusado cometió el delito, así como el abogado no está en capacidad de demostrar la inocencia del sindicado.
Sin embargo, la mera existencia de pruebas no es suficiente para garantizar un juicio justo o un resultado justo. La calidad e integridad de la evidencia también debe establecerse y preservarse durante todo el proceso investigativo y legal, razón por la cual el concepto de cadena de custodia es de vital importancia y no es un paso opcional o innecesario en las investigaciones penales, sino que es un requisito fundamental en el debido proceso.
La cadena de custodia se aplica teniendo en cuenta los siguientes factores: identidad, estado original, condiciones de recolección, preservación, embalaje y envío; lugares y fechas de permanencia y los cambios que cada custodio haya realizado. Igualmente se debe registrar el nombre y la identificación de todas las personas que hayan estado en contacto con esos elementos.
“Es de aclarar que la cadena de custodia inicia en el lugar donde se descubran, recauden o encuentren los elementos materiales probatorios y la evidencia física (huellas, rastros, manchas, residuos, armas, instrumentos, documentos, prendas, videos, grabaciones), y finaliza cuando la autoridad competente así lo ordene”, dijo el doctor Pardo.
El artículo 250 de la Constitución Política de Colombia estipula que: “la Fiscalía General de la Nación está obligada a adelantar el ejercicio de la acción penal y realizar la investigación de los hechos que revistan las características de un delito que lleguen a su conocimiento por medio de denuncia, petición especial, querella o de oficio, siempre y cuando medien suficientes motivos y circunstancias fácticas que indiquen la posible existencia del mismo. Para ello debe asegurar los elementos materiales probatorios, garantizando la cadena de custodia mientras se ejerce su contradicción. En caso de requerirse medidas adicionales que impliquen afectación de derechos fundamentales, deberá obtenerse la respectiva autorización por parte del juez que ejerza las funciones de control de garantías para poder proceder a ello”.
La responsabilidad de los médicos en la cadena de custodia
En el contexto de la atención médica, la cadena de custodia se refiere a las garantías procesales que deben implementarse para mantener la integridad y autenticidad de las muestras biológicas, los especímenes y los datos relacionados recopilados del paciente (en algunos casos la misma víctima). Para ser efectiva, esta cadena de custodia debe incluir una serie de controles que verifiquen la cadena de transmisión desde el punto de recolección hasta el punto de análisis o de su uso.
Una vez recolectada la muestra y debidamente etiquetada, se transporta a un laboratorio para su análisis. Durante esta etapa se mantiene la cadena de custodia mediante un cuidadoso rastreo de la muestra. Este seguimiento se logra mediante el etiquetado y registro adecuados de la muestra en cada punto de la cadena.
Cuando la muestra llega al laboratorio, se debe seguir un protocolo consistente y riguroso para el análisis y las pruebas a fin de garantizar que la muestra se procese de manera precisa y eficiente. El laboratorio también debe mantener un sistema seguro de almacenamiento y manipulación para la muestra y cualquier parte restante de la misma.
La responsabilidad de la cadena de custodia es de todos los servidores públicos que entran en contacto con los elementos materiales probatorios y evidencia física, pero como lo dice el artículo 55 del Código de Procedimiento Penal también los particulares que por razón de su trabajo o en el cumplimiento de sus funciones propias entren en contacto con estos elementos, como el personal de los servicios de salud) tienen una gran responsabilidad, agregó el experto Pardo.
La metodología precisa y rastreable que proporciona una cadena de custodia clara en los servicios de salud puede ayudar a demostrar el cumplimiento de las normas y reducir cualquier responsabilidad que pueda surgir en casos de negligencia. La identificación, por ejemplo, de la persona que aparece como embalador o rotulador es muy importante en medicina, indicó el doctor Pardo. “Por fortuna, hoy tenemos medios electrónicos que han permitido menos confusiones con las firmas o garabatos de los médicos que aparecían en los informes. En todo momento se debe saber quién estuvo a cargo de ese elemento que es materia de prueba, es decir, debe estar el nombre completo, con cédula de ciudadanía y el cargo que desempeña. La historia clínica a su vez es un elemento materia de prueba en una en una evidencia, por lo que debe estar debidamente diligenciada”, precisó.
Al saber quién manejó la evidencia, cuándo, dónde y con qué propósito, tanto la defensa como la acusación pueden evaluar la credibilidad, la confiabilidad y los posibles conflictos de interés de cada persona involucrada en la cadena de custodia.
El uso de sistemas sólidos de seguimiento y localización electrónicos puede ayudar a garantizar el cumplimiento continuo y en tiempo real de los estándares de la cadena de custodia. Los sistemas electrónicos precisos y fáciles de usar pueden ayudar a eliminar los procesos manuales y reducir el riesgo de error humano. El uso de este tipo de programas también puede reducir el potencial de muestras perdidas o etiquetadas incorrectamente.
Seguir los controles de la cadena de custodia puede ayudar a prevenir o detectar conductas indebidas, como colocar o alterar pruebas, robar pruebas o maltratarlas por negligencia o malicia. Por ejemplo, si un sospechoso dijo que no se encontraba en el momento del hecho delictivo en el sitio, pero una cámara de vigilancia lo grabó, la evidencia del video contradiría su testimonio y expondría su responsabilidad en el hecho.
Una fuerte cadena de custodia también puede ayudar a explicar discrepancias o anomalías en la evidencia, como por qué se encontró la huella dactilar de un sospechoso en un lugar aparentemente no relacionado con la escena del crimen. Por el contrario, cualquier vacío que pueda existir en la cadena de custodia podría ser utilizado por parte de la contraparte para aludir la confiabilidad o autenticidad de la cadena de custodia y podría sembrar la duda, afirmó el médico forense.
Tal es el caso de una médica de turno que recoge una mancha de sangre o un fluido pero no la etiqueta con la fecha, la hora, el lugar y sus iniciales, y luego la deja en una bolsa sin un rotulado de seguridad, o que olvida guardar los escobillones donde corresponde, la defensa podría argumentar que la mancha pudo haberse contaminado, mezclado o perdido durante el transporte o almacenamiento, y que no hay forma de verificar su autenticidad del estado original.
Una de las claves para mantener un proceso de cadena de custodia eficaz y confiable es garantizar que se cuente con la capacitación adecuada del personal, los protocolos y los procedimientos operativos estándar.
Los laboratorios y las instituciones de atención médica deben continuar invirtiendo en capacitación y educación del personal para mantener prácticas consistentes de recolección y manejo de muestras de alta calidad, así como para mantenerse al día con los registros de control y los requisitos regulatorios.
Por último, cuando se trata de impartir justicia hay que recordar que las pruebas de la cadena de custodia son válidas hasta cuando el caso caduca; por lo tanto, el rigor en la cadena de custodia es condición necesaria para que la prueba sea admisible, confiable y eficaz en la administración de justicia.
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