Como administrador de ANIR desde hace más de 10 años, quiero expresar mi gran preocupación por la crisis económica y financiera por la que viene atravesando la asociación desde hace ya más de dos años, momento en que se aprobó la ley de pago a residentes.
Como ustedes muy bien saben, los residentes se habían venido afiliando a la Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR), con el ánimo de que les ayudásemos en los trámites que se requerían para la adquisición de la beca crédito que otorgaba el ICETEX, por los excelentes beneficios que se han otorgado a los asociados durante años y que se financian por los aportes que realizaban los residentes asociados al recibir su pago, así como por los excedentes obtenidos en la realización de los cursos de actualización médica como la Visión del Residente entre otras especialidades, y que reinvertirán en beneficios para todos los asociados de todas las especialidades y la universidades a las cuales pertenecían.
Desde del año 2019, último año en el que aún estaba vigente la beca crédito y en el cual tuvimos la inscripción de 160 residentes que se afiliaron a la ANIR, hemos visto una drástica reducción para el año 2020 en el cual se aprobó la ley de pago a residentes y donde solo se afiliaron 65 médicos, lo que arroja una reducción del 40% en afiliaciones.
Para el año 2021 solo tuvimos la afiliación de 40 residentes y ya para el año 2022 solo se afiliaron a la ANIR 30 residentes. Como podrán darse cuenta, cada año que pasa tenemos menos asociados y como es de esperarse son menos los ingresos por cuotas de afiliación, lo que ha originado que tengamos que recurrir cada vez más a los dineros que durante años anteriores se habían podido venir ahorrando para ofrecer beneficios a los asociados y los gastos fijos de funcionamiento, que año tras año aumentan, pues los salarios de los empleados se incrementan al igual que sus prestaciones, los servicios públicos, los implementos de oficina y todo lo necesario para poder continuar prestando los servicios ofrecidos a cada uno.
Para nadie es desconocido que si los gastos de funcionamiento siguen en aumento, lo cual hemos venido ajustando paulatinamente, y los ingresos de dinero que cada vez son menores, como viene sucediendo actualmente, los excedentes o ahorros que se tenían se continuarán agotando de manera acelerada; y aunque hemos tratado de reducir al máximo los costos fijos de operación y buscar fuentes alternas de financiamiento para la asociación.
Vemos que estamos tocando fondo y si no contamos con el apoyo y compromiso de los pocos asociados que aún tenemos y los residentes ya graduados, nos veremos en la obligación de liquidar a los empleados y cerrar las instalaciones de ANIR, echando por la borda más de 50 años de lucha ininterrumpida por los derechos y el bienestar de los residentes de medicina en el país.
Invito a cada uno de ustedes a que analicen detenidamente la situación por la que atraviesa actualmente ANIR y nos envíen sugerencias o nos ayuden a poder seguir funcionando como agremiación y que ustedes puedan seguir contando con los beneficios que hasta ahora hemos ofrecido y que como veedores de la ley de pago a residentes, podamos velar por el pago oportuno y de manera cumplida a cada uno de los residentes de medicina del país.
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