La terapia genética, la celular y la terapia de tejidos se practican en varios países desarrollados, inclusive tienen grado de desarrollo en Brasil y en Chile. En Colombia hace falta la parte regulatoria.
Cuando se habla de terapia avanzada, la primera referencia es la utilización de tecnología médica científica para resolver problemas de salud. Puede ser preventiva o terapéutica, cuyo objetivo es curarla, hacer más lento su desarrollo o detener el avance.
Generalmente se emplea para atender enfermedades de origen genético, aunque en los últimos años se viene practicando en las adquiridas y las autoinmunes. Dado que la técnica que se ha venido masificando, inclusive recientemente se realizó en Bogotá un foro con expertos internacionales sobre terapias avanzadas.
Monitor Salud entrevistó al médico genetista Doctor en Ciencias Biológicas y presidente de la Asociación Colombiana de Médicos Genetistas, Ignacio Zarante, con el fin de conocer en qué está el país en esta materia, qué falta y cuáles son las ventajas de esta práctica.
¿Qué son las terapias avanzadas y para qué sirven?
Terapias avanzadas es el nombre que se ha dado a estrategias o medicamentos altamente innovadores, y que utilizan tecnología de punta para resolver problemas de salud. Pueden ser preventivas, o terapéuticas. Generalmente sirven para tratar enfermedades de origen genético, pero en los últimos años se han utilizado en patologías adquiridas como el cáncer o enfermedades autoinmunes.
¿Cuántos tipos de terapias avanzadas existen?
Hoy en día se conocen tres grandes grupos de terapias avanzadas: terapia genética, terapia celular y terapia de tejidos (tisular), también llamada ingeniería de tejidos.
¿Qué es la terapia celular y en qué tipo de enfermedades puede utilizarse?
La terapia celular es un proceso que utiliza principalmente, células madre o pluripotentes para devolverle la función a un tejido, o “vacunar” a una persona contra un tipo de cáncer específico como el cáncer de la sangre, o para reparar daños en tejidos como el cartílago o el hueso.
¿En qué consiste la terapia genética y cómo se aplica la de tejidos?
La terapia genética sirve para tratar parcial o totalmente enfermedades principalmente de origen genético como la fibrosis quística, la atrofia muscular espinal, o enfermedades adquiridas como los diferentes tipos de cáncer.
Por otra parte, la terapia de tejidos, también conocida como tisular, utiliza tejidos macroscópicos u órganos completos para devolver a las personas una función determinada.
¿Cómo es el procedimiento para introducir el material genético al paciente?
Hay diferentes maneras de hacerlo, una de las más utilizadas es el transporte a través de virus conocidos, a los que se les retira la posibilidad de hacer daño. Estos virus ingresan a las células llevando la información genética corregida, y logran que la célula se “cure”, al producir las sustancias normales que le hacían falta.
Otra manera de introducir el material genético es a través de vesículas de grasa que llevan el ADN o ARN en su interior. Estas ingresan con facilidad y hacen que la célula libere las sustancias que le hacían falta. Estos últimos métodos son llamados “No virales”.
¿La terapia sustituye los medicamentos?
La mayoría de las terapias avanzadas requieren complementarse con tratamientos farmacológicos y no farmacológicos como la terapia física, el apoyo social y psicológico.
Es importante tener una visión integral de los pacientes y de todo aquello que contribuya a mejorar su calidad de vida, disminuir las tasas de mortalidad e incluso, curar enfermedades para las que antes era impensable soluciones como las de estos avances científicos.
¿Es una técnica preventiva o solo sirve para tratar la enfermedad en marcha?
Algunas estrategias de terapias avanzadas se utilizan para prevenir enfermedades como la leucemia; mientras que otras son indicadas para curar patologías. La mayoría pueden generar curaciones parciales, pero la ciencia avanza en los hallazgos que permitan la remisión completa de algunas enfermedades.
¿Qué tan avanzado está este tipo de procedimientos en el mundo?
Las terapias avanzadas se usan desde hace unos 10 años de forma rutinaria en países desarrollados, principalmente en Estados Unidos y Europa. En Latinoamérica hay avances en terapia genética en Brasil, e incipientes abordajes en Chile y Colombia.
Ahora bien, las terapias de tejidos sí se usan en la mayoría de los países a través de los bancos de huesos o de células madre hematopoyéticas.
¿Es cierto que se requiere de alta tecnología y que es costosa?
Para la mayoría de estos procesos se requiere infraestructura, equipos y personal con formación de alta calidad. Entre tanto, algunos medicamentos pueden venir envasados y solo necesitar la infusión a los pacientes, pero otros como la terapia genética Ex vivo (modificación de la información genética fuera del organismo), requiere de laboratorios de alta tecnología en biología molecular, y el manejo de librerías genómicas, lo que supone inversiones significativas de carácter económico y preparación de personal para realizarlas.
¿Qué falta en Colombia para incorporarla a nuestro sistema de salud?
Para iniciar necesitamos que exista un marco regulatorio que permita evaluar las nuevas propuestas y darles trámite. Este marco tiene que ver con los registros del Invima y con los costos de administración de las terapias. Requerimos de personas expertas en estas tecnologías que aborden la evaluación y aprobación de este tipo de soluciones en salud.
Para la terapia genética, principalmente la Ex vivo son indispensables los laboratorios de investigación en cultivo celular y genética molecular junto a los centros de alta complejidad hospitalaria y los centros de infusión para realizar el proceso de diagnóstico, preparación e infusión de estas terapias. De igual manera, hay que crear o adaptar un modelo administrativo que cuantifique los costos derivados de estos procesos para preservar así, la sostenibilidad del sistema de salud.
¿Cómo puede prepararse el sistema para implementar este tipo de terapias?
Es fundamental que el país y todos los actores del área de la salud nos preparemos para la próxima llegada de esta práctica. Con el propósito de establecer su ingreso de forma equitativa y sostenible, resulta importante estandarizar los procesos desde el diagnóstico hasta la definición de los usuarios a los cuales beneficiarían este tipo de terapias.
Además, se deben integrar el sector asociativo y los mismos pacientes, así como los actores del sistema de salud, tanto del sector público como privado y, con el apoyo de la academia y las sociedades científicas, trabajar unidos para que la llegada de estas terapias avanzadas cuenten con claridad jurídica y escenarios propicios.
Fuente: Revista “Monitor Salud”, ed. 6 (julio-septiembre 2021) de Supersalud
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