En una era de rápidos avances médicos, sistemas de salud en constante evolución y crecientes dilemas éticos, la formación de los futuros médicos debe equilibrar la experiencia técnica con los valores humanísticos.
Por Doctor Dennis Alexander Prieto
El doctor Dennis Alexander Prieto Medellín, médico con maestría en bioética, presidente del Comité de Bioética de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Quindío (CEBIUQ), miembro de la Coordinación Nacional de la Red Nacional de Comités de Ética y Bioética de la investigación e investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad del Quindío, comparte algunas reflexiones sobre la educación médica, la ética y los desafíos que enfrentan los profesionales de la salud hoy en día.
En diálogo con el Colegio Médico Colombiano, el doctor Prieto analiza cómo mantener actualizados los currículos médicos, la importancia de las habilidades blandas, el rol de la bioética en la formación y las reformas necesarias para priorizar el humanismo dentro de la práctica médica en Colombia.
CMC: Con la experiencia en la Facultad de Medicina de la Universidad del Quindío, ¿Cómo se mantiene el currículo actualizado con los último avances médicos y al mismo tiempo conservar los altos estándares de profesionalismo?
Dr. Prieto: El conocimiento médico evoluciona rápidamente y las instituciones deben garantizar que sus currículos reflejen los últimos avances. En la facultad de medicina de la Universidad del Quindío, se realizan revisiones semestrales del currículo con base en evidencia científica y en colaboración con organizaciones internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, se integran en la formación tecnológicas educativas, como simuladores virtuales e Inteligencia Artificial (IA). El profesionalismo se mantiene al involucrar a médicos en ejercicio en la docencia, asegurando que los estudiantes aprendan de experiencias reales. Este enfoque no solo mejora el rigor académico, sino que también fomenta la conexión entre los estudiantes y la realidad de la atención al paciente. También se promueven foros éticos, donde se analizan casos contemporáneos, de acuerdo con las leyes colombianas, como la Ley Estatutaria de la Salud (1751/15).
Nuestra facultad cultiva la capacidad de conectar con los pacientes, sus familias y sus entornos desde una etapa temprana, explorando los conflictos éticos que los estudiantes enfrentarán en su práctica profesional.
CMC: ¿Qué programas tiene la facultad para fomentar el aprendizaje continuo y la excelencia tanto entre estudiantes como entre profesores?
Dr. Prieto: Para cultivar una cultura de excelencia, la Universidad del Quindío implementa diversos programas destinados a fomentar el aprendizaje permanente entre estudiantes y docentes.
Estos incluyen seminarios interdisciplinarios con expertos nacionales e internacionales, accesos a plataformas digitales para actualizaciones clínicas y programas de becas que fomentan la investigación y la publicación. Además, los docentes organizan capacitaciones continuas para mejorar las habilidades blandas, como la inteligencia emocional y la comunicación, decisivas para una interacción eficaz con los pacientes.
Además de los conocimientos técnicos, la facultad también ofrece programas de diplomados en Primeros Auxilios Psicológicos, Ciencias Mortuorias y Funerarias, junto con conversatorios sobre temas emergentes como la IA, la telemedicina y telesalud.
CMC: Más allá del conocimiento técnico, ¿Qué competencias clave (p. ej., comunicación, trabajo en equipo, liderazgo) considera que se debe enfatizar en las universidades para preparar a los futuros médicos para los desafíos del mundo real?
Dr. Prieto: más allá del conocimiento técnico, nos enfocamos en el desarrollo de competencias esenciales que preparen a los futuros médicos para los desafíos del mundo real. El plan de estudios tiene a desarrollar la comunicación asertiva, el trabajo en equipo, el liderazgo adaptativo y la resiliencia emocional como habilidades cruciales.
En un sistema de salud complejo, es vital derribar barreras mediante una comunicación efectiva. Las universidades debe retomar sus prácticas fundamentales,, enfatizando la necesidad de conversaciones profundas que aborden las complejidades de la atención médica en lugar de depender únicamente de la inmediatez de las redes sociales.
CMC: ¿Cuáles son los principales falencias que tienen los estudiantes tanto en la adquisición de conocimientos médicos como también en el desarrollo de las habilidades prácticas necesarias para la atención al paciente?
Dr. Prieto: a pesar de los avances, persisten deficiencias significativas en la educación médica. Existe una gran brecha entre la teoría y la práctica, donde los estudiantes carecen de una experiencia cínica temprana, y una deficiencia en las habilidades interpersonales necesarias para manejar situaciones emocionales con los pacientes.
Además, es notorio el desconocimiento del marco regulatorio del Sistema General de Seguridad Social, en particular en lo que respecta al Plan de Beneficios en Salud, al Mipres o a los protocolos de consentimiento informado. Lo que más preocupa es que los profesionales médicos consideren que el sistema de salud es una camisa de fuerza ajustada a su profesión. Podríamos preguntarnos entonces, ¿en dónde queda el concepto de nuestra profesión es una profesión liberal?
CMC: ¿Cómo se integra la importancia del cumplimiento médico-legal (adhesión a la normatividad del sistema de salud, consentimiento informado, derechos del paciente) en la formación de los médicos?
Dr. Prieto: La integración del cumplimiento médico es fundamental en la formación de los médicos. Los módulos obligatorios sobre legislación en salud (ej: Resolución 3100/19); las simulaciones de casos legales, como demandas por mala práctica, y los talleres con abogados especializados son componentes esenciales del plan de estudios.
Por ejemplo, al analizar las sentencias de la Corte Constitucional que impactan la práctica médica, los estudiantes adquieren una comprensión profunda de sus responsabilidades legales y los derechos de los pacientes, lo que les permite estar bien preparados para afrontar las dificultades del sistema de salud.
CMC: ¿De qué forma se pueden abordar los dilemas éticos que surgen en la práctica de la profesión médica, garantizando que los estudiantes comprendan el equilibrio entre la dinámica del sistema de salud colombiano, la ética y la atención al paciente?
Dr. Prieto: Equilibrar la dinámica del sistema de salud colombiano con la atención ética al paciente es un desafío. Nuestro programa de pregrado en medicina ha consolidado importantes logros a lo largo de más de 40 años, 20 de los cuales han estado dedicados a profundizar en áreas como la bioética.
Cabe destacar la importancia de los debates contextualizados y la ética situada en el programa de medicina de pregrado. Al analizar casos reales, como la asignación de recursos durante la pandemia, los estudiantes aprenden a priorizar el bienestar del paciente por encima de las barreras administrativas. Esta práctica reflexiva es decisiva para preparar a los estudiantes para afrontar los desafíos éticos que enfrentarán en sus carreras.
Sin embargo, hemos identificado una desconexión entre la formación teórica y la práctica real de nuestros egresados. La rápida implementación de nuevas tecnologías ha desplazado, en muchos casos, la reflexión profunda sobre la técnica y su aplicación. Para nuestra facultad, este ejercicio es fundamental: no concebimos el ejercicio médico sin una reflexión crítica sobre el contexto y el sentido ético de cada acción.
CMC: ¿Cómo inculcar los valores de empatía, compasión y humanismo en los estudiantes de medicina, para que los pacientes sean tratados con dignidad y respeto?
Dr. Prieto: Para garantizar que los futuros médicos traten a los pacientes con dignidad y respeto, buscamos constantemente escenarios formativos que permitan trabajar con casos y situaciones reales.
Para ello nos apoyamos en ejercicios de reflexión (análisis de fallos y documentos de tribunales de ética médica), rotaciones en zonas rurales (donde los estudiantes entran en contacto con comunidades vulnerables), talleres de narrativa médica para que los pacientes compartan sus experiencias y evaluaciones 360, que incluyen la retroalimentación de los pacientes sobre el trato recibido.
No obstante, estamos convencidos de que el ejemplo es la herramienta más poderosa para enseñar valores y fomentar el análisis axiológico en la formación médica.
CMC: ¿Qué más se puede hacer para integrar la bioética y la responsabilidad social en los programas de medicina con el fin de promover profesionales de la salud integrales y con gran ética?
Dr. Prieto: Como profesional de la salud, docente en bioética e investigador, no tengo una respuesta única.
Sin embargo, considero que la clave está en reflexionar critícamente sobre nuestro quehacer y adaptarlo a los contextos actuales. En esta línea, algunas estrategias concretas incluyen conectar a los estudiantes con proyectos comunitarios, como brigadas de salud en zonas marginadas, y colaborar con ONG para abordar problemas sociales urgentes, como la migración venezolana.
También están los cursos transversales que incorporan componentes sociales en cada asignatura, lo que permite una reflexión más amplia sobre la salud y sus determinantes. Estas iniciativas brindan perspectivas más amplias, facilitando reflexiones profundas y la construcción de consensos mediante diálogos significativos, integrar la bioética y la responsabilidad social en los programas médicos es esencial para el desarrollo de profesionales de la salud holísticos.
CMC: ¿Cuál considera que es el mayor desafío en la formación de profesionales médicos hoy en día, en particular para mantener los estándares éticos y humanísticos en medio de los cambios tecnológicos y sociales?
Dr. Prieto: Uno de los mayores desafíos en la formación médica es mantener estándares éticos y humanísticos en medio de los rápidos avances tecnológicos, especialmente en un sistema fragmentado donde las metas financieras suelen anteponerse a la calidad.
Además, es urgente contrarrestar la despersonalización generada por la sobrecarga laboral y las presiones financieras en instituciones como las EPS. Por otra parte, el deslumbramiento ante los avances tecnocientíficos puede opacar la esencia de la profesión. Debemos encontrar un equilibrio dinámico -ni tecnofilia acrítica ni tecnofobia- que permita crecer como profesionales sin perder de vista la dimensión humana.
CMC: ¿Qué reforma o innovaciones considera que debería tener la formación de médicos en el país para fortalecer aún más el profesionalismo, mejorar el nivel de resolución de los médicos generales y priorizar la ética en la profesión?
Dr. Prieto: Las reformas en la formación médica requieren una reflexión profunda que trascienda la mera enseñanza de enfermedades y sus tratamientos. La creciente influencia de la tecnología en nuestra práctica exige replantear qué significa ser médico hoy, en un contexto de grandes necesidades y recursos limitados.
Las propuestas concretas son: fortalecer la atención primaria mediante el aumento de las rotaciones en primer nivel, mejorar la educación ética en toda la formación médica y optimizar los programas de residencia para que se centren en las habilidades diagnósticas y la gestión de recursos.
Además, es necesario desarrollar políticas públicas alineadas que conecten a las universidades con la reforma del sistema de salud, garantizando que los futuros médicos no solo sean competentes, sino también compasivos, que tengan una sólida base ética y estén bien preparados para afrontar los desafíos de la práctica médica dentro de la vasta regulación del sistema de salud colombiano.
Fuente: Órgano de información del Colegio Médico Colombiano. Epicrisis. Ed. Nº 36 (Junio-Agosto 2025). ISSN: 2539-505X (En línea). #SaludDignaYA
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