El 22 por ciento de la población mundial se cataloga como vegetariana; La India, seguido por China, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania son los países que más concentran esta población.
Según datos de Kantar Division Worldpanel, uno de cada diez hogares colombianos es vegano o vegetariano. Cundinamarca y Antioquia, son los departamentos donde hay mayor cantidad de hogares vegetarianos.
El vegetarianismo se define como el tipo de alimentación que retira el consumo de cualquier tipo de carne dentro de los patrones alimentarios elegidos. Estatendencia alimenticia ha tenido un crecimiento constante en los últimos años debido a una mayor conciencia sobre el cuidado de la salud, el medio ambiente, el bienestar de los animales, temas socioeconómicos y religiosos.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 22 por ciento de la población mundial se decreta como vegetariana y gracias a esta práctica, tendrían hasta 12 por ciento menos probabilidad de sufrir cáncer, y 50 por ciento menos de ser diagnosticados con diabetes tipo 2.
Una de las razones más comunes por la que miles de personas toman la decisión de dejar a un lado el consumo de carnes, es la posible afectación que se genera en la salud a causa del consumo de este tipo de productos.
“Ser vegetariano es una decisión trascendental para quienes dan ese paso, es un estilo de vida que genera efectos positivos, como el bajo consumo de grasas saturadas y colesterol, proporcionando beneficios para la salud cardiovascular; un importante consumo de vitaminas y antioxidantes, asociados al consumo de frutas, verduras, semillas y grasas de origen vegetal; y un consumo privilegiado de productos integrales gracias a los cuales se reduce el consumo excesivo de productos refinados con azucares de rápida absorción y ultra procesados”, aseguró María Isabel Díaz, nutricionista de Compensar.
Así como el vegetarianismo tiene beneficios en materia de salud, también tiene algunos riesgos, como no cumplir con las cantidades mínimas diarias de proteína que necesita el cuerpo o la deficiencia de vitaminas, como el complejo B y minerales como el hierro y el zinc.
“Para prevenir estos riesgos es importante informarse, seleccionar y consumir las fuentes de proteína vegetal de mayor calidad y eficiencia. También es fundamental asesorarse de un profesional de la salud, si se es vegetariano, para que oriente a las personas hacia cómo optimizar su alimentación, y para quienes no lo son, para que incluyan en su alimentación algunas alternativas saludables como frutas, verduras, germinadas y frutos secos”, agregó la experta.
¿Cómo reemplazar la proteína de las carnes?
Las proteínas se reparan y reemplazan continuamente a lo largo de la vida, requieren de un suministro continuo que llega a través de los alimentos que consumimos día a día y son esenciales para el crecimiento celular y muscular. En ese sentido, se da uno de los debates más comunes al momento de hablar sobre ser o no vegetariano y es de qué manera se deben suplir las proteínas que entregan los productos cárnicos.
“Las personas que deciden ser vegetarianas retiran el consumo de res, pollo, pescado, cerdo y mariscos, pero continúan consumiendo huevo, leche y sus derivados. Justamente, a partir de ellos es que se logran recolectar las proteínas necesarias para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. También gracias a la inclusión de proteínas vegetales de mayor eficiencia como el seitan, una proteína del trigo gluten, frutos secos y las leguminosas, entre otros”, dijo la nutricionista de Compensar.
En general, las proteínas de origen animal, como huevos y queso, son de mayor calidad en comparación con las proteínas de origen vegetal. Las primeras contienen mayores proporciones de aminoácidos esenciales, mientras que las segundas tienen aminoácidos limitantes, por lo que es importante mezclarlas para mejorar sus efectos en el organismo y lograr una adecuada alimentación.
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