La dopamina, conocida como la “molécula del placer”, desempeña un papel crucial en la regulación de las emociones, la motivación y el bienestar.
La dopamina es un neurotransmisor de gran importancia para el sistema nervioso central. Esta es una biomolécula que transmite información entre células, neuronas o glándulas en el sistema nervioso. Este tiene el rol de facilitar la acción motora del cuerpo, regular los aspectos de recompensa del sistema límbico, gestionar las emociones y comportamientos, y es necesario para el proceso de aprendizaje porque favorece la atención de estímulos específicos. Descuidar los niveles de dopamina en el cuerpo puede llevar a graves problemas de salud como: el Parkinson, depresión, esquizofrenia o trastorno bipolar.
Andrés Díaz Campos, neurólogo y neurofisiólogo clínico adscrito a Colsanitas explica que la dopamina determina la efectividad del aprendizaje, ya que esta influencia la motivación: “cuando una persona siente motivación para realizar una tarea, libera niveles más altos de dopamina en el sistema límbico”.
¿Qué hacer si el cuerpo está produciendo dopamina de manera irregular?
Debido a que la dopamina está muy ligada a la felicidad, cuando el cuerpo produce bajas cantidades, pueden surgir problemas como desinterés, tristeza, sensaciones de debilidad, falta de ilusión e incluso puede llegar a producir depresión. En casos más extremos, la falta de dopamina puede causar la enfermedad de Parkinson por la falta de estímulos positivos musculares, Díaz explica que cuando “se presenta un daño en las neuronas productoras de dopamina, resulta en problemas motores como rigidez muscular y temblores”. Por el contrario, en casos de ser producida en extremo puede causar trastornos psicológicos como esquizofrenia o trastorno bipolar, según indica la BBC.
Para mantener equilibrada la producción de dopamina en el cuerpo hay herramientas, tanto en fármacos como métodos naturales. El doctor Díaz les da gran valor a las soluciones no farmacológicas como las caminatas, planes artísticos e intelectuales y prácticas de ‘mindfulness’, puesto que estos son cruciales en la regulación de neurotransmisores como la serotonina, noradrenalina, endorfina y oxitocina que trabajan de la mano con la dopamina.
Más allá de la salud mental
Aunque la dopamina es un neurotransmisor que está en el sistema nervioso, este tiene gran influencia en la liberación de hormonas, presión arterial, procesos digestivos y rendimiento celular del sistema inmune. La relación con el metabolismo proviene de la alimentación, pues es un estímulo a la producción de dopamina, especialmente cuando se consume azúcar y grasa ya que generan una sensación de recompensa y satisfacción a cambio de poco esfuerzo digestivo. Sin embargo, a pesar de que estos produzcan un sentimiento positivo, hay que tener en cuenta que pueden generar dependencia.
Para evitar problemas de salud que están relacionados con la dopamina hay que tener un estilo de vida balanceado. Una vida saludable, permite que el cuerpo tenga un sistema nervioso en buen estado y tener respuestas emocionales optimas. Para el doctor Andrés Díaz, “se regula el cuerpo según los hábitos de cada persona: cómo actúa, duerme, se alimenta, se enfrenta al estrés y cuándo desarrolla hábitos sin caer en la dependencia. No hay nada completamente bueno o malo; varía en el manejo de cada persona”.
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