Adicional al apoyo profesional, es importante tener espacios de ocio, practicar un deporte, tener contacto con animales y naturaleza y distraer la mente del espacio laboral y académico que muchas veces puede ser aturdidor.
Para mantener el bienestar social, es importante tener un enfoque en la salud mental y física de cada una de las personas que conforman una comunidad, ya que la estabilidad de todas estas áreas impulsa a contribuir el bienestar colectivo.
Sin embargo, algunos de los elementos presentes en la vida cotidiana de la sociedad contemporánea, promueven ciertas acciones y actitudes negativas, como el aislamiento social, las cuales predisponen a las personas a enfocarse en las apariencias llegando a generar condiciones de ansiedad y depresión prematuras.
Para María Paula Villalba Cuadrado, directora de Centro en Versania Psicosocial, existen diferentes actores que son factores claves para fomentar la salud mental principalmente en los jóvenes. La familia, el entorno escolar, las redes sociales, sus pares, entre otros, impactan de forma positiva o negativa a lo largo del curso de vida pues puede disminuir o aumentar la probabilidad de la aparición de trastornos mentales en personas susceptibles biológicamente.
“Los trastornos mentales tienen un gran impacto para el desarrollo vital de los jóvenes, un trastorno mental no identificado puede poner en pausa la individualización y crecimiento del adolescente. Adicionalmente, por miedo al estigma en el entorno social puede que se genere prevención ante los tratamientos en salud mental. Las enfermedades mentales graves además pueden impactar en la salud mental de entorno”. complementó Villalba.
Es así como factores como el uso inadecuado de las tecnologías de la información y la comunicación, el acoso escolar, el abuso de sustancias psicoactivas e ideales inalcanzables de bienestar y belleza pueden derivar en depresión, ansiedad, trastornos de conducta, consumo de sustancias y, en casos extremos, llegar al suicidio.
En la era digital, existen diferentes herramientas de apoyo, como aplicaciones y páginas, que alivian el sufrimiento y motivan a recibir ayuda oportuna ante signos de alarma de problemáticas de salud Mental. Sin embargo, dichas herramientas no reemplazan los grupos de apoyo o la atención formal “cara a cara”, se debe tener una red de apoyo que brinde una psicoeducación sensible.
Adicional al apoyo profesional, es importante tener espacios de ocio, practicar un deporte, tener contacto con animales y naturaleza y distraer la mente del espacio laboral y académico que muchas veces puede ser aturdidor.
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