Apreciados estudiantes, miembros de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana Médica Estudiantil (ACOME), Cesar.
Por Jorge Diego Acosta – Asesor de presidencia Colegio Médico Colombiano
Me han solicitado dirigirles unas palabras, lo agradezco y me complace hacerlo. Lo creo sumamente valioso y espero no defraudarlos o aparecer como un hablador vacío. Así los tiempos sean muy diversos, tal vez les sirva de algo las palabras de un colega médico, con más de 40 años de vida gremial.
Inicié en el Consejo Estudiantil de la facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia por los años 70 del siglo pasado, pasé por elecciones al Consejo Superior estudiantil de la misma universidad en una época de rebeldía, inmensas manifestaciones y gran radicalidad.
Luego me hice miembro y presidente de la Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR), Antioquia, cuando conquistamos las becas mediante un movimiento nacional; Estuve 25 años en Asmedas, Antioquia, como integrante de la junta directiva y vicepresidente, estuve algunos períodos en las juntas directivas de los hospitales de Envigado, Caldas e itagüí, precisamente cuando fueron transformadores en ESE y más luego.
También estuve en la junta directiva nacional de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE), fui presidente de la Sociedad Antioqueña de Anestesia y Reanimación (Sadea), uno de los fundadores y vicepresidente del Sindicato de Anestesiólogos de Antioquia, Anestesiar.
También ocupé la presidencia de la Asociación Nacional de Profesionales de la Salud (Assosalud) e hice parte de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas y del Colegio Médico Colombiano.
En los últimos años he actuado como asesor gremial de la junta directiva de la SCARE y actualmente de la presidencia de la Colegio Médico Colombiano. Pronto me retiraré, ya es hora.
He y hemos cometido muchos errores y tal vez, ojalá, hayamos aprendido algo de ellos. Puedo enumerar algunos, sin atreverme a priorizarlos:
- el afán desmedido de protagonismo personal y de figuración de los líderes no ha debilitado mucho por gastar energías son sentido.
- La carencia de una visión estratégica y el no ver más allá de lo inmediato y lo local.
- La improvisación y la creencia de que el liderazgo gremial no requiere capacitación.
- No tener como factor central el factor unitario con las demás organizaciones gremiales de estudiantes y de médicos y profesionales de la salud.
- Carecer de historia, del análisis de objetivos históricos, métodos de lucha, triunfos y fracasos.
- No tener conciencia clara y firme sobre la importancia del pluralismo creativo, la gobernanza colegiada y las estructuras democráticas funcionales.
- No construir colectivamente ni perfeccionar códigos de ética autónomos, derivados de la conciencia del ser profesionales a quienes la sociedad nos encomienda del cuidado de la salud de todos.
- Caer en la concepción y en la cultura propias de la medicina mercantilizada e industrializada, con el consiguiente sacrificio de la visión humanitaria, compasiva y amable.
- Y no valorar adecuadamente nuestras aspiraciones sociales, culturales y económicas, con la acción colectiva como el medio más idóneo para lugar o trabajar por un mejor sistema de salud para la gente y por la dignificación y cualificación de nuestro ejercicio profesional.
Seguro hay más, pero estás ya son bastantes para no caer en la autocomplacencia y para aprender o diseñar correctivos para la acción. No traigo esta enumeración para demeritar el gran trabajo y la dedicación de muchos por años, sólo para reflexionar y aprender.
Ahora, con la reforma del sistema de salud en proceso, estamos obligados a responderle adecuadamente a la sociedad y a nosotros mismos; por ello, nos hemos reunido, representantes de 20 organizaciones gremiales (incluyendo a Acome), de todos los pelajes políticos-ideológicos, para actuar, guiados por acuerdos Acuerdos Fundamentales para la implementación.
Además hemos construido, en unidad, liderados por la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, un documento estratégico sobre la política gremial para el desarrollo integral del talento humano en salud, que incluye temas laborales, de formación, de condiciones para el ejercicio, profesionalismo, ética, autonomía y autorregulación.
La reforma apenas ha pasado el primero de cuatro debates, es incierta aún la calidad, pertinencia y funcionalidad del resultado. Hay avances indudables y dudas no despreciables, pero nuestra voluntad es clara. en unidad haremos lo posible por el mejorar el sistema.
Contamos para ello con los estudiantes de medicina de Colombia y del Cesar, no nos fallarán, estamos convencidos.
Un gran abrazo.
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