La donación de esperma en Japón opera en una zona gris, ni prohibida ni regulada. Pero se está redactando una legislación para cambiar eso.
Según las pautas de la Sociedad Japonesa de Obstetricia y Ginecología (JSOG), la Ley protegería el derecho de los niños a conocer a sus padres biológicos y limitaría el número de receptores de un solo donante.
Pero, lo que enfureció a las parejas LGBT, la donación de esperma solo estaría disponible para parejas casadas legalmente, en su mayoría aquellas afectadas por la infertilidad masculina.
Dado que Japón no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, las parejas de lesbianas y las mujeres solteras quedarían excluidas.
Koko Akino, en la Cámara Alta de Japón, sostiene que los derechos de los niños se protegen más fácilmente por “padres legalmente casados con custodia compartida”. Él dice que: “La tecnología de reproducción asistida no debe perseguirse a expensas del bienestar de los niños”.
Fuente: BioEdge
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