“Yo en política y cuestiones de ideologías soy lo mismo que mi papá, pragmático: no soy de izquierda ni de derecha, soy de lo que funciona bien, y pónganle el nombre que usted quiera”.
Por Stevenson Marulanda Plata – Presidente del Colegio Médico Colombiano
Cierta vez, siendo yo residente de cirugía de la Universidad Nacional de Colombia, por allá en los años ochenta, con escenario de práctica en el extinto y viejo hospital San Juan de Dios, con préstamo del Icetex y todas las gabelas y ventajas, casi privilegios, que la reforma José Félix Patiño nos dio a los estudiantes pobres y de provincia —residencias, restaurantes, cafeterías, biblioteca, servicio médico, transporte para el hospital, campus y escenarios deportivos—, con algunos precarios y sufridos ahorros derivados de privaciones, invité a mi papá, campesino elemental, casi analfabeto, apenas con segundo de primaria, a un restaurante de carnes finas en el norte de Bogotá.
Llegó el mesero, Tráigame la carta: Filet mignon, Steak pimienta, Chateaubriand y Lomo jalapeño, me contestó el atento y gentil servidor, Déme a mí Lomo jalapeño, y usted papá qué quiere.
Se quedó confundido, impávido, estupefacto, mirando secuencialmente y de manera horizontal al mesero y a mi. Pasaron unos cuantos segundos, y al rompe dijo: “mijito tráigame una carne blanda, delgada, suave y bien asada con dos o tres pedazos de yuca buena, hervida en agua, ambas bajitas de sal y póngale el nombre que a usted le dé la gana”.
Echo este cuento porque yo en política y cuestiones de ideologías soy lo mismo que mi papá, pragmático: no soy de izquierda ni de derecha, soy de lo que funciona bien, y pónganle el nombre que usted quiera.
Deja un comentario