Un reumatólogo australiano y un cirujano ortopédico han escrito una dura condena de la medicina moderna como “no apta para su propósito” y un peligro para la salud humana.
En hippocrsay: ¿Cómo los médicos están traicionando su juramento? Rachelle Buchbinder e Ian Harris, afirman que:
“la atención médica moderna está diseñada para maximizar el número de encuentros con el sistema, prescribiendo, operando, probando y escaneando constantemente y priorizando los negocios sobre la ciencia. Es un sistema plagado de incentivos perversos y consecuencias no deseadas que producen atención médica sin necesariamente mejorar la salud de los destinatarios de esa atención”.
El libro está estructurado en torno a una versión moderna del juramento hipocrático, con un capítulo sobre cada una de las diez promesas.
Su lista de tratamientos, que a menudo parece estar más relacionadas con las billeteras de los médicos que con el bienestar del paciente, es larga:
- Imágenes innecesarias,
- Opiodes,
- Cirugías para el dolor de espalda no grave,
- Cirugía artrostópica para la osteoartritis de rodilla,
- Descompresión subacromial para el dolor de hombro,
- Inyecciones de plasma rico en plaquetas para tendinopatías y osteoartritis,
- Vertebroplastia para fracturas espinales agudas,
- Colocación de Stents cardíacos para la angina estable,
- Detección del antígeno prostático específico para el cáncer de próstata, y
- Sobretratamiento en la atención al final de la vida.
Escriben en The BMJ que: “Los médicos deben comprender que sus prejuicios personales y la falta de rigor científico, contribuyen al desperdicio y los daños de la medicina moderna y desvían recursos de la prestación de una atención eficaz.
Ninguna solución única funcionará de forma aislada, pero todos debemos comenzar a hacer preguntan que desafíen el status quo. Quienes tienen el poder también deben abordar los incentivos perversos y los intereses creados inherentes a un sistema que promueve más medicamentos”.
El juramento hipocrático.
Versión moderna por: Louis Lasagna (1964).
Juro cumplir, lo mejor que pueda y con mi criterio, este pacto.
– Respetaré los logros científicos obtenidos con tanto esfuerzo en esos pasos que doy y con mucho gusto compartiré el conocimiento que tengo con los que van a seguir.
– Aplicaré, en beneficio de los enfermos, todas las medidas que sean necesarias, evitando esas trampas gemelas del sobretratamiento y el nihilismo terapéutico.
– Recordaré que hay arte en la medicina, así como en la ciencia, y que la calidez, la simpatía y la comprensión pueden pesar más que el cuchillo del cirujano, de la droga del químico.
– No me avergonzaré de decir “no sé”, ni dejaré de llamar a mis colegas cuando las habilidades de otro sean necesarias para la recuperación de un paciente.
– Respetaré la privacidad de mis pacientes, porque sus problemas no me son revelados para que el mundo los conozca. Sobre todo, debo actuar con cuidado en asuntos de vida o muerte. Si me lo dan para salvar una vida, todo gracias. Pero también puedo estar en mi poder de quitar una vida; esta imponente responsabilidad hay que afrontarla con gran humildad y conciencia de mi propia fragilidad. Sobre todo, no debo jugar con Dios.
– Recordaré que no trato una tabla de fiebre, un crecimiento canceroso, sino un ser humano enfermo, cuya enfermedad puede afectar la estabilidad familiar y económica de la persona. Mi responsabilidad incluye estos problemas relacionados, si debo cuidar adecuadamente a los enfermos.
– Evitaré las enfermedades siempre que pueda, porque es preferible prevenir que curar.
– Recordaré que sigo siendo un miembro de la sociedad, con obligaciones especiales para con todos mis semejantes, los sanos de mente y cuerpo, así como los enfermos.
– Si no violo este juramento, que disfrute de la vida y del arte, respeto mientras vivo y recordado con cariño por lo tanto. Que pueda actuar siempre para preservar las mejores tradiciones de mi vocación y que pueda experimentar por mucho tiempo el gozo de sanar a quienes buscan mi ayuda.
Libro Hippocrasy: https://a.co/6ExNAew
Fuente: Bioedge
Enlace: https://bioedge.org/medical-practice/are-doctors-betraying-their-oath-for-profit/
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